El poblado presenta una planta circular de unos 3.000 m2 y el clásico perfil cónico de las motillas. Cuenta con dos anillos de murallas aproximadamente circulares que rodean un espacio central diáfano de algo más de 20 metros de diámetro. La muralla interior alcanza los cinco metros de alzado y los seis de anchura, resultando realzada y engrosada a lo largo de la vida del poblado.
El Acequión carece de torre central.
La fase más antigua es la peor conocida, debido a que sólo pudo documentarse en cotas profundas y en una muy reducida extensión del patio central; no fue posible estudiar los niveles de base del yacimiento con la extensión necesaria.
Se trata de una investigación que «finalizó sin llegar al final». De aquel momento los análisis polínicos reflejan un proceso de deforestación del bosque autóctono de pinos, encinas y alcornoques, así como la puesta en cultivo de espacios próximos al yacimiento.
Una segunda fase del poblado, datada mediante C-14 en torno a 1745 a. C., se caracteriza por una recesión de la población, la ruina de parte de la fortificación y, en consecuencia, la recuperación del bosque autóctono y el descenso de la acción antrópica sobre el entorno, tal y como confirman los análisis polínicos.
La tercera y última fase prehistórica es la mejor conocida y supuso el momento de mayor expansión del poblado. Se construyó entonces el anillo exterior de la muralla y se levantaron nuevos lienzos sobre los derrumbes de la fase anterior. El polen arbóreo de nuevo disminuyó, a la par que se incrementó el de gramíneas, junto al de las cuales se documenta por vez primera el de leguminosas.
Ello indica una intensificación de las actividades agrícolas. Esta fase concluyó en torno al 1500 a. C. con un lento abandono y el descenso paulatino de la superficie habitada.
Tras varios siglos de abandono, El Acequión volvió a ser ocupado durante la Edad del Hierro por varias familias, cuyas viviendas se situaron encima de la prominencia surgida por la ruina del poblamiento anterior.
Confiamos en que alguna vez se darán las circunstancias que permitan concluir la investigación de este excepcional yacimiento localizado en el término municipal de Albacete, que en el pasado se pensó convertir en parque arqueológico pero que hoy se ve sumido en la destrucción y el olvido.
(Primitiva Bueno)
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