lunes, 7 de noviembre de 2022

Cueva de Aizpea


La cueva de Aizpea es más que cueva un abrigo rocoso junto al que pasan miles de coches cada año camino a la selva de Irati. No se percatan que atrás dejan el lugar donde apareció el esqueleto completo de la mujer más antigua de Navarra. Y es que en el abrigo de Aizpea aparecieron los restos de una mujer que murió hace casi 8.000 años, en el periodo epipaleolítico. Es el esqueleto femenino completo más antiguo y mejor conservado de la arqueología navarra. El esqueleto más antiguo de Navarra es el llamado hombre de Loizu, que fue encontrado en una cueva del municipio de Erro y que fue descubierto por el grupo espeleológico Sakon en el año 2017.

El abrigo de Aizpea se encuentra muy cerca del pueblo de Aribe, en el valle de Aezkoa. Desde el pueblo hay que tomar la carretera que lleva a Orbara y a la selva de Irati. A 700 metros del desvío que está en el centro del pueblo, y poco después de dejar a la izquierda el cruce que lleva a Aria, a la izquierda de la carretera está el abrigo rocoso donde apareció enterrada Irati. Hay sitio para dejar el coche junto a un panel informativo sobre la selva de Irati que está a la derecha de la carretera.

Prefiero llamar a esta mujer “Irati”. Es habitual dar nombre a fósiles humanos de especial relevancia, y sin duda, para Navarra, el cadáver encontrato en la Cueva de Aizpea lo es. Al fin y al cabo fue un ser humano como todos nosotros y no creo justo verla sólo como un montón de huesos. 

  

Cueva de Aizpea - Aribe El abrigo no tiene nada de particular. Está a los pies de una peña rocosa que cae sobre la orilla derecha del río Irati. De la ubicación del abrigo viene el nombre que doy a esta mujer prehistórica. Su vida debió transcurrir alrededor del río que pasa a pocos metros del abrigo que debió de servir de refugio a ella y a los suyos. Del río seguro que obtuvieron muchas veces peces con los que saciar el hambre.

Según los restos parece que murió joven. No es de extrañar en una época difícil, donde sólo el conseguir alimentarse era un trabajo ímprobo.

Los suyos la enterraron con respeto. Hasta incluyeron como ajuar funerario una sencilla espátula de hueso. Lo que nos habla de las austeras condiciones de vida en ese periodo de transición del Paleolítico al Neolítico.

A Irati, la mujer epipaleolítica, la podemos ver hoy en la sala de Prehistoria del Museo de Navarra. Está expuesta de la misma manera a como la encontraron enterrada en la cueva de Aizpea. En Navarra no han aparecido enterramientos tan antiguos tan bien conservados y completos. Sin duda, Irati era querida por los suyos. Le dieron un enterramiento cuidadoso y lo más probable es que estuvo sepultada en el abrigo mientras sus familiares todavía lo ocupaban como refugio junto al río. Todavía, aun muerta, formaba parte de la comunidad Hoy ese tiempo, esa vida, quedan muy lejos. Pero gracias a la arqueología tenemos el testimonio de la existencia y la muerte de esta mujer que habitó lo que mucho más adelante sería el suelo de Navarra.

No estaría de más que en la cueva de Aizpea se pusiera un cartel informativo sobre el yacimiento arqueológico. Seguro que los amantes de la Historia de Navarra lo agradecerían. 

Arqueología navarra 

martes, 1 de noviembre de 2022

Puntal dels Llops - Sierra Calderona


Fortaleza para la defensa y vigilancia del territorio edetano ocupada entre los siglos V y II antes de nuestra era.

Ubicada en las estribaciones meridionales de la Serra Calderona, fue la residencia de un aristócrata miembro de la élite guerrera ecuestre de Edeta, su familia y las gentes de ella dependientes. Destaca su impresionante muralla, la torre de vigilancia y un conjunto de habitaciones abiertas a una calle central que recorre longitudinalmente el asentamiento.

Además de las actividades militares, las excavaciones mostraron que en el poblado se llevaron a cabo actividades domésticas cotidianas tales como las relacionadas con la preparación de alimentos, con prácticas rituales y actividades agrarias, mineras y artesanales.

Desde el yacimiento se domina un extenso paisaje que alcanza todo el Camp del Túria, Horta de Valencia y el litoral. En las laderas del Puntal, ocupadas por un bosque mediterráneo muy bien conservado, aún encontramos restos de bancales y antiguos cultivos de olivos, vides, algarrobos e higueras.


sábado, 29 de octubre de 2022

Los Castellares - Herrera de los Navarros


En el cerro de Los Castellares de Herrera de los Navarros, a quinientos metros del casco urbano, encontramos los restos de un poblado celtíbero de la II Edad del Hierro, cuya destrucción y abandono han sido fechados en los inicios del siglo II a. de C.

viernes, 28 de octubre de 2022

Olriols - San Esteban de Litera


Se han encontrado restos en el Valle del Sosa y en Olriols, que denotan los primitivos poblamientos. El segundo yacimiento está aún en fase de investigación, a pesar de que se han encontrado cantidad de materiales depositados en el Museo Provincial y en la Casa Parroquial de Binéfar.

Cerca de San Esteban hubo muchas poblaciones que desaparecieron o fueron abandonadas por sus moradores, muchos de los cuales fueron a residir a la villa. Éste sería el caso de Olriols 

miércoles, 26 de octubre de 2022

Necrópolis ibérica de Tutugi


Situada en las proximidades del casco urbano de Galera, provincia de Granada, comunidad autónoma de Andalucía, España, esta necrópolis que tiene sus inicios en el siglo V a.C., representa a nivel nacional una de las muestras más extensas y significativas de la Cultura Ibérica. La Necrópolis Ibérica de Tútugi está compuesta por un conjunto de tumbas, la mayor parte muy monumentales. La tipología de la planta de estos enterramientos podía ser muy variada y era frecuente que presentaran una cavidad abierta en el suelo para contener las urnas cinerarias.

La Necrópolis Ibérica de Tútugi es conocida a nivel arqueológico desde el año 1920, fecha de la publicación de la Memoria de las excavaciones practicadas en la campaña de 1918 por Juan Cabré y Federico de Motos.

Después de continuos expolios, Federico de Motos, con permiso de la Junta Superior de Excavación y Antigüedades, realiza algunas excavaciones entre los años 1916 y 1917 con el patrocinio del Marqués de Cerralbo, pero al continuar el expolio y venta de objetos, decide ofrecer las excavaciones de esta necrópolis al Estado, que designa un delegado-director (Juan Cabré), quien viene a Galera y lleva a cabo un importante trabajo de documentación de los túmulos existentes y de recogida de materiales.

En el año 2000, a raíz de la realización de un campo de trabajo para la limpieza de algunos túmulos, se ven las posibilidades que la necrópolis ofrece para la puesta en valor de la misma. Se desarrollan nuevas campañas de excavación y limpieza en 2001 y 2006 que culminan con la restauración de varios túmulos y el acondicionamiento de las infraestructuras que permiten su apertura pública en 2007.

Wikipedia 

domingo, 23 de octubre de 2022

Dólmen de Sorginetxe


El Dolmen de Sorginetxe es un monumento funerario construido aproximadamente en el año 2500 antes de Cristo cerca de la localidad de . En este lugar enterraban a sus seres queridos los antiguos pobladores del valle, ganaderos en su mayoría.

Fue descubierto por los científicos en 1831 y excavado por el señor J. Apraiz en 1890, quien recogió puntas de flechas y restos óseos humanos. Todos ellos en paradero desconocido.

Se trata de uno de los mejor conservados de Euskadi. Está formado por cinco piedras calizas verticales, y la que las cubre, alcanza en su punto más alto unos 2,3 metros.


viernes, 21 de octubre de 2022

La Romana - La Puebla de Híjar


La Romana es un despoblado aragonés situado en el actual término municipal de La Puebla de Híjar (comarca del Bajo Martín de la provincia de Teruel).

Está situado en la cuenca del río Aguas, entre Azaila y La Zaida. Se riega con una acequia de la derecha del río Aguas, la Richuela, que tiene un nombre que es posiblemente una deformación de rigachuela.

Hay un yacimiento arqueológico llamado El Castillejo de la Romana, de época ibérica. Castellar y Castillejo son topónimos recurrentes en yacimientos ibéricos o celtibéricos.

Wikipedia 

lunes, 17 de octubre de 2022

Poblado ibérico de la Tallada - Caspe


Descripción - 
El poblado ibérico de la Tallada recibe su nombre de las numerosas entalladuras y zonas excavadas en los bloques rocosos de arenisca que se extienden a lo largo del cerro en el que se emplaza el yacimiento. El poblado fue parcialmente excavado entre 1927 y 1931 por L. Pérez Temprado y P. Bosch Gimpera quienes sacaron a la luz unas interesantes estructuras defensivas y numerosas habitaciones de planta rectangular alineadas sobre una elevada plataforma rocosa. Se conserva todavía en el sector central del poblado una gran balsa, pendiente de excavación, que está rodeada de otras viviendas alineadas en disposición ligeramente circular. En esta misma zona se conserva en el suelo rocoso la impronta de unas rodadas de carros que indican la existencia de un antiguo camino en ascenso por la vertiente Norte, hoy completamente erosionada. Del yacimiento de La Tallada es especialmente destacable su sistema defensivo con un gran foso excavado en la roca y una potente torre de planta rectangular en su sector Norte de la que aún se conserva el primer tramo de su escalera de acceso. El Sur del poblado estaba protegido por un sistema más complejo de doble antemural, foso y muralla curva con base construida en talud. Este sistema defensivo tiene una clara correspondencia con el yacimiento de Els Castellans de Cretas-Calaceite (Teruel) siguiendo los principios de fortificación escalonada y estableciendo un dispositivo reforzado en el extremo más vulnerable del recinto fortificado que protegía el poblado.

Cronología - La primera ocupación de La Tallada data del siglo IV a.C., en la fase del ibérico pleno. El poblado debió perdurar hasta el siglo I a.C., en época íbero-romana, cuando fue destruido y abandonado.

sábado, 15 de octubre de 2022

Dólmen de Aitzkomendi


El dolmen de Aitzkomendi se encuentra en la localidad alavesa de Eguilaz, muy cerca de la muga con Navarra. Es una visita imprescindible para cualquier amante de la Prehistoria, ya que es uno de los dólmenes mejor conservados y más espectaculares del País Vasco.

Además el dolmen tiene un fácil acceso, ya que esta junto a la carretera y muy cerca de la autovía. Para llegar al dolmen de Aitzkomendi sólo tenemos que salirnos de a la autovía que une Pamplona y Vitoria a la altura del pueblo de Eguilaz. El dolmen se encuentra a las afueras del pueblo, pero en la localidad está perfectamente señalizada la manera de llegar al monumento megalítico.

No es casualidad que el acceso al dolmen de Eguilaz sea tan fácil. Los que construyeron esta tumba colectiva prehistórica eligieron un lugar estratégico, en la misma entrada de la Barranca. Este valle fue un camino natural milenario que unía la cuenca de Pamplona con las llanadas de Vitoria. El gran monumento funerario fue construido para que se viera fácilmente. Su construcción, asombrosa con los medios que tenían en esa época, hablaba a quien quiera que lo viera, de una sociedad poderosa y estructurada

Estos monumentos megalíticos se construyeron en el periodo que transcurre entre finales del Neolítico (finales del V milenio a.C.) y los comienzos de la Edad del Bronce (comienzos del II milenio a.C.). El dolmen de Eguilaz, esta tumba de más de 5000 años de antigüedad, fue el primer dolmen reconocido en el País Vasco. Se descubrió en 1832. Su interior estaba lleno de huesos. Aquí se depositaron los restos de al menos 70 individuos. Mezclados con los huesos aparecieron como ajuar lanzas y puntas de flecha de sílex.

Seguramente el medio de vida de esta gente era la agricultura y la ganadería, pero las armas halladas también nos hablan de una sociedad guerrera, que pelearía con sus vecinos para el control de los recursos y del territorio. La ubicación del dolmen en un lugar de paso tan visible serviría también como indicador de pertenencia de la zona. Indudablemente el lugar donde se depositan los restos de los antepasados se convierte en un lugar sagrado para la tribu. Los mismos muertos son simbólicamente los guardianes de la tierra. Son el testimonio de la pertenencia de la zona a un colectivo humano. 

Las pesadas piedras que suman toneladas en un principio no estaban a la vista. Los que levantaron el dolmen de Aitzkomendi lo cubrieron con un enorme túmulo de tierra del que todavía se aprecia parte. El resto fue desmontado por encargo de la Diputación de Álava por José Miguel Barandiarán para que la estructura de piedra del dolmen pudiera apreciarse perfectamente. Alrededor del dolmen, en la parte desmontada, se ha marcado el perímetro original del dolmen con un vallado. Así podemos apreciar la gran extensión que tenía el túmulo de tierra. En el túmulo Barandiarán encontró restos de hogueras que debieron usarse en rituales que hoy sólo podemos imaginar.

El Quienes fueron enterrados aquí? ¿Cualquier miembro de la tribu o sólo la casta dirigente? Probablemente es más factible esta segunda opción. Por el ajuar de armas que fue encontrado con los cadáveres pudieron ser guerreros. La gente de armas se encontraba en el estamento superior de estas sociedades donde la jerarquización era un hecho y el enfrentamiento entre tribus era frecuente. Entre el Neolítico y la Edad del Bronce, tiempos de la expansión del fenómeno megalítico, empezó la jerarquización de las sociedades prehistóricas, con una división clara del trabajo y el establecimiento de clases y de grupos dirigentes.

Lástima que el dolmen de Eguilaz fuera excavado de manera poco rigurosa debido a la fecha de su descubrimiento. Con los medios actuales la información que habría proporcionado hubiera sido mucho más completa. Por eso el dolmen de Eguilaz guarda entre sus pesadas piedras secretos que seguramente nunca descubriremos. Pero una cosa es segura. El dolmen de Eguilaz evoca historias de gentes de hace miles de años con creencias firmes en el mundo del más allá y de la permanencia del alma tras la muerte.

Julio Asunción 

viernes, 14 de octubre de 2022

Cuevas de Abauntz - Arizarte


Se sitúan en el paraje de Arizarte, distante 1 kilómetro aproximadamente de la localidad de Arraitz, a través de la pista de Zaldazain. En el interior de la misma se encontró un yacimiento prehistórico con restos humanos y cerámica de la edad de bronce. Han sido diversas la excavaciones que se han llevado a cabo en el lugar en la década de los años 80, existiendo abundante materia proveniente de esta cueva expuesto y catalogado en el Museo de Navarra. En agosto de 2009, la arqueóloga aragonesa Pilar Utrilla, encabezando un equipo de investigación de la Universidad de Zaragoza, han descubierto que en una piedra proveniente de la cueva de Abaunz, hay una mapa que según los estudios realizados dataría de hace 13660 años, convirtiéndose de dicho modo en el mapa más antiguo de Europa occidental.

Los cantos pintados de la cueva de Abauntz y algunas nuevas lecturas del bloque 1

Según la mitología del lugar, la cueva servía de morada de lamías (brujas), y la tradición oral transcribe la siguiente leyenda: “Al parecer había un pastor de Arraitz, que llevaba todos los días leche de oveja a las brujas que habitaban la cueva, pero un día tuvo la ocurrencia de mezclar dicha leche con gran cantidad de excrementos de oveja, lo que dio motivo al enfado y enojo de las lamías. Éstas, vista la afrenta cometida por el pastor, le siguieron esa misma noche con intención de atraparle, pero afortunadamente para el pastor, sonaron las doce campanadas de medianoche en el reloj de la iglesia de Arraitz, y las lamías se volvieron a su cueva sin lograr atraparle, librándose así el pastor de un severo castigo. No obstante sí tuvieron tiempo para maldecirle y jurarle que en su casa nunca faltarían las desgracias.

Arraitz-Orión

sábado, 8 de octubre de 2022

Finca La Torre-La Janera - Ayamonte y Villablanca


Cuando la propiedad de la finca La Torre-La Janera, entre los términos municipales de Ayamonte y Villablanca (Huelva), decidió en 2018 cubrir su terreno, de nada menos que 600 hectáreas, de aguacates, la Junta de Andalucía le puso una condición: realizar antes una prospección. La petición se debía a la sospecha de que en esas tierras podía haber material arqueológico. Y así fue.

Los propietarios accedieron a investigarlo y el resultado ha dejado a todos boquiabiertos, pues se ha hallado la mayor cantidad de menhires concentrados en un espacio de toda la Península, presentes en el lugar tanto de forma individual como en agrupaciones lineales (alineamientos) o circulares (crómlech).

Así lo especifica la revista científica Trabajos de Prehistoria, del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), que publica una investigación por la Universidad de Huelva, en el marco del proyecto 'Mega-Lithos', en la que han participado el doctor José Antonio Linares, Coronada Mora Molina, Adara López López, Teodosio Donaire Romero, Juan Carlos Vera-Rodríguez y Primitiva Bueno Ramírez.

El resultado de este proyecto ha sido primero descubrir y luego constatar la relevancia “única en la Península Ibérica” del yacimiento megalítico, tal y como especifican en la revista. Según la Universidad de Huelva, se trata de la primera publicación científica sobre este enclave. Cuenta con la financiación del Programa FEDER y la Junta de Andalucía y se ha realizado en coordinación y colaboración con la empresa Cota Cero GPH S. 

A la espera de los resultados cronológicos que se obtengan en las pruebas de laboratorio, se calcula que los monumentos de primeras piedras verticales y el resto de megalitos del enclave fueron erigidos desde el Neolítico Medio al Bronce Antiguo, aproximadamente desde mediados del V a inicios del II milenio a.C., siendo reutilizados estos espacios ancestrales en periodos posteriores. 

La Vanguardia 

La Almoloya - Pliego


La Almoloya es un yacimiento arqueológico perteneciente a la Cultura argárica, situado en el municipio de Pliego, en la Región de Murcia, España, cuya cronología se desarrolla en plena Edad del Bronce, entre el III y II milenio a.C, (años 2200-1550 a.C.). Asentado en el cerro epónimo, su ocupación se desarrolló a lo largo de 600 años. Se considera uno de los asentamientos más importantes de dicha cultura. El yacimiento fue dado a conocer en 1944 por Emeterio Cuadrado. En el año 2013 empezaron los nuevos estudios sobre el lugar, en el marco del proyecto de investigación arqueológica de La Bastida de Totana.

El cerro que le da nombre cuenta con una altitud de 561 metros y una superficie total de 3.800m² con una estructura caliza, plana y llana, junto a amplios campos forestales (40% de la superficie total) y parajes de vegetación natural. El terreno posee importantes barrancos, como también numerosos cerros y cadenas montañosas que superan los 500 metros de altitud, desde el que se goza de un amplio dominio visual de gran parte de la Comarca del Río Mula.

Geológicamente, La Almoloya se presenta como un cerro testigo de un amplio sinclinal. Su masa es parte de un potente banco calizo desaparecido en los contornos, perteneciente a las formaciones eocenas, constituidas principalmente por conglomerados y calizas nummulíticas. El camino y subida a la Almoloya está situado en dirección sudoeste, el ascenso al cerro, es muy complejo pues presenta varios desniveles y además de ser estrecho por lo cual solo permite el ascenso de una persona a la vez.

El acceso al agua se obtenía por manantiales cercanos como La Portuguesa (a 2100 metros), las Anguilas (a 2200 metros) y Fuente la Higuera (a 3300 metros).

El yacimiento de La Almoloya presenta un asentamiento en el que habitarían aproximadamente 250 personas entre los años 2200-1550 a.C, es decir, que estuvo activo durante más de 600 años, siendo un centro de concentración política y riqueza de primer orden dentro del territorio político.​ Luego de ese tiempo, las ruinas quedaron en total abandono.

Los pobladores de La Almoloya vivían en una sociedad estratificada jerarquizada, vertical o piramidal, eso significa que había personas que daban órdenes y que funcionaban por mecanismos de obligación para que otras personas obedecieran. La sociedad Argárica brinda una de las manifestaciones arqueológicas más importantes del inicio de la Edad del Bronce, con un importante legado patrimonial.

El Argar desarrolló técnicas cerámicas sofisticadas. Su minería y la metalurgia era bastante avanzada, con el bronce, la plata y el oro que se extraía, posiblemente desde la mina del As, se trabajaba en las armas y las joyas.

lunes, 3 de octubre de 2022

El Castelillo - Alloza


Titularidad del centro:
Ayuntamiento de Alloza.

Centro de visitantes: Se trata de un edificio de dos plantas de nueva construcción que se sitúa junto a la carretera que atraviesa la localidad de Alloza, en dirección a Oliete. En su interior el Museo de Teruel instaló en los últimos años un Centro de Interpretación dedicado al yacimiento de El Castelillo y a dar a conocer determinados aspectos relacionados con la cerámica ibérica decorada. El edificio dispone de aseos, una pequeña tienda en la recepción y una sala de exposiciones temporales en la planta baja.

Fondos y contenidos arqueológicos actuales: El Centro de Visitantes de Alloza presenta en su planta baja, junto a la sala de exposiciones temporales, un pequeño espacio de recepción en el que se han instalado varios paneles informativos y un interactivo con doble pantalla que informan sobre la “Ruta Iberos en el Bajo Aragón” así como una pequeña tienda productos relacionados con la cultura ibérica. En la primera planta se ofrece información general sobre la cerámica ibérica del Bajo Aragón y se exponen en varias vitrinas un interesante conjunto de reproducciones de piezas procedentes del cercano yacimiento de El Castelillo. En esta misma planta se ha reproducido una casa ibérica en cuyo interior se proyecta un audiovisual sobre la cultura ibérica y el yacimiento de El Castelillo que fue premiado en un certamen internacional de audiovisuales de divulgación científica. Los contenidos culturales del Centro se completan con la instalación de varias maquetas, paneles informativos y otro audiovisual sobre la cerámica ibérica decorada en el Bajo Aragón. En la actualidad, no se recomienda la visita al yacimiento de El Castelillo ya que está muy afectado por la erosión y todavía pendiente de trabajos de limpieza y consolidación de sus escasas estructuras conservadas.

Yacimientos arqueológicos incluidos en la ruta: En el término de Alloza se ubica el yacimiento arqueológico de El Castelillo que no se ha incluido inicialmente en la Ruta Ibérica debido a su deficiente estado de conservación.

Iberos en Aragón

domingo, 2 de octubre de 2022

Celse - Velilla de Ebro


Celse ha sido una de las leyendas ibéricas que desde el principio no ofreció duda respecto a su lectura por la particularidad de tener una serie bilingüe y perpetuar su nombre en las latinas posteriores.

Siempre ha existido duda entre atribuirla a Gelsa o a Velilla de Ebro; ambas localidades están en la orilla izquierda del Ebro y muy próximas entre sí; en el primer caso por la semejanza de topónimos y en el segundo por los vestigios que han venido siendo hallados en los alrededores desde hace tiempo, sobre todo monedas de la colonia romana. Los autores o dudan entre las dos ciudades o piensan invariablemente en Velilla de Ebro, opinión que prevalece actualmente.

Sólo conocemos acuñaciones en bronce: ases, semises, cuadrantes, quizás sextantes y trientes, aunque no deja de ser extraño que una ceca de la categoría de Celse no tenga acuñaciones en plata. 

En cuanto a los ases podemos hablar de dos series principales con sus correspondientes variantes tipológicas, dejando aparte las bilingües. En la primera el jinete porta una lanza, y hay un delfín; en la segunda lleva una palma, y la cabeza del anverso está rodeada de tres delfines. Esta segunda serie es la que se corresponde con la moneda de la fotografía, presentando numerosas variantes en lo que respecta al cuello, desnudo o cubierto con manto, y a su terminación. También hay variantes en función del tratamiento del pelo, con rizos más o menos esquemáticos en cabezas de tamaños variables. 

lunes, 26 de septiembre de 2022

Enclave rupestre de Jara I y II

 


Enclave rupestre de Jara I y II, un paseo por diferentes momentos de nuestro pasado.

Descubiertas por el espeleólogo alemán Lothar Bergmann en 1992, las dos cavidades se encuentran en la Sierra de la Plata, en el Parque Natural del Estrecho, Tarifa

El conjunto rupestre de Jara I y Jara II está formado por dos cavidades, ubicadas en plena Sierra de la Plata, formando parte del Parque Natural del Estrecho, termino municipal de Tarifa. Fueron descubiertas por el espeleólogo alemán Lothar Bergmann en 1992, que localizó en las dos cavidades diversos motivos pictóricos, pero el motivo paleolítico del prótomo de cérvido en La Jara I solo pudo ser visualizado diez años más tarde gracias a los nuevos programas de tratamiento digital.

Estas dos cavidades se encuentras situadas en una cresta rocosa de las muchas que cruzan longitudinalmente la Sierra de la Plata y el acceso a ambas es muy complicado, siendo imprescindible la utilización de equipo de escalada. De ahí la buena conservación con que cuentan los motivos pictóricos representados.

Este enclave rupestre situado en el extremo sur peninsular cuenta con grafías de diferentes cronologías con representaciones paleolíticas y postpaleolíticas. De este último grupo hay que destacar que no solo se localizan pinturas esquemáticas situadas en una secuencia final de nuestra prehistoria, sino que también existen varios motivos que por su estilo y tipología posiblemente se enmarquen en un momento de la transición al neolítico o en este mismo periodo.

Estas dos cavidades, en su contexto geológico, se diferencian por su amplitud y profundidad del modelo típico de enclaves rupestres del extremo sur peninsular. Aunque no lleguen a estar catalogadas como cuevas propiamente dichas, cuentan con una profundidad considerable, superior en ambas a los 7 u 8 metros, dando así una protección superior ante los elementos medioambientales a la de los simples abrigos repartidos por el resto del extremo sur. Es posible que estas dos cavidades pudieran ser más accesibles en el pasado desde alguna de las cornisas que en la actualidad están parcialmente erosionadas, siendo imposible hoy utilizar dichos pasos.

La proximidad con varias de las cavidades que cuentan con representaciones pictóricas de cronología paleolítica hace destacar la zona de la sierra de la Plata como un punto importante en la provincia de Cádiz por su desarrollo por el hombre en este periodo paleolítico.

Destaca como baluarte de las representaciones rupestres la cueva del Vencejo Moro con sus grabados de équidos, la cueva de Atlanterra, donde se localizan varios motivos pintados, destacando varios prótomos de cierva y équido, para terminar en el abrigo de Realillo, donde nuestros antepasados plasmaron en la roca arenisca un équido que en la actualidad solo conserva su parte superior. Es evidente la importancia de la zona del Parque Natural del Estrecho por contar con este maravilloso patrimonio rupestre, en un espacio muy reducido.

Empezamos con una breve descripción de cada una de las cavidades, Jara I y Jara II, para darlas a conocer y, dentro de lo posible, aproximarnos a las diferencias cronológicas de las grafías que nuestros antepasados, en diferentes periodos continuos dejaron plasmadas, con la intención o no, de que perdurasen en el tiempo para ser vistas por generaciones futuras.

La primera de las cavidades es la que se sitúa más alta en el farallón rocoso. Jara I cuenta con una gran boca de acceso, orientada hacia el noroeste. Toda su planta es muy inclinada y cuenta con grafías repartidas por casi todas las paredes interiores e, incluso, algunos motivos en zonas del techo. El ancho máximo en el interior es de aproximadamente 12,5 metros y tiene una altura en su punto máximo de 2,5 metros. Las paredes rocosas que dan soporte a los motivos cuentan con un nivel medio de conservación, aunque en esta ocasión no sufre erosión por abrasión producida por el viento, sí están afectadas por microorganismos y manchas de humedad continuas que han matizado partes del soporte. La composición gráfica que se observa en esta cavidad de Jara I recorre posiblemente varias de las etapas de la evolución del hombre desde el paleolítico superior hasta la edad del hierro, etapa final de la prehistoria.

Como referente de esta cavidad y descubierto por Lothar Bergmann destaca el prótomo de cérvido (motivo 1). Actualmente está en estudio, pues posiblemente además de representar la cabeza de un cérvido, puede contener partes de otro animal, situándose esta figura en el paleolítico superior en su etapa final o magdaleniense. Esta cavidad de Jara I cuenta con varios motivos y trazos sueltos, manchas y puntos, posiblemente de cronología anterior, destacando los trazos que conformarían un posible prótomo de cérvido muy mal conservado, con estilo y dimensiones diferentes al conocido.

Además, existen manchas de pigmentos y trazos gruesos repartidos por diferentes puntos de la cavidad, que comparándolos con los últimos estudios y dataciones llevados a cabo por el equipo de First art, encabezados por Hipólito Collado Giraldo, (en el cual hemos podido colaborar) podríamos estar hablando de una similitud muy cercana, siendo la comparación estilístico-cronológica muy similar. Ello abre las puertas para futuras investigaciones en este enclave.

Los motivos en zigzag están representados en dos puntos diferentes de la cavidad. A la derecha, junto al motivo figurativo del prótomo de cérvido, y en la zona izquierda, donde estos dibujos podrían estar relacionados en el tiempo con el prótomo de cérvido. También se representan en la etapa postpaleolítica esquemática y se encuentran pintados en diferentes enclaves del extremo sur peninsular, al igual que en el resto de la península y relacionados directamente con el arte esquemático.

Los últimos motivos que se localizan en esta cavidad son de tipología esquemática, principalmente antropomorfos del tipo ancoriforme, que se encuentran agrupados varios en un panel principal y otros en solitario. El estado de conservación de estos motivos es pésimo, estando afectados por líquenes que prácticamente recubren la zona del panel.

A escasos cinco metros a la derecha y justo por debajo se abre también hacia el noroeste la segunda cavidad del enclave, la denominada Jara II. Al igual que Jara I, cuenta con una boca de acceso muy amplia, de casi siete metros, y con una diferencia en la altura de paso, siendo necesario entrar agachados, pues no llega a los 1,15 metros. En su interior tenemos una altura máxima de 2,20 metros, aproximadamente. El suelo de esta cavidad de Jara II está formado por un plano inclinado, con bastante pendiente, siendo incluso complicado estar de pie. Esta cavidad es de dimensiones similares a Jara I, sus paredes y techo sufren en zonas filtraciones de agua, provocando machas de calcita que cubren la zona afectada, ocultando en algunas zonas las representaciones pictóricas.

En este caso algunas de las grafías aquí representadas son atípicas de la zona. Las cronológicamente más antiguas, en este caso al igual que Jara I, presentan trazos gruesos, manchas y algunas puntuaciones, que en este caso serían los restos de grafías más antiguos la cavidad. Existe un motivo reticulado (motivo 2) que se localiza en la zona derecha, en una cornisa que sobresale del techo de aproximadamente 1,5 metros, en la cual se encuentra representada una figura reticulada. Esta destaca por su gran dimensión, aproximadamente un metro por 30 cm de alto, y formada por trazos horizontales casi paralelos que a su vez son cruzados transversalmente por trazos verticales, formado una malla pintada. Este gran motivo es casi inapreciable in situ, siendo necesario la aplicación de software del tipo Dstretch para poder ser visto. Por comparativa, este motivo podría también estar situado en un periodo cronológico paleolítico superior.

Los siguientes motivos que se localizan en la parte derecha de la cavidad son tres figuras antropomorfas muy estilizadas, (motivo 3) donde se pueden ver en cada una de ellas que fueron representadas con tocados en la cabeza y grandes faldones. Posiblemente se trate de figuras femeninas, muy similares a las denominadas pinturas levantinas. Sobre estos motivos, si hablamos crono-estilísticamente y los comparamos con el arte levantino, según algunos autores los situaríamos en un periodo mesolítico o neolítico.

Estas figuras tienen tendencia naturalista y están realizadas mediante técnica de silueteado y relleno con pintura de manera uniforme: es la conocida como como técnica de tinta plana (aplicación homogénea de color). En el lado opuesto a la izquierda se localizan también dos figuras (motivo 4), en este caso con un estado pésimo de conservación por pérdida de pigmento en la parte inferior. En esta pareja de antropomorfos de estilo naturalista, tras ser tratada la imagen con el software Dstretch y al igual que los motivos anteriores, se aprecia el tocado de la cabeza y el arranque del faldón, por lo cual estas figuras posiblemente femeninas también estarían en el mismo periodo cronológico.

Siguiendo cronológicamente la descripción de los motivos que se localizan en esta cavidad de Jara II, pasamos ya al arte prehistórico más conocido en la provincia de Cádiz, que en este caso sería el arte postpaleolítico esquemático. Destaca un panel situado próximo al motivo 4, en su parte derecha, en el cual se observan varias figuras esquemáticas, donde posiblemente se represente una escena de caza, pues se ven varios antropomorfos y mezclados varios zoomorfos cérvidos, además de trazos a modo de un posible cercado. Cerca de este panel en su parte izquierda se localiza a un metro aproximadamente un zoomorfo cérvido esquematizado. Ya terminado con los motivos figurativos, en la zona central de la cavidad en el techo y aprovechando una pequeña oquedad, se representó un signo ovalado cruzado por un trazo vertical y otro horizontal. Próximo a este último motivo indefinido se localizan cuatro trazos gruesos paralelos entre sí, de un color de pigmento rojo intenso que destaca en esa parte de la pared.

La importancia de este enclave por el valor pictórico que en sus dos cavidades se encuentra hace necesario que se realicen trabajos de investigación para su catalogación y, si es posible, datación de sus grafías. El dar a conocer su potencial pictórico hace posible acercar el patrimonio prehistórico que en el extremo sur peninsular tenemos, posicionándonos como una de las zonas más privilegiadas de la península ibérica por el número de enclaves. En este caso, la protección del enclave es natural, pues su acceso es prácticamente imposible, si no se cuenta con profesionales de la escalada para poder acceder.

Europa Sur

Abrigo de la Malla - Tamajón


Descubren en Tamajón un yacimiento del paleolítico superior

Un equipo de investigadores trabaja en el lugar conocido como el Abrigo de La Malia en un yacimiento en el que se han producido hallazgos del Paleolítico Superior, y también de la Edad del Cobre y del Bronce. El lugar se ha presentado a la población en una exitosa Jornada de Puertas abiertas a la que acudieron 120 personas.

Un equipo de arqueólogos y paleontólogos coordinados desde el Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana (CENIEH), dirigido por Adrián Pablos y Nohemi Sala, está llevando a cabo en los últimos días de agosto y primeros del mes de septiembre nuevas prospecciones y excavaciones arqueológicas en Tamajón, en esta ocasión en un paraje conocido como Abrigo de La Malia. El proyecto está adscrito al CENIEH, pero cuenta con la colaboración de la Universidad de Sevilla, la Universidad de Alcalá, la Universidad del País Vasco, institut català de Paleoecologia Humana y Evolució social (IPHES), la Universidad de Oviedo, y  del Ayuntamiento de Tamajón; y con la co-financiación de la Junta de Comunidades de Castilla La Mancha, el CENIEH y el propio ayuntamiento agallonero.

Con este nuevo proyecto, el equipo de investigadores le da continuidad al estudio arqueológico emprendido en los años 90 en el área de la Cueva de los Torrejones, y a las posteriores y exitosas excavaciones practicadas en los años 2017 y 2018 en ese mismo escenario. “Nos hallamos en un lugar con mucho potencial”, valora Adrián Pablos. 

El equipo terminó la interpretación de la Cueva de Los Torrejones y publicó los resultados, de gran valor científico, en 2020 y 2021, cerrando el yacimiento. Sin embargo, fue llevando a cabo tareas de prospección en las inmediaciones de la Cueva de los Torrejones, buscando depósitos, rellenos, cuevas o abrigos, cuando los investigadores dieron con este nuevo yacimiento, que ahora se está excavando.  Allí, en este Abrigo de la Malia, han hallado evidencias que demuestran su ocupación por los primeros representantes de nuestra especie, Homo sapiens,  en el Paleolítico Superior. 

Así, en el proyecto ahora mismo en marcha, los arqueólogos están excavando fases del Paleolítico Superior, en busca de fósiles y actividad de Homo sapiens, pero también, en una segunda zona, han encontrado elementos de la Prehistoria reciente (Calcolítico o Edad del cobre y Edad del Bronce). 

En la primera parte de la excavación, se ha acreditado que Homo sapiens ocupó y habitó el abrigo, puesto que han aparecido herramientas líticas: cuchillos y otros utensilios, como una azagalla, huesos de animales de los que se alimentaron, como caballos, ciervos, algún bóvido, tipo uro, y pequeñas presas, como conejos o corzos. “Tenemos la esperanza de encontrar restos del propio Homo sapiens”, señala Pablos sobre esta parte de la excavación. 

En la segunda zona de la excavación ha aparecido, como uno de los hallazgos más significativos, un botón de marfil de elefante que los humanos utilizaban como ornamento. 

La excavación se lleva a cabo con fondos públicos, y, por lo tanto, “hemos querido mostrársela al público interesado en una jornada de puertas abiertas”, comenta Sala. La jornada despertó un gran interés entre la población local, e incluso visitantes de la comarca. Acudieron más de un centenar de personas. En ella se les hizo una demostración de industria lítica, así como una visita guiada por los dos ámbitos de la excavación. 

Uno de los visitantes fue el alcalde Tamajón, Eugenio Esteban. “Una vez más agradecemos la labor que los arqueólogos están llevando a cabo en Tamajón, y por supuesto, su esfuerzo por divulgarla. Como institución pública, el Ayuntamiento de Tamajón continuará apoyando los trabajos de investigación que se llevan a cabo, en colaboración con el resto de instituciones públicas, y en la medida de los posible, abogaremos por subrayarlas en nuestro CIPAT”, afirma Esteban.

viernes, 23 de septiembre de 2022

Castro de Santa María de Huerta - Zaragoza


Desde Santa María de Huerta se coge una pista que pasa por debajo la A2, para girar a la derecha y coger una pista en dirección Zaragoza, paralela a la A2, hasta la linde entre Soria y Zaragoza, a pie siguiendo la linde que remonta la pendiente izquierda de la carretera se llega al yacimiento celtibérico.

El yacimiento se sitúa en un cerro de irregular topografía, en la linde de la provincia de Soria y Zaragoza, a la altura del kilómetro 182 de la antigua N-II, dominando la vega del Jalón en dirección a Arcobriga (Monreal de Ariza) y por su fachada norte la cañada que viene desde Almaluez. Es un enclave estratégico, fundamentalmente destinado al control de un amplio territorio.

Fue excavado y descrito por Aguilera y Gamboa, Marqués de Cerralbo, en 1909, al que denominó “castro ciclópeo”. Posteriormente revisa esta yacimiento Taracena, en su carta Arqueológica de la provincia de Soria (1941) y finalmente fue objeto de atención de Marian Arlegui, en la publicación sobre “El Jalón, vía de comunicación” (1990).

Por debajo de la fortificación celtibérica, el Marqués de Cerralbo halló restos ((punta de sílex lanceolada, una lasca de sílex con retoques, una lámina de cobre, vasos de barro tosquísimos) que cabe atribuir a época calcolítica.

Por encima de esta débil ocupación se construyó posteriormente la potente fortificación de época celtibérica, cuyos restos son visibles. 


Esta fortificación se instaló en la cota más alta del cerro, utilizando para su construcción grandes bloques de piedra, toscamente tallados, de ahí el nombre de “castro ciclópeo” que le dio su excavador.

-El recinto fortificado se diferencia un torreón o recinto fortificado de planta rectangular y paramentos verticales (22,5 m por 8,70 m), con una pequeña entrada, en la esquina del sudeste, a la que se accede mediante tres escalones.

Los muros se levantaron con grandes piedras, en algunos casos de hasta 3 m por 0´90 m de altura, que se asentaron en seco y se calzaron con piedras de menor tamaño, conservándose en algunos tramos hasta 3 m de altura.

-El fosoestá separado dos metros del lado norte del recinto fortificado y tiene 4 m de anchura, fue realizado al extraer la piedra para la construcción del torreón.

-La muralla por la vertiente norte, más desprotegida, existen restos de lo que pudo ser la muralla del poblado.

En el interior se observan muros de mampostería que deben de corresponder a viviendas de planta rectangular, así como en la vertiente oeste. En una de estas habitaciones se halló un gran fragmento de tinaja roja celtibérica pintada con círculos concéntricos de factura celtibérica. Aunque Taracena interpretó la torre como ibérica, anterior al siglo III a.C., y el recinto adosado como posterior ya de época celtibérico, de los siglos III-II a.C., creemos que todo el conjunto corresponde a este momento.


martes, 20 de septiembre de 2022

La Vispesa - Tamarite de Litera


La Vispesa es un yacimiento íbero y romano que se halla localizado en un cerro de 304 m de altitud, en el término municipal de Tamarite de Litera, de la que dista 10 kilómetros y próximo a la población de Algayón (Provincia de Huesca). 

Su origen sería en torno a la cultura ibérica ilergete, centrados en esta zona, el yacimiento conserva restos del siglo III a. C. y estaría habitado hasta el siglo II d.C. Es una zona bien comunicada, allí radica su importancia, ya que por aquí pasa muy cercana la vía romana que unía llerda-Osca (Lérida-Huesca).

Allí se encuentran restos de casas íberas de mediados del siglo III a. C. Se encontró una cisterna para almacenar agua, restos de mosaicos romanos y la Estela de la Vispesa que es un monumento conmemorativo, de época íbera (350-50 a. C.), de arenisca, el cual narra algún episodio bélico. Hoy día se encuentra en el Museo Provincial de Huesca. las partes conservadas destaca la representación en relieve de un escudo ilergete y lanza, figuras de cadáveres mutilados y un grifo en actitud de devorar uno de los fragmentos. 

El monumento es de carácter conmemorativo más que funerario y debió de erigirse en honor al dios Neitin al que alude la inscripción en alfabeto ibero.

sábado, 17 de septiembre de 2022

Piquete de la Atalaya, en Azuara


El Gobierno de Aragón aprobó el pasado día 7 de abril la declaración de Bien de Interés Cultural para cuatro conjuntos histórico-artísticos aragoneses en diversas categorías. Entre estos conjuntos se encuentra el yacimiento denominado El Piquete de la Atalaya, en Azuara, que obtiene la catalogación en la categoría de Conjunto de Interés Cultural. 

Los otros conjuntos declarados son el yacimiento del monasterio y hospital de Santa Cristina de Somport (Aísa), el acueducto subterráneo La Madre en Castejón de Monegros (Huesca), y la villa de Ansó (Huesca). 

El yacimiento se trata de un núcleo urbano ubicado en dos montículos separados por un barranco. El origen de este núcleo, del que tenemos noticia desde 1972, puede situarse a fines del siglo III o a comienzos del II de nuestra era y su máximo esplendor data de los siglos II al I antes de Cristo, momento de expansión político-económica y urbana en el que hace su aparición un barrio situado al pie de ambos cerros, con casas de planta rectangular, algunas de las cuales se encuentran en un estado relativamente bueno de conservación. 

Cabe destacar la aparición de materiales cerámicos con decoración vegetal, geométrica y zoomorfa (buitres, lobos, palomas, ciervos y una liebre) que sigue los modelos del yacimiento ibérico de Azaila. Una de las piezas más importantes es un casco de bronce del siglo I antes de Cristo 

El Periódico de Aragón

viernes, 9 de septiembre de 2022

Cabeza celtibérica de Durón - Belmonte de Gracián


En la comarca de Comunidad de Calatayud se encuentra Belmonte de Gracián; muy cerca, entre esta población y Mara, se halla Segeda, la que dicen fue capital de la etnia celtíbera de los belos. 

El yacimiento, descubierto para la ciencia por el conde de Samitier, recibe el nombre de Durón. Nuestra mención de hoy a este enclave, a cuyo santuario dedicamos ficha en los inicios de este blog en 2009, se debe a una cabeza de piedra que se encuentra en el Museo de Zaragoza, siendo una muestra más, a buen seguro, del culto a las cabezas cortadas. 

 Cabeza en arenisca procedente de la antigua colección del conde de Samitier. El tema de la cabeza humana aparece profusamente representado en todo el ámbito céltico sobre distintos soportes (incluso en el siglo I d. C. sobre cerámicas de tradición indígena). Esta presenta la parte trasera plana, y en los laterales huellas problemente de haber sido encajada en una pared. Desde el punto de vista semántico, este tipo de representaciones ha suscitado interpretaciones diversas desde un modo de expresión, hasta una figuración de cabezas-trofeo, aludiendo al rito céltico, bien documentado en las fuentes y en la plástica, del corte de cabezas de los enemigos vencidos. 

La cabeza es un símbolo, como tal, con carácter polivalente, que debe interpretarse dentro de su contexto arqueológico e iconográfico atendiendo al carácter universal, del cráneo como depositario de la esencia humana y portador de virtudes apotropáicas; además entre los celtas existía la creencia de que la cabeza era el receptáculo del alma, y se tendía a expresar la parte por el todo. Iberia Mágica

miércoles, 31 de agosto de 2022

Cueva-Sima de la Serreta - Cieza


Ubicada en un marco natural incomparable como el Cañón de Almadenes, entre los municipios de Cieza y Calasparra, por donde discurre el río Segura encajonado entre paredes verticales que en algunos tramos llegan a alcanzar 100 metros de altura (dando lugar a una gran concentración de cuevas, simas y abrigos que fueron utilizadas por el hombre prehistórico como refugio), la Cueva-sima de la Serreta maravilla a todo aquel que la visita, tanto por la espectacularidad del paisaje como por su interior, una de las estaciones con arte rupestre más significativas de la Región de Murcia. 

La belleza y espectacularidad de su ubicación, el buen estado de las pinturas y el hecho de que en su interior se hallaran los restos del único hábitat romano documentado en cueva de toda la Península, convierten a la Serreta en un singular yacimiento cuya visita se hace obligada, declarada patrimonio Mundial por la UNESCO en 1998.

Para guiarnos en las entrañas del lugar, Stipa Servicios Turísticos organiza visitas a la Cueva-sima de la Serreta, uno de los yacimientos arqueológicos más singulares de la geografía murciana. La espectacularidad de su ubicación, en pleno Cañón de Almadenes, y desde cuyo balcón interior se puede disfrutar de una de las mejores vistas del río Segura a su paso por la Región de Murcia, es una de sus principales características. Además, la existencia en su interior de los restos de un hábitat romano, siendo el único documentado hasta ahora dentro de una cueva en toda la Península Ibérica, la hacen un enclave destacado para el patrimonio cultural e histórico del territorio murciano. También se pueden observar durante su visita los dos paneles de pinturas de arte rupestre bien conservados que fueron descubiertos hace décadas.

La Serreta ha sido testigo mudo durante siglos del devenir de los grupos humanos que desde la prehistoria y hasta época reciente han ocupado sus entrañas, en diferentes niveles de ocupación cultural pertenecientes al Neolítico, a la Romanización y a la Edad Media Islámica. Ahora, este increíble lugar se abre a la visita de quien está dispuesto a dejarse maravillar por sus características naturales e históricas.

La Cabañeta - El Burgo de Ebro


La Cabañeta es un yacimiento arqueológico situado en el término municipal del municipio zaragozano de El Burgo de Ebro, uno de los más interesantes para conocer los inicios de la romanización en el segmento central del valle medio del Ebro. Recibe este nombre porque en sus inmediaciones discurre la Cabaña Real de los pastores trashumantes.

Su existencia es conocida desde antiguo. Según los últimos estudios fue fundada en el siglo II a. C. con el fin de servir de campamento militar para una legión romana y sus tropas auxiliares de unos 6000 hombres, convirtiéndose después en ciudad. Posiblemente se trate de la Castra Aelia que cita el historiador Tito Livio al relatar la campaña del general romano Sertorio por tierras hispanas en 77 a. C.

Tradicionalmente, el enclave ha sido mal tratado por la acción de los expoliadores, las labores agrícolas y la urbanización de su suelo. Sin embargo, desde 1997 se realizaron, bajo la dirección de José Antonio Mínguez y Antonio Ferreruela, varias campañas de excavaciones sistemáticas; con ellas se han conseguido algunos hallazgos importantes, como la puesta al descubierto de una zona de termas y otra de almacenes, inscripciones latinas, monedas, vasijas, objetos de cocina, piezas metálicas, mosaicos, vasijas.

Recientes trabajos de prospección han permitido apreciar también los restos del amplio foso que lo rodea por tres de sus lados (el cuarto queda protegido por el corte de la terraza natural del río Ebro), determinar su planta rectangular y establecer su extensión en torno a unas 20 hectáreas en el interior del recinto y evidencias de un hábitat externo también de considerables dimensiones. Los materiales arqueológicos de cronología romano-republicana muestran un predominio abrumador de las importaciones itálicas frente a las escasas cerámicas de tradición indígena. Entre estas últimas son de destacar los “pondera” (pesas de telar) y los vasos de cocina decorados con motivos geométricos.

Wikipedia 

Monte Arábi - Yecla


La Unesco declaró en 1988 Patrimonio de la Humanidad al Arte Rupestre del Arco Mediterráneo Español. Este capricho geológico incluye las pinturas rupestres del Monte Arabí, en la localidad de Yecla.

Quienes busquen una escapada que combine cultura y naturaleza, encontrarán aquí su destino. Acoge varios yacimientos prehistóricos con una cronología comprendida entre el Paleolítico y la Edad del Bronce.

El País 

sábado, 27 de agosto de 2022

Parque Arqueológico de Libisosa - Lezuza


El Parque Arqueológico de Libisosa fue un asentamiento humano con un horizonte crono-cultural que arranca en la Edad del Bronce y que da pie a un importante oppidum ibérico, que sería embrión de una importante colonia romana denominada Libisosa, para más tarde alojar un complejo defensivo religioso-militar tras la Reconquista, hasta su posterior abandono. 

Se encuentra muy próximo al municipio de Lezuza (Albacete), a 1.005 mts. de altitud; lo circunda un meandro formado por el río Lezuza al este, oeste y norte, mientras que al sur limita con el Vallejo de la Ermita.

Cultura de Castilla la Mancha

viernes, 26 de agosto de 2022

Cabezo De San Pedro - Oliete


Magnífico recinto ibérico fortificado. Numerosas estructuras, entre ellas una torre de gran altura emergen de este recinto fortificado de época ibérica. Muy bien conservado y en fase de restauración.

Se puede visitar libremente.


viernes, 19 de agosto de 2022

Iliturgi - Mengíbar


Iliturgi, Illiturgis o Iliturgis fue una ciudad ibérica y posteriormente de la Hispania romana. Fue refundada por Tiberio Sempronio Graco cuando fue pretor de Hispania Citerior (181-179 a. C.). Se encontraba inmediata y al sur del río Betis (actual Guadalquivir) en el término municipal de Mengíbar, con el poblamiento romano en la llamada «Encomienda de Maquiz» y el ibero, descubierto en 2017, en el cerro de la Muela, si bien durante mucho tiempo se creyó que estaba cerca de Andújar, en lo que ha terminado por ser identificado como la antigua Isturgi.

Durante la segunda guerra púnica, se puso del lado de los romanos, y fue asediada por los cartagineses. Sin embargo, se levantaron los asedios. Cuando los hermanos Publio y Cneo Cornelio Escipión fueron derrotados, Iliturgi y Cástulo se pusieron del lado de los cartagineses. Además, de acuerdo con las fuentes romanas, se dice que los ciudadanos de Iliturgi habían ejecutado a los romanos que habían huido a la ciudad en busca de refugio durante la guerra. Cuando Escipión el Africano tomó por asalto la ciudad en el año 206 a. C., hizo ejecutar a todos sus habitantes y quemar sus cadáveres.

Wikipedia 

jueves, 18 de agosto de 2022

Cabecico del Tesoro - La Alberca


A principios de la década de 1930, Augusto Fernández de Avilés, en ese momento director del Museo Arqueológico Provincial de Murcia, descubrió en las inmediaciones del convento de Santa Catalina del Monte y de la ermita de San Antonio el Pobre, en La Alberca el conjunto arqueológico formado por la necrópolis del Cabecico del Tesoro.

Las excavaciones en la necrópolis, dirigidas inicialmente por Cayetano de Mergelina y Augusto Fernández de Avilés, se iniciaron con dos campañas en 1935 y verano de 1936, la segunda de las cuales se vio interrumpida por el estallido de la Guerra Civil, reanudándose varías veces en décadas posteriores. Las tumbas de la necrópolis abarcan desde principios del s. IV a.C. hasta principios del s. I a.C y se piensa que pudo ser destruido en el año 237, cuando el ejército de Aníbal se extendía por esta región.

La mayor riqueza de elementos escultóricos y decorativos corresponde al primer momento del yacimiento. Se trata de sepulturas con elementos griegos que aparecieron en un nivel más bajo. Al segundo momento deben pertenecer las sepulturas cuyos vasos tiene decoración floral tipo Elche-Archena, más superficiales. En ellas se ven elementos decorativos y escultóricos entibando las urnas cinerarias y objetos púnicos en su ajuar.

Las armas son muy frecuentes –aparecen hasta en un 22% de las tumbas- así como la cerámica importada de barniz negro.

Wikipedia 

martes, 16 de agosto de 2022

Asentamientos ilergetes de Monzón


Las primeras señales de ocupación humana constante en la zona de Monzón provienen del Neolítico. 

Se han encontrado restos arqueológicos de esa época en los yacimientos de Sosiles Altos o Peña Lucas. La mayoría de los vestigios de civilización provienen de la Edad de Bronce, donde se supone que se asentaron pueblos en las zonas entre los ríos Cinca, Sosa y clamor. 

El pueblo que ocupaba estas zonas era el de los ilergetes, que fueron derrotados en el siglo III a. C., produciéndose la romanización de la zona a partir del siglo II a. C. 

En los cerros de la ermita de la Alegría y las cellas se han encontrado restos de habitáculos romanos,  siendo esta zona un punto clave en las conexiones de las ciudades de Caesaraugusta u Osca con Italia.​

lunes, 15 de agosto de 2022

Cabezo Miranda -


Considerado bien de interés cultural según el boletín nº 57 de la disposición de fecha 17/04/2006, y publicada el 22/05/2006 (ver BOA).

El primer asentamiento conocido en el Cabezo de Miranda consistió en el centro urbano de una pequeña comunidad ciudadana ibérica de la Edad del Hierro, situado en lo alto del escarpe por sus privilegiadas condiciones estratégicas. Con la expansión del Imperio Romano en la Península Ibérica, concretamente durante el gobierno de César Augusto, fue abandonado por la creciente importancia que adquirió la ciudad de Caesaraugusta.

domingo, 14 de agosto de 2022

Iliberri


Entre los siglos V y IV a. C. se produce el apogeo de la cultura ibérica, con una clara prosperidad en las zonas de la actual Alta Andalucía, que da lugar a la consolidación de importantes núcleos urbanos. En esta época, en el área del valle del Genil, hay dos ciudades que se disputan el control de su vega alta: Ilurco, emplazada en el Cerro de los Infantes (Pinos Puente), que ya existía en época prehistórica, e Iliberri, cuya fundación más probable pueda datarse en la primera mitad del siglo VII a. C., según las más recientes excavaciones.

En su origen, esta última, se organizó como un oppidum que debía ocupar unas seis hectáreas, situado en la cima de una colina, en la margen derecha del río Darro, donde hoy en día está el barrio del Albaicín, con núcleo entre el mirador de San Nicolás y la plaza de San Miguel Bajo.

Su nombre era Ilturir y estaba rodeada de una muralla que fue ampliada en el siglo VI a. C. como consecuencia del crecimiento urbanístico.

Los tramos excavados de la muralla permiten asignarle grosores entre 3 y 7,5 m por unos 4 de altura. Se conoce también la ubicación de su necrópolis, extramuros y junto al río.

En el siglo IV o III a. C., antes de la llegada de los romanos, la ciudad cambia su nombre por Iliberri y queda incluida en el área controlada por los bastetanos y, desde una perspectiva más económica que militar, por los cartagineses.

Wikipedia 

sábado, 13 de agosto de 2022

Cueva Esquilar - Borja


Las cuevas fueron las primeras viviendas estables que tuvimos los seres humanos, y en ellas vivimos durante milenios.

Las bodegas rupestres y las casas-cueva son una variación de este tipo de vivienda, y en cierta manera continuadoras de esta tradición. Además, como ya comentamos, Borja surgió junto a una cueva: la Cueva Esquilar. Incluso pudo haber surgido en ella.

Decimos que pudo porque esta cueva no se ha excavado todavía, y es muy posible que allí, por su localización, se encuentren restos arqueológicos de ocupación de la Edad del Hierro y celtibéricos. Esta cueva, que tiene una amplitud considerable, está en la parte superior de la ladera este del cerro del mismo nombre y en el extremo norte del barrio de las bodegas.

De hecho hay bodegas a pocos metros de esta cueva. Es visible llegando a Borja desde Mallén y se ve cerca de la cima del cerro. No es difícil acceder a ella y además hace poco tiempo fue adaptada para poder visitarla gracias a la labor desinteresada de un vecino, Felipe Ruiz, que junto a su nieto la limpió de la basura que se había acumulado en su interior.

viernes, 12 de agosto de 2022

Necrópolis de la Loma de los Brunos


La necrópolis de la Loma de los Brunos se emplaza sobre un largo cordón rocoso de arenisca situado al sur de un pequeño poblado en el que se han identificado varias fases de ocupación. Tanto el poblado como la necrópolis fueron descubiertos en 1958 por el arqueólogo caspolino Manuel Pellicer. 

Entre los años 1980 y 1982 el profesor Jorge Eiroa realizó diversas campañas de excavación en ambos yacimientos. 

La necrópolis, que está excavada en su totalidad, conserva restos de un total de 18 túmulos funerarios de unos tres o cuatro metros de diámetro, todos ellos de planta circular excepto uno cuadrangular. En el interior de estos túmulos, formados por un amontonamiento de piedras y tierras, se construyeron pequeñas cámaras funerarias o cistas en las que se depositaban los ajuares y las urnas o vasos de cerámica que contenían los restos incinerados de los difuntos. De entre ellos destaca por su tamaño, su posición destacada y su carácter monumental, el túmulo 10 construido mediante la superposición de anillos concéntricos de mampostería dispuestos escalonadamente con una cista excéntrica en su interior construida con grandes losas en disposición vertical. 

A unos 8 km de la Loma de los Brunos, en dirección a Alcañiz, se localiza el poblado ibérico de El Cascarujo que conserva una extensa necrópolis ibérica con varias agrupaciones de túmulos funerarios.

La necrópolis de la Loma de los Brunos se ha situado entre los siglos VII–VI a. C., en la fase del ibérico antiguo.

Iberos en Aragón