jueves, 20 de diciembre de 2018

Castro de Piñor - Ameixenda

La cota más alta del concejo de Ames corresponde al castro de Piñor que llega a los 199 m. de altura. Algunos asentamientos están defendidos con parapetos, aprovechando los fuertes desniveles del terreno para reforzar la defensa y además aprovechan los trazados de los cursos de aguas como fosos (Ortoño, Mirás, Agrón…)

(Concejo de Ames)

Tossal de la Cala - Benidorm


El Tossal de la Cala es un cerro situado en el extremo sudoeste de Benidorm entre la Playa de Poniente y la Playa de Finestrat.
En el cerro han sido encontrado restos arqueológicos de distintas épocas. Los más antiguos pertenecen a la cultura ibera Siglos IV  a. C. y se enmarcan dentro de la actividad de la zona de Benidorm como un punto de intercambio comercial y un desembarcadero usado desde épocas muy antiguas. 

(Escapada rural)

Campa del Españal

La Campa L'Españal (o Campa del Españal) es un yacimiento arqueológico situado situado cerca de La Casilla, en el municipio asturiano de San Martin del Rey Aurelio.

Descripción
Durante mucho tiempo se consideró que el yacimiento estaba formado por un dolmen de piedras que se conservaban en perfecto estado, procedentes del periodo neolítico.​ Sin embargo en 2016 se localizó un nuevo túmulo y en 2018 comenzó una campaña arqueológica que hasta el momento a llegado a la conclusión de que existen dos cámaras funerarias​ de entorno al año 4.000 a.C.

(Wikipedia)

miércoles, 19 de diciembre de 2018

Yacimiento de Santa María - Villarejo de Salvanés


   El yacimiento arqueológico de Santa María, situado a unos 5 km. de Villarejo de Salvanés, es uno de los yacimientos más importantes de la Comunidad de Madrid. Los restos encontrados por un equipo de arqueólogos, contratados por el Ayuntamiento, han demostrado que por aquellos lugares habitaron gentes de civilizaciones que abarcan desde la edad del Bronce Medio (periodo Calcolítico, año 2500 antes de Cristo), hasta los asentamientos islámicos (siglo XI).
     Cuenta Rosa María Moreno, directora de la excavación, que fueron los propios vecinos quienes les informaron de lo que se escondía en el subsuelo del paraje conocido como Santa María, mientras ella y su equipo restauraban el Torreón del Castillo, otro resto importante de las civilizaciones que pasaron por Villarejo. Días más tarde fue el mismo propietario del terreno quien les informó sobre las vasijas y la cerámica que aparecían en sus tierras. Después de consultarlo con el Ayuntamiento decidieron solicitar a la Dirección General de Patrimonio de la Comunidad de Madrid el permiso para efectuar una intervención arqueológica. En 1992, con los permisos en la mano, el equipo de arqueólogos comenzó las primeras excavaciones. Desde entonces han puesto en marcha seis campañas y los restos aparecidos hacen suponer a estos especialistas que el yacimiento de Santa María "podría suponer el primitivo asentamiento de Villarejo", afirma la directora de las excavaciones, "Estos restos demuestran un asentamiento estable e ininterrumpido durante más de 4.000 años", añade. Los datos aportados en las excavaciones reflejan que el sector de más antigua ocupación lo constituye una elevación, de una altura de casi 700 metros sobre el nivel del mar, que los arqueólogos han denominado Castro, rodeada de por tres recintos amurallados. En la primera de las campañas, desarrollada en 1993, apareció el primero de los hallazgos, un enterramiento cuya antigüedad se remonta al periodo Calcolítico, en plena época del Bronce Medio.
     Este primer descubrimiento se localizó próximo a una necrópolis carpetana (pueblo de origen ibérico), desenterrada en catas posteriores. Sin embargo, la campaña fechada en 1995, ha sido la que ha sacado a la luz los restos más valiosos y más próximos a la época actual.
     Al norte del yacimiento se descubrió primero un horno cerámico y varias construcciones y, posteriormente, una calzada cuya antigüedad ha sido datada por los expertos como correspondiente a la época Romano-Altoimperial, hacia los siglos III al IV. También apareció un importante desarrollo urbanístico con calles rectilíneas orientadas de norte a sur y de este a oeste, con restos de casas situadas a ambos lados de las calles. La zona este dejó al descubierto otros dos enterramientos, varios silos y diversos materiales que confirman la existencia de un importante asentamiento islámico, en torno a los siglos IX al XII. Esta importante aparición de restos de un abanico tan amplio de épocas ha sido la que para los arqueólogos ha resultado determinante a la hora de afirmar como muy posible que Santa María "fuera, en su día, el primitivo asentamiento de Villarejo".
     Sin embargo, descubrir toda la cultura que se escondía en el subsuelo de Villarejo de Salvanés no ha estado exento de problemas, principalmente económicos. La falta de presupuesto y la ausencia de subvenciones, salvo las pequeñas aportaciones municipales, hicieron peligrar las campañas de extracción, hasta el punto de que durante dos años las excavaciones estuvieron suspendidas. Los arqueólogos explican que aunque el Gobierno regional, a través de la Dirección General de Patrimonio, nunca ha negado los permisos, aseguran que no han contado por esta parte con el "apoyo económico necesario".
María Victoria Marín, nueva directora de Patrimonio de la Comunidad de Madrid, explica que el Gobierno regional ha estado en todo momento pendiente de este yacimiento "aunque las subvenciones no siempre hayan coincidido con lo solicitado". Esta falta de liquidez motivó que los trabajos se suspendieran en 1996 y 1997, cuando tanto los arqueólogos como el Ayuntamiento tuvieron que buscar dinero en todos los organismos posibles, "incluso promotores privados".
     Lo encontraron a finales de 1997. Su procedencia era la Unión Europea, dentro del programa Rafael para proyectos de investigación y conservación del Patrimonio Arqueológico. Últimamente las labores se han centrado en dar a conocer los restos hallados.

(Villarejo de Salvanés)

Yacimiento de Terlinques - Villena

Terlinques es un yacimiento arqueológico de la Edad del Bronce localizado en el término municipal de Villena (Alicante, España), en la partida de Casas de Jordán, en lo alto de un cerro situado en la orilla sur de la antigua laguna de Villena. En la época en que el poblado estuvo habitado, ésta era una zona rica en agua y especies animales (ciervos, cabras monteses, aves, reptiles, etc.) y vegetales, con amplios humedales y áreas encharcadas en las zonas más bajas y bosques de encinas y pinos en las estribaciones montañosas.

Historia de las excavaciones
El yacimiento fue descubierto por el arqueólogo villenense José María Soler García en el curso de sus exploraciones en las décadas de 1950 y 1960. En 1969 dirigió las primeras actuaciones en Terlinques en colaboración con la Universidad de Valencia, lo que puso al descubierto dos viviendas destruidas por un incendio y obteniendo unas de las primeras dataciones para la Edad del Bronce en la Comunidad Valenciana, alrededor del siglo XXII a. C. Los trabajos arqueológicos se reanudaron en 1997 y han permitido corregir, matizar y confirmar diferentes aspectos investigados anteriormente, así como reconocer la continuidad de la ocupación desde su fundación alrededor de 2150 a. C. hasta su abandono definitivo en torno a 1500 a.C., existiendo tres fases cronológicas claramente diferenciadas.

Estructura del poblado
Las unidades de habitación giran en torno a grandes espacios cubiertos probablemente con techumbres a una vertiente, apoyadas en muros de mampostería trabada con arcillas, que se disponen paralelamente a las laderas del cerro. Las muros debían estar enlucidos y en su interior era normal la presencia de bancos multifuncionales, hogares y un amplio conjunto de utensilios domésticos como vasijas, sacos, cestos, molinos e incluso telares.

Esta primera ordenación fue destruida hacia 1930 a.C., aconteciendo entonces una transformación urbanística que compartimentó el espacio habitado en unidades sensiblemente menores, adosadas unas a otras y separadas por muros de mampostería, y a las que se accedía desde una calle a través de unos vanos efectuados en la cara norte de las construcciones. Esta calle, trazada en sentido EO a lo largo de la cima del cerro, se configura como el elemento fundamental de las fases más recientes. En las viviendas de esta época (entre los siglos XVIII a.C. y XVI a.C.) desaparecen las grandes áreas de almacenamiento, se reduce la superficie habitable y se especializan la mayoría de las áreas de actividad. Además, tiene lugar una progresiva compartimentación interna de las unidades de habitación.1? El abandono final del poblado pudo deberse a la emigración hacia el Cabezo Redondo, al norte de la laguna, que en torno al siglo XV a. C. se erigió en una importante ciudad de más de 1000 habitantes.

Economía
La base de su economía era la agricultura de cereales, de la que obtenían fundamentalmente trigo y cebada y en menor medidad habas y guisantes.
Existía además un buen número de animales domésticos, como ovejas, cabras, vacas y cerdos. De ellos no sólo se aprovechaba la carne, sino que también se obtenían productos derivados como leche, queso, pieles, tripas, lana, huesos, cuernos, etc.2? Estas actividades básicas se complementaban con la caza, la pesca y la recolección de recursos silvestres. 

(Wikipedia)

jueves, 13 de diciembre de 2018

El aljibe del Castro de Viladonga


El aljibe gallego que recogía agua antes de los romanos. Descubierto en un castro de Lugo un depósito de hace 24 siglos.
En lo alto de un monte con vistas privilegiadas sobre la comarca de A Terra Chá gallega, se levanta un antiguo poblado fortificado: el castro de Viladonga. Un nuevo descubrimiento ha puesto en entredicho lo que se sabía hasta ahora sobre este yacimiento en el municipio de Castro de Rei, a 23 kilómetros de Lugo. Se trata del hallazgo de un aljibe de más de 70 metros cuadrados y cuatro de profundidad que tenía capacidad para almacenar más de 150.000 litros de agua y abastecer a más de 300 personas.
El depósito fue construido en el siglo III antes de Cristo, a diferencia de la mayoría de las estructuras que han sido localizadas hasta ahora en ese lugar, realizadas en plena época romana, entre los siglos II y V después de Cristo. El aljibe excavado en la roca y hallado debajo de una muralla de esta fortificación, considerada bien de interés cultural desde 2009, es la punta de lanza para ahondar en el pasado prerromano de la cultura castreña.
El descubrimiento del arqueólogo Miguel Ángel López muestra el desarrollo que ya existia entonces. "Es la primera vez que aparece un aljibe dentro de la zona amurallada del castro de Viladonga", asegura.

Siete escalones
Hace dos semanas, el experto y su equipo de 10 especialistas descubrieron siete escalones en buen estado en la segunda muralla y un torreón de cinco metros de diámetro. Pero nada tan trascendente como este hallazgo.
El hecho de tener agua pudo haber permitido a los habitantes resistir en caso de ataque, detalla López. "En los asentamientos castreños no es habitual encontrar los sistemas de abastecimiento", opina el arqueólogo gallego Angel Concheiro. El suministro era una cuestión fundamental en las sociedades antiguas, no era algo tan fácil como abrir el grifo, explica Concheiro. Esta era necesaria no solo para beber, sino también para lavar, para el ganado, para la alfarería y la artesania textil.
La operación ha sido muy complicada, según López, conocido por sus trabajos en el templo de Amenofis III en Luxor (Egipto). Además de los daños causados por el paso del tiempo y el maltrato humano la estructura se halla muy deteriorada por los derrumbes, lo que dificulta la distinción de los muros para dejar al descubierto la construcción subterránea. Fueron necesarios dos meses de trabajo en los que los aroueólogos extrajeron más de 340 metros cúbicos de tierra y más de 120 toneladas de piedra.

(El País)

Cueva del Coscojar - Mora de Rubielos

Se sitúa en la ladera sur de la loma del Coscojar, dominando la depresión ocupada por el barrio de masadas de Los Salabrosos. Se realizaron dos campañas de excavación, en 1981 y 1982, centradas en cuatro catas distribuidas por el interior de la cavidad. Tan sólo la tercera, en el fondo de la cueva, proporcionó una secuencia estratigráfica clara, que junto con los materiales arqueológicos localizados nos indican la existencia de una continua ocupación. 
Así existe material lítico que pertenece culturalmente al Neolítico, restos muy alterados de enterramientos humanos del Eneolítico; también el Bronce Medio se halla presente a razón de formas cerámicas características; más escasos son los materiales del Bronce Tardío y Final, entre ellos destacan una vasija de carena alta y un fragmento con acanalados; finalmente debe destacarse la presencia de cerámica ibérica, cuencos y vasijas de gris ampuritana, materiales muy similares a los hallados en las cuevas levantinas y que fueron interpretadas como santuarios ibéricos. 
Las características de esta cueva han hecho que fuera utilizada como refugio en la última guerra civil.

(Enciclopedia Aragonesa)

miércoles, 12 de diciembre de 2018

Poblado de Hoya Quemada - Mora de Rubielos

Descripción
El Poblado de la Hoya Quemada está situado en la parte alta de una ladera que se eleva sobre la población de Mora de Rubielos. El lugar viene siendo objeto de estudio desde 1983.
Corresponde a un hábitat del Bronce Medio cuya cronología provisionalmente la podemos centrar hacia el año 1500 a.C. El hecho de que el hábitat esté fosilizado ha potenciado su conservación destacando el buen estado en que han aparecido muros y otros materiales arqueológicos.
Las estructuras arquitectónicas indican que nos encontramos ante un poblado de urbanismo con elementos notables por su pervivencia posterior. Entre estas estructuras podemos destacar la existencia de muros, tanto de mampostería de piedra, conservados hasta una altura de un metro o superior en algunas zonas del poblado, como de manteado de arcilla y paja levantados directamente sobre el suelo o sobre zócalo de piedra. También destaca la presencia de postes embutidos en los muros de manteado, extraordinariamente conservados gracias a su carbonización. Asimismo, podemos encontrar un banco corrido, seguramente vasar, de tierra y piedras, cuya altura sobre el suelo oscila entre 0,24 y 0,36 m. al igual que suelos de arcilla artificial mezclada con paja y enlucidos arcillosos y encalados sobre algunos puntos de suelo y paredes.
El Boletín Oficial de Aragón del día 8 de octubre de 2001 publica el Decreto 208/2001 de 18 de septiembre, del Gobierno de Aragón, por el que se declara Bien de Interés Cultural en la categoría de Conjuntos de Interés Cultural, Zona Arqueológica, el Poblado del Bronce Medio de la Hoya Quemada, en el término municipal de Mora de Rubielos (Teruel).

(Gobierno de Aragón)

Las Pilas - Almería

Descripción
El sitio arqueológico de Las Pilas-Mojácar la Vieja es un asentamiento calcolítico situado en las estribaciones de Sierra Cabrera. Está limitado al Sur-Sureste por el barranco de Las Pilas y al Norte-Noroeste por un pequeño barranco que lo separa de Mojácar la Vieja, avanzando en forma de espolón hacia el río Aguas, situado al Norte-Noreste. La mayor parte del sitio está ocupada por frutales y pequeñas huertas. Las roturaciones para cultivos y los desmontes de tierra han alterado la fisonomía del lugar, ofreciéndo una impresión de accesibilidad que debe distar bastante de la imagen originaria.
Pese a lo reducido del área excavada, si se relaciona con la extensión total del asentamiento, se cuenta con una serie de datos que permiten conocer algo de las estructuras domésticas y defensivas de este poblado. 
Las cabañas excavadas corresponden a las fases más tardías. De forma circular y con un diámetro de unos 5 metros, presentan un zócalo de piedra de desigual tamaño con una altura máxima conservada de 0,4 metros aproximadamente. Las caras son muy irregulares, pudiendo estar revocadas al interior para homogeneizar la superficie.
Entre las cabañas, la excavada en el corte 5 presentaba un hogar circular central de 1 metro de diámetro y otro hogar más reducido (0,6 metros de diámetro) en un área muy próxima. Una estructura de grandes piedras dispuestas verticalmente junto al zócalo de la cabaña, que servían de contenedor, completaban la infraestructura doméstica. En otra de las cabañas, en la ampliación del corte 5, hay que destacar la aparición de una estructura formada por piedras, similar a la descrita anteriormente, pero que contenía únicamente tierra muy homogénea y de granulometría muy fina. Junto a esta estructura, apareció un vaso cerámico de grandes dimensiones y un número muy elevado de pesas de telar en distinto grado de elaboración. Probablemente, la tierra contenida en la estructura de piedras se utilizaría para la fabricación de pesas.
A fases anteriores, probablemente Cobre Medio, corresponde una estructura de fortificación que únicamente ha podido ser definida en parte por las propias limitaciones de la intervención arqueológica. Se trata de un muro construido con grandes piedras, que presenta la cara exterior en forma de talud, siendo la interior vertical. El tramo documentado ofrece una trayectoria curvilínea a lo largo de unos 6 metros, con una altura máxima conservada de 1 metro.
A lo largo de toda la secuencia han aparecido abundantes restos cerámicos, así como útiles realizados en piedra (tallada y pulimentada) y hueso, que siguen los patrones característicos del mundo calcolítico.
Por lo que respecta a Mojácar la Vieja, los datos que se tienen corresponden a una prospección superficial del asentamiento, y del área de necrópolis, contando para esta última con una excavación arqueológica de urgencia.
En época musulmana igualmente se ocupa este cerro. Así, en la cima se construye un aljibe de grandes dimensiones, quedando la ladera Sur, la de la solana, cubierta en gran parte por casas escalonadas para salvar la fuerte pendiente.
En cuanto a la necrópolis correspondiente al asentamiento de Mojácar la Vieja, situado en el paraje de la Era del Lugar, el Inventario de Yacimientos Arqueológicos de la Provincia de Almería de 1987 recoge la presencia de líneas de sepultura bajo la era de la cortijada.
La excavación arqueológica de urgencia realizada en julio de 1990 permitió documentar dos sepulturas pertenecientes a esta necrópolis.
Pese a que la información que facilitan las fuentes escritas sobre la Mojácar musulmana es más bien escasa, un estudio de este asentamiento puede ofrecer interesantes datos urbanísticos, arquitectónicos,..., para las primeras comunidades islámicas, al tratarse de un asentamiento abandonado por un traslado de población y que, por tanto, no ha sufrido posteriores alteraciones.

(Junta de Andalucía)

sábado, 8 de diciembre de 2018

Necrópolis Megalítica de Gádor

El yacimiento arqueológico, denominado Necrópolis Megalítica de Gádor, constituye uno de los conjuntos funerarios más amplios e interesantes del sureste peninsular. Junto a la variedad tipológica de sus enterramientos y su amplia extensión, hay que resaltar su alto potencial para la investigación y la puesta en valor.
En la Necrópolis Megalítica de Gádor están representados enterramientos de distintos tipos, siendo mayoritarios los megalíticos caracterizados por contar con una cámara central de planta poligonal, construida con grandes piedras dispuestas verticalmente, y una cubierta plana conseguida mediante grandes losas de piedras. Algunos presentan un corredor de acceso que comunica la cámara con el exterior. Un túmulo construido con piedras y tierra cubre cámara y corredor.Forman parte también de la necrópolis un enterramiento tipo tholoi, y dos enterramientos en covacha.
Los enterramientos eran utilizados como hitos de demarcación del territorio por parte de las comunidades calcolíticas y ocupaban lugares estratégicos en torno a las vías naturales de comunicación, dando lugar a una necrópolis muy extensa aunque con un número no muy amplio de enterramientos, unos 70, que denominamos "necrópolis dispersa".

(Asías Andalucía)

viernes, 7 de diciembre de 2018

Necrópolis de Cuyacabras Quintanar de la Sierra

Una de las necrópolis más espectaculares de la Península Ibérica, ubicada en un bello paisaje pinariego. Se accede por pistas forestales, siguiendo las indicaciones, desde la localidad Quintanar de la Sierra.El enclave está compuesto por un recinto ceremonial de tradición pagana, el poblado propiamente dicho y la necrópolis, sobre una modesta elevación rocosa, compuesta por 166 tumbas y 16 nichos, todos ellos excavados en la roca. 

(Turismo de Burgos)

Necrópolis de Revenga

El comunero de Revenga, se encuentra a 90 kms. de Burgos. Entre Quintanar de la Sierra y Regumiel de la Sierra, enclavado en la Sierra de la Demanda-Pinares.
Llegando, si abres la ventanilla del coche olerás un agradable aroma a madera.
En el lugar, me sorprendí del fabuloso edificio llamado la Casa de la Madera, por su singular construcción. Digno de visitar su interior, que muestra la utilización de la madera en nuestro día a día y su explotación forestal.
Su informador turístico, Miguel, me sugirió que visitará la Necrópolis de Revenga, próxima, donde se puede realizar un viaje en el tiempo.
Más de 133 tumbas excavadas sobre grandes rocas de arenisca, que datan del siglo X, y que se conservan en buen estado.
Se suceden en torno a una primitiva iglesia, que presidía la zona, de la que, solo se conserva una pila de embalsamamiento.
Además la región posee otros yacimientos excavados, cobijados entre frondosos pinares, como la Necrópolis de Cuyacabras. Una de las más importantes por poseer tumbas verticales (actuales nichos).

(Minube)

Museo del Jurásico de Asturias Colunga

El Museo del Jurásico de Asturias (MUJA) es un pequeño museo paleontólogico español que se encuentra aislado en la rasa costera de San Telmo, entre las localidades asturianas de Colunga y Lastres, donde se han encontrado vestigios de dinosaurios que habrían poblado la región hace unos 150 millones de años, durante la última parte del Jurásico.
 Bajo la forma de una gran huella de dinosaurio, el Museo acoge una de las muestras más completas y didácticas del mundo sobre estos fascinantes reptiles.
Con el tiempo como hilo conductor, en el MUJA se muestra la vida en la Tierra desde sus inicios hasta la aparición del ser humano y se ofrece amplia información sobre los distintos aspectos de la vida de los dinosaurios.

Un edificio emblemático
El edificio, obra del arquitecto Rufino García Uribelarrea, es la representación del contramolde de una huella de dinosaurio tridáctila.
Se trata de una estructura de madera procedente de bosques escandinavos ejecutada por la empresa Media Madera Ingenieros Consultores que, formando un entramado de arcos, simulan las costillas de los dinosaurios, en el que cada dedo de la gran huella tridáctila se corresponde con cada uno de los tres periodos de la Era Mesozoica.

La costa de los dinosaurios
El MUJA se encuentra en un punto estratégico de la denominada costa de los Dinosaurios. Este sector del litoral asturiano, que discurre desde Gijón hasta Ribadesella, guarda los vestigios de unos seres extintos que poblaron la región hace unos 150 millones de años, durante la última parte del Jurásico.
A lo largo de este tramo de costa pueden visitarse nueve yacimientos de Icnitas de dinosaurios, protegidos por ley como monumentos naturales.

La exposición permanente del MUJA
El edificio consta de tres grandes áreas, cada una de las cuales está dedicada a uno de los periodos en los que se divide el Mesozoico: Triásico, Jurásico Y Cretácico.
A lo largo del recorrido por la exposición, se ofrece una amplia información sobre distintos aspectos de la vida de los dinosaurios, grupo particular de reptiles 
terrestres que aparecieron hace unos 230 millones de años, extinguiéndose, en su mayoría, hace 65 millones de años.
El conjunto se complementa con tres módulos más: uno dedicado a explicar la historia geológica del Jurásico de Asturias y sus yacimientos de fósiles, y los dos restantes a diversos aspectos sobre la vida y los ecosistemas terrestres en las etapas anterior y posterior a la época de los dinosaurios.

Jurásico asturiano
La parte más importante del museo lo compone los fósiles provenientes de la costa asturiana. En 2006 el número de los restos rondaban los 8.000 fósiles divididos en icnitas (150), restos de vertebrados (200), fósiles vegetales (103) y fragmentos de troncos (11) y elementos de invertebrados (más de 6.000).

(Wikipedia)

La Coraja - Aldeacentenera


La Coraja está rodeada por un recinto amurallado, uno exterior que bordea el castro y otro interior, de menores dimensiones que se construyó para proteger la acrópolis del poblado. Su extensión puede oscilar entre las dos y las cuatro hectáreas. Las primeras excavaciones se realizaron precisamente en la acrópolis. Las cabañas no sobrepasaban los cuatro o cinco metros de largo por los tres o cuatro de ancho. Se realizaban con un zócalo de pizarra, adobe de barro y techumbre de paja. «Lo que se excavó de las viviendas fue a una altura de unos 50 o 60 centímetros», concreta el director de las excavaciones, José Antonio Redondo. 
El castro está situado en la parte alta de la sierra, en un lugar de fácil defensa y con un buen abastecimiento de agua, ya que se encuentra en las proximidades del río Almonte y el arroyo el Moro. En el poblado habitaban entre 400 y 500 personas, puntualiza. 
El castro de La Coraja fue el primer yacimiento celta excavado en Extremadura, en el término municipal de la localidad cacereña de Aldeacentenera. 
Diez años después del fin de las excavaciones (1996) La Coraja pervive en la memoria de muchos, y en el 'olvido' de otros.
El Departamento de Historia Antigua de la Universidad de Extremadura inició las obras en 1984. con el objetivo de realizar estudios más exhaustivos sobre la historia de los castras celtas en la región. La cronología de este pueblo vetton (considerado por los arqueólogos como uno de los más importantes por su tipología urbanística, religión, armamento y cultura común) data del siglo V a. C. hasta el siglo I d. C, momento en el que fue abandonado por el cambio de orientación económica de la zona, según el director de las excavación, José Antonio Redondo.

(Hoy)

miércoles, 5 de diciembre de 2018

El Cerco - Sejas de Aliste

El Cerco es un yacimiento arqueológico situado en la localidad española de Sejas de Aliste, perteneciente al término municipal de Rábano de Aliste, en la provincia de Zamora. En la actualidad, este enclave ha sido declarado bien de interés cultural con categoría de zona arqueológica por la por la Junta de Castilla y León.
Se encuentra situado al oeste de Sejas y se trata de un yacimiento que cuenta con una dilatada e ininterrumpida ocupación humana que comienza en la Edad del Hierro y perdura hasta la época romana, tal y como han puesto de manifiesto las diversas excavaciones arqueológicas realizadas. Las prospecciones arqueológicas han puesto de manifiesto la existencia de estructuras defensivas e indicios de actividad metalúrgica que se han datado en la primera Edad de Hierro, así como otras de épocas posteriores que podrían llegar a ser de época romana. El castro es por tanto uno de los escasos testimonios de la cultura castreña del occidente de la provincia de Zamora.

(Wikipedia) 

Pátera íbera de Perotito - Santisteban del Puerto

La pátera ibera de Perotito, es una pátera de plata elaborada por los íberos, que data de entre los años 1000 a. 1 a. C., cuyo hallazgo se produjo en una finca conocida como Perotito, situada en Santisteban del Puerto, municipio español de la provincia de Jaén, Andalucía, situado en la comarca del Condado. La pieza se expone de forma permanente en el Museo Arqueológico Nacional de Madrid, con el número de inventario 1917/39/1. 

Simbología
Se trata de una pátera, plato de poco fondo que se usaba en ceremonias y ritos religiosos de la Antigüedad, como la libación, y que iconograficamente reúne elementos helenísticos e iberos.

Descripción
Esta pátera forma parte de un conjunto formado por varios recipientes. Está realizada a partir de una lámina de plata, martilleada desde la parte del reverso, para conseguir la decoración, es posible que el artesano que la fabricó tuviera de modelo una pieza importada.
El medallón central representa una cabeza de lobo con la boca abierta devorando una cabeza humana rodeado por serpientes, este tema tiene paralelos con piezas de Tivissa y Màquiz y son de influencia principalmente ibera. Alrededor tiene dos frisos, uno con escenas de caza y con una separación realizada con una orla de puntos del otro friso que presenta una procesión de centauros, llevando instrumentos musicales, distribuidos en nueve partes, esta decoración tiene influencia helenística. El filo que bordea la pátera y algunos resaltes de las figuras están dorados.

(Wikipedia)

Castro de Ríomanzanas - Figueruela de Arriba

El castro de Riomanzanas puede tener una antigüedad aproximada de 2.500 años. Tiene un perímetro de 335 metros, y algo más de 0,5 hectáreas de superficie.
Se instala sobre un espigón fluvial formado por el arroyo de Fontano, y el de la Muria. Está rodeado por una muralla y por un foso, y reforzando a la muralla aparece un campo de piedras hincadas. 
Dentro del área del yacimiento se han recuperado dos fragmentos de cerámica a mano con desgrasantes de mica y cuarzo de mediano tamaño.

(Junta de Castilla y León)

miércoles, 21 de noviembre de 2018

Castro del Viso - Salas

Es un yacimiento arqueológico incoado como Bien de Interés Cultural en 1980,​ y declarado como tal en 2013, encontrándose integrado por ello entre los bienes del catálogo de inmuebles protegidos de la autonomía. Se encuentra situado sobre la cima amesetada de un cerro situado a unos 2 km al este del pueblo. Según la leyenda local, su nombre viene del aviso que la virgen dio a un pastor acerca del lugar donde se encontraban los restos enterrados de San Ildefonso.
El yacimiento, catalogado como de la Edad del Hierro, no conserva restos de muralla. La inexistencia de este elemento defensivo pudo deberse a que lo escarpado de sus ladera lo hiciera innecesario. En castro se han encontrado también restos medievales y más modernos que pertenecerían a la antigua ermita de la Virgen del Viso. A principios de los años 80 se realizaron obras en el cerro para instalar un repetidor de televisión

(Wikipedia)

Yacimiento de El Castro - Fresno de la Carballeda

El yacimiento arqueológico de El Castro (Fresno de la Carballeda, Zamora), se encuentra situado a tan solo kilómetro y medio del núcleo poblacional. Fue dado a conocer por primera vez por Esparza Arroyo en 1990 ("Nuevos castros con piedras hincadas en el borde occidental de la Meseta"). Se encuentra situado en una pequeña elevación, junto al río Tera. Las vertientes oriental y occidental presenta una pronunciada pendiente, dificultando el acceso. Este castro se encuentra desprotegido por la zona septentrional, donde esta pequeña península conectaría con el terreno circundante, mediante un pequeño istmo.
En numerosos tramos cuenta con una poderosa muralla, construida por bloques y lajas de grawakas cámbricas, que en algunas zonas llega a alcanzar los tres metros de altura. Da la impresión de contar con un foso defensivo, aunque actualmente se encontraría bastante colmatado. Igualmente, cuenta con la protección de un campo de piedras hincadas, de una anchura que se situaría entre los 5 y 35 metros.
En las prospecciones realizadas por Esparza Arroyo, no se recogió ningún vestigio arqueológico en superficie, dada la gran concentración de vegetación en este castro.
Actualmente este castro se encuentra muy desfigurado de su imagen original a causa del Embalse de Valparaiso.

(Zamora Protohistórica)

lunes, 19 de noviembre de 2018

Castro de las Merchanas - Lumbrales

El Castro de Las Merchanas está situado a un poco más de 100 km. de Salamanca.
En el pueblo de Lumbrales se puede visitar la Sala del Conde, una casa señorial que ha sido transformada en Centro de Recepción de Visitantes y que alberga información sobre el Castro.
Desde allí se puede seguir en coche por la carretera que va a Bermellar hasta llegar a un aparcamiento donde está señalizado el inicio de la ruta hacia Las Merchanas. Después de un agradable paseo a pie se llega a un meandro del río Camaces, donde están los restos arquitectónicos.
El Castro ocupa 8,5 hectáreas. Se pueden ver parte de las murallas originales, las dos puertas de entrada, un muro de la época romana y un campo de piedras hincadas que servía de defensa.

(Ver Salamanca)

Cajita celtibérica de Caparra


La fundación de la ciudad de Caparra sigue la tradición romana de crear un asentamiento nuevo en un territorio ya conquistado, para agrupar a las poblaciones indígenas del entorno en un nuevo núcleo urbano que agrupase a las distintas poblaciones y sirviera de centro administrativo. No sabemos si el espacio donde se fundó la ciudad era territorio de lusitanos o vetones, ni los castros que los ocupaban; es posible que el nombre Kapara sí pudiera ser prerromano. Con el tiempo la ciudad cayó en el olvido, pero ya desde el siglo XVI viajeros y curiosos conocían el lugar como Ventas de Caparra. Aprovechando los restos de la termas de la ciudad se construyó la ermita de la Bella Flor, hoy desaparecida.
Las primeras excavaciones en Caparra tuvieron lugar en el otoño de 1929 y en la primavera de 1930. Se fijaron los límites de la ciudad, las murallas, los templos y se encontraron varias necrópolis. En una de ellas se encontraron cerámicas prerromanas como platos, quemaperfumes y recipientes de almacenamiento con estampillas propios de las pueblos prerromanos de la zona.
Entre las piezas encontradas destaca una cajita de cerámica sin decoración de forma cuadrada con cuatro patas y un asa lateral. Este tipo de cajitas aparece en yacimientos del área celtibérica de la meseta norte por lo que se denominan «cajitas celtibéricas». Algunas de ellas, sobre todo en territorio de los vacceos, están decoradas profusamente mediante círculos y líneas excisos. Su forma parece evocar la de un animal de cuatro patas, tal vez un bóvido, o la caja de un carro.
Su función no está clara y algunos autores consideran que son saleros, recipientes para líquidos, vasitos de ofrendas para perfumes, hierbas, resinas o drogas utilizados en rituales religiosos, como luminarias para quemar aceite y alumbrarse o como cajitas para las cenizas de los difuntos. Otros ejemplares han aparecido en casas, por lo que su uso aún no está claro. Tal vez fueran las ultimas cerámicas de los vetones o lusitanos que vivieron en las inmediaciones de la ciudad donde con el tiempo se impusieron las cerámicas romanas.

(Museo de Cáceres)

lunes, 5 de noviembre de 2018

Tumba megalítica de los Zumacales - Simancas

Historia:
La tumba megalítica colectiva de los Zumacales, del tipo llamado “redondil”, demuestra que, ya en el primer Neolítico, el hombre dejó de ser cazador y recolector para dedicarse a la agricultura. Levantaron este sepulcro apostando definitivamente por una arquitectura monumental destinada a usos funerarios. Tiene dos hechos diferenciadores: su escasez en la zona y haberse construido en un lugar donde no abundaba la piedra adecuada. Se descubrió hacia los años sesenta del siglo pasado cuando una máquina excavadora de la Concentración Parcelaria removió sus piedras para arrastrarlas a la ladera y quitarlas de la zona cultivable, sin saber que se trataba de un sepulcro megalítico. Ha sido objeto de campañas de excavación en los años 1982, 1989 y 1990, a través de las cuales se ha podido documentar tanto su secuencia de uso como sus características constructivas y los elementos materiales implicados en los rituales funerarios celebrados en él. En el interior de la tumba se encontró todo un calavernario de huesos inconexos –excepto tres inhumaciones en correcta conexión anatómica– acompañados de una suerte de ajuares funerarios consistentes en útiles de piedra tallada, hachas pulimentadas –las piedras de rayo–, punzones y espátulas de hueso, cuentas de collar y algún que otro fragmento cerámico. Allí se encontraron también los restos de 18 adultos y de 4 niños, dos de 15 años y otros dos de 10 y de 5.  

Descripción:
Las evidencias documentadas durante la excavación arqueológica dan cuenta de los restos de un sepulcro de piedra caliza de tamaño medio con cámara circular de 6,5 metros de diámetro a la que se accedía por un pasillo o corredor. La diferencia respecto al clásico dolmen de piedras hincadas verticalmente –como ocurre en la zona de La Lora burgalesa- es que las piedras que conforman la cámara mortuoria de Los Zumacales reposan tumbadas sobre sus lados mayores, lo que hace suponer que el resto del paramento hoy desaparecido se debía de componer de hiladas de piedra o de tapial pintadas en rojo. La cámara contenía en su interior un osario colectivo y una colección de ofrendas “megalíticas”.

(Lista roja del Patrimonio)

Pátera de Titulcia - Madrid

La Pátera de Titulcia, también denominada popularmente Medusa de Titulcia, es una pátera de plata y oro, del tipo phiále mesómphalos (o patera umbilicata en latín), que data de entre el siglo IV y el siglo III a. C., y que fue elaborada por los carpetanos, una comunidad que habitaba en la zona central de la península ibérica, principalmente en el curso alto del río Tajo y llegando a la cuenca alta del río Guadiana, en el territorio que comprende parte de las actuales provincias españolas de Guadalajara, Toledo, Madrid y Ciudad Real.
Actualmente se exhibe en la exposición permanente del Museo Arqueológico Regional de la Comunidad de Madrid en Alcalá de Henares.

Hallazgo
La pátera fue hallada en el verano del año 2009 por el equipo de arqueólogos de la empresa ARQUEX en el oppidum de Titulcia, situado en la parte alta del actual municipio, en la provincia y Comunidad de Madrid perteneciente a la Comarca de Las Vegas.

Simbología
Se trata de una pátera, plato de poco fondo que se usaba en ceremonias y ritos religiosos de la Antigüedad, como la libación, y que iconográficamente presenta algunos elementos helenísticos.

Características
Forma: pátera.
Material: plata y oro.
Contexto/Estilo: Edad del Hierro II, Ibérico-Helenístico.
Técnica: Repujado y grabado.
Iconografía: Cabeza de felino con un nimbo formado por dos serpientes.[3]​
Diámetro: 18 centímetros.

Conservación
La pieza fue restaurada por miembros del Museo Arqueológico Regional de la Comunidad de Madrid.

(Wikipedia) 

jueves, 25 de octubre de 2018

Castro de San Cibrao de Lás San Amaro


Castro de San Cibrao de Las San Amaro (Ourense)
Habitado desde el siglo II a. de C. hasta el II d. de C, es representativo de la etapa final de la cultura castreña, en la que los galaicos se fueron adaptando al proceso de romanización. El hallazgo de una inscripción dedicada a la divinidad indígena Bandua permitió conocer su nombre original, Lansbricae ("castro indígena de Lans"). Destaca por su extensión y conservación, y muestra dos recintos amurallados concéntricos: la acrópolis o recinto interior y el recinto exterior, donde se hallaban las viviendas, con una calle empedrada que cruza ambos de este a oeste.

(El País)

Candelabros de Lebrija

Los Candelabros de Lebrija , datan de finales del siglo VII a. C., y son un conjunto de seis candelabros de la época ibera, que fueron utilizados por el pueblo tartésico, nombre por el que los griegos conocían a la primera civilización de Occidente. Heredera de la cultura megalítica del suroeste ibérico, se desarrolló supuestamente en el triángulo formado por las actuales provincias de Huelva, Sevilla y Cádiz, en la costa suroeste de la península Ibérica, aunque con casi total seguridad se elaboró en algún taller etrusco y podía haber llegado a Tartessos en algún intercambio comercial.

Hallazgo
Las piezas fueron encontradas en el mes de abril de 1923 en la finca llamada "Higueras del Pintado", en la localidad de Lebrija, municipio español de la provincia de Sevilla, Andalucía.

Simbología
Los candelabros podrían haber sido utilizados en ceremonias religiosas y como objetos votivos por los pobladores de Tartessos.

Características técnicas
Período: Edad de hierro I, periodo Orientalizante tartésico.
Estilo: Fenicio, (cuestión debatida por los expertos).
Forma: tubular, con dos discos superpuestos.
Material: oro.
Altura: 70,3 centímetros
Diámetro máximo: 9,6 centímetros.
Diámetro mínimo: 3 centímetros.
Diámetro base: 11,3 centímetros
Peso: 1309 gramos.

Ubicación actual
Los candelabros están expuestos actualmente en el Museo Arqueológico Nacional de España, en Madrid que los adquirió en el año 1926.

(Wikipedia)

Abrigo de Chimiachas - Sierra de Guara

El ’’abrigo de Chimiachas’’ está emplazado en una oquedad alargada de 18 m de longitud, de 6 m de profundidad y de una abertura de 9 m. Contiene una única representación de un ciervo, dibujado en solitario en posición estática y en excelente estado de conservación. La silueta está pintada en rojo, con líneas gruesas, y la figura se rellena con diferentes tonalidades de rojo. 
Se estima que la pintura rupestre fuera realizada entre el 6.000 y el 4.000 AEC. Se caracteriza por su realismo como corresponde al estilo Levantino siendo la manifestación propia de las sociedades cazadoras-recolectoras del Mesolítico dentro del arco mediterráneo de la Península Ibérica.

(Wikipedia)

viernes, 21 de septiembre de 2018

Cidá de Carzoá - Orense

Se encuentra a casi mil metros de altitud, este castro construido en terrazas sobre un otero rematado por una pared de rocas muy empinadas.  Tiene un perfil muy frecuente en los castros de las proximidades. En la parte no defendida naturalmente conserva hasta tres recintos de fosos y murallas.
En las laderas es frecuente encontrar fragmentos de cerámica.

(Patrimonio Galego)

Cova del Demo - Froseira

En el municipio de Boal, parroquia de Doiras, lugar de Froseira, el río Ourubio riega la falda del monte Llanteiro, donde a 450 metros de altitud se encuentra la Cova del Demo, utilizada durante mucho tiempo como abrigo para el ganado y refugio durante la guerra civil. Esta zona siempre estuvo envuelta en un halo de misterio, de presencias malignas muy propicias para la celebración de aquelarres, etc. Son frecuentes los topónimos que hacen referencia al diablo como Cedemonio, etc.
Pedro Pablo Pérez Rodríguez y Miguel Ángel de Blas Cortina con Elías Carrocera, ambos profesores de la Universidad de Oviedo, realizaron los primeros estudios de esta cueva cuarcítica de unos 15 metros de profundidad y 8 de altura en la que aparecen pinturas de zoomorfos y antropomorfos de carácter esquemático, que por su tipología se podrían relacionar con la corriente esquemática naturalista que surge en el levante español. Las pinturas datan de la segunda mitad de la Edad de Bronce entre los 1500 y 1100 años a.C.
Ha sido declarada Bien de Interés Cultural del Patrimonio Histórico del Principado de Asturias (máxima protección), según la Ley 16/85 de 25 de junio del Patrimonio Histórico Español.
A la cueva se accede a pie desde Froseira, a través de una empinada cuesta de unos 2000 metros, correctamente señalizada. Está cerrada al público con una verja y para visitar su interior se requiere un permiso especial de la Consejería de Cultura del Principado de Asturias.
La Cova del Demo es el único yacimiento arqueológico en cueva del occidente de Asturias, lo que conlleva más dificultades para su estudio comparativo al no disponer de referencias próximas. La mayoría de las pinturas están en la pared izquierda y aparecen en grupos aislados, divididos en bloques, aprovechando las superficies lisas de la roca. Son de color rojo, en varias tonalidades, seguramente debido al paso del tiempo y al deterioro por la abundancia de agua que corre por las paredes continuamente, sin olvidar la calidad originaria de las pinturas. La técnica utilizada es la tinta plana, es decir, pintar directamente sobre la piedra.
La pared derecha es más abrupta y menos propicia para la pintura, de ahí que las existentes sean escasas y aprovechen los pocos planos lisos que hay.

(Asturias Paraíso Natural)