miércoles, 30 de septiembre de 2020

Loma de Galera - Alhama de Almería


La zona arqueológica de Galera se encuentra ubicada en una loma que sirvió, desde muy antiguo, para el establecimiento de comunidades humanas, localizándose en ella una importante necrópolis megalítica con claras relaciones con el yacimiento de Los Millares, y otras necrópolis y asentamientos de la Edad de Cobre.

En su extensión aparece una estructura circular de gran desarrollo y un amurallamiento, cortados ambos por los cultivos a los que ha sido sometido el yacimiento. La necrópolis megalítica está compuesta por unas treinta y ocho tumbas de corredor con importantes y significativas diferencias tipológicas, datada aproximadamente en el III milenio A.C.

Aunque algunos de los enterramientos desaparecieron en siglos pasados, aún existe un importante número sin excavar, lo que, junto a otros interesantes restos, aumenta la importancia del yacimiento.

Las interesantes posibilidades de estudio que ofrece el yacimiento y sus relaciones con otras comunidades humanas de la zona, aumentan la importancia que esta zona arqueológica tiene para la investigación arqueológica sobre la Edad del Cobre en el Sureste peninsular.

Almeríapedia

El Abric Romaní - Capellades


El Abric Romaní, abrigo que se abre dentro del barranco travertínico del Capelló, es un yacimiento arqueológico del paleolítico que desde el año 1983 está en proceso de excavación bajo la dirección del Dr. Eudald Carbonell. Los trabajos de excavación del yacimiento que se están llevando a cabo, pioneros dentro del campo de la ciencia arqueológica, han permitido situar al Abric Romaní como el registro más importante y clave para conocer cómo vivían nuestros antepasados prehistóricos neandertales entre 75.000 y 40.000 años antes del presente.

Todo el conjunto de datos y objetos recuperados en la excavación forman parte del conocimiento científico europeo del que se dispone sobre estos grupos de homínidos que comparten líneas evolutivas comunes con el hombre actual. Así, gracias a los descubrimientos que se están efectuando en el yacimiento, es posible reconstruir paleo-etnográficamente el modo en que vivían estas comunidades cazadoras-recolectoras y documentar aspectos hasta ahora totalmente desconocidos que permiten caracterizar muy profundamente la especie neandertal, así como las diversas interacciones de ésta con el medio natural en el que vivían.

Por primera vez se ha podido determinar con precisión en los grupos neandertales las estrategias de ocupación, la estructuración de los hábitats, las estrategias de subsistencia, la tecnología del fuego y de los instrumentos... Y todo fruto de la búsqueda científicamente primordial que se está llevando a cabo en el yacimiento, y que ha hecho, además, que se hayan recuperado vestigios realmente importantes por su excepcionalidad.

Entre éstos destacan decenas de objetos de madera, la colección más grande del mundo con estas cronologías tan antiguas, cerca de doscientos hogares que han permitido determinar la importancia y el dominio de este elemento y un conjunto realmente espectacular de utensilios realizados en piedra y hueso que manifiestan unos sistemas de producción técnica realmente avanzados dentro de la tecnología de los grupos humanos del pleistoceno superior.

Capellades

martes, 29 de septiembre de 2020

poblado íbero de la Torre dels Encantats


El poblado íbero de la Torre dels Encantats es un yacimiento arqueológico íbero situado entre los municipios de Arenys de Mar (provincia de Barcelona). El término al que pertenece y por proximidad el de Caldetas, enclavado en lan la colina de Puig Castellar, fue habitado por la tribu íbera de los layetanos.

Su descubrimiento tuvo lugar en 1881 por el historiador Joaquim Salarich i Verdaguer, quien en un principio creyó que se trataba de los restos de una ciudad romana, encontrando en sus excavaciones cinco silos alrededor de la «Torre dels Encantats», una fortaleza datada del siglo XIII.

Fue a partir de 1930 cuando en las siguientes excavaciones realizadas bajo la dirección de Josep Maria Pons i Guri, se decantaron por la existencia de un poblado íbero. Durante la Guerra Civil Española de 1936, parte de las piedras que formaban el poblado fueron utilizadas para la construcción de baterías costeras.

En diferentes campañas arqueológicas a partir de 1950, efectuadas en diversos sectores de la zona, se encontraron: silos (uno de ellos de tres metros de diámetro), habitaciones, una fundición de hierro,así como una gran cantidad de materiales, que han permitido datar el poblado del siglo V a. C. a mediados del siglo I a. C. Las piezas de cerámica se componen de vasijas hechas a mano y en torno de la tipología de la cultura de los Campos de Urnas. También se han encontrado más de una cuarentena de pondus o pesos de cerámica de forma cuadrangular para su uso en telares verticales y conseguir la tensión de los hilos del tejido, así como diversas fusayolas también de barro.

Poblado ibérico de Montbarbat


Poblado ibérico de grandes dimensiones (unos seis mil metros cuadrados) situado en una elevación de la cordillera Litoral, a 332 metros de altura y con un magnífico control visual sobre la llanura de la Selva, el curso bajo del Tordera y el mar. 

En proceso de excavación desde el año 1978, se aprecian dos sectores principales: uno en la parte más alta, con un lienzo de muralla, una torre y nueve viviendas adosadas a la cara interna de la muralla; y otro en una zona algo más baja, donde se ha documentado un conjunto de edificaciones y silos pertenecientes a un sector de almacenamiento y actividades comunales. Se ha datado entre los siglos vi y iii a. C., y es de libre acceso.

La Selva Turisme

Las Eretas - Berbinzana


Un poblado fundado en el siglo VIl antes de Cristo espera su visita para mostrarle cómo se vivía en la Edad del Hierro. Se trata del yacimiento arqueológico "Las Eretas", ubicado en Berbinzana, un pueblo emplazado a orillas del río Arga, en la Zona Media de Navarra, a pocos kilómetros de Tafalla, Olite, Estella, Puente la Reina y Artajona. El yacimiento muestra los restos de un poblado fortificado de los siglos VI y IV a. C., donde también se ha recreado un tramo de la muralla, un torreón y una vivienda de la época que podrá ver, recorrer y conocer con la ayuda de distintos recursos comunicativos en un moderno museo monográfico en el que se conservan y exhiben los ajuares y restos materiales recuperados durante su excavación arqueológica.

Este yacimiento, incoado Bien de Interés Cultural, permanece abierto en fines de semana y festivos a lo largo de todo el año. Es uno de los antecedentes más antiguos encontrados en el Alto Ebro de una fortificación cuya morfología estuvo vigente sin grandes cambios hasta bien entrada la Baja Edad Media. 

Acérquese a Berbinzana y conozca cómo vivían los hombres y mujeres de hace 2.500 años junto al río Arga.


domingo, 27 de septiembre de 2020

Poblado de la Mola - Agrés

El poblado de la Edad del Bronce de La Mola está situado en lo alto de un espolón que se descuelga desde la sierra de Mariola hacia el Norte y que se levanta a sesenta metros de altura sobre la Hoya de Agres.


En la plaza de la iglesia hay un cartel indicador que nos dirige hacia el yacimiento. Llegamos en seguida a la Font de l´Assut, muy conocida por los paisanos. Seguimos por la pista asfaltada que desde la fuente se dirige hacia el Este. Al cabo de algo mas de kilómetro y medio, antes de que la pista asfaltada empiece la bajada hacia el valle, hay que desviarse a la derecha por una pista de tierra que en pocos metros nos lleva al espolón donde está el poblado. Ya a pie, siguiendo un camino que pasa junto a un cartel que nos indica que hemos llegado al yacimiento llegamos a la parte alta donde se encuentran los restos conservados.

Arqueologías Alicante 

El Ceremeño - Herrería

El Ceremeño es uno de los yacimientos arqueológicos más representativos de la Edad del Hierro en la Meseta oriental y exponente de la cultura celtibérica en esta parte del territorio castellano manchego. Está situado en el término municipal de Herrería, al noreste de la provincia de Guadalajara. 


Este pequeño poblado, posee una superficie que apenas alcanza los 2.000 mts2, estando estratégicamente dispuesto en un pequeño cerro adelantado sobre la vega del arroyo Saúco, que vierte sus aguas al río Gallo. Su altitud, sobre el nivel del mar es de 1.067m (por debajo de la altitud media del entorno), y de unos 20 mts. desde su base. Próximo a él, sobre la terraza izquierda del rio, distante a unos 500 mts, pero manteniendo con él perfecta relación de visibilidad se encuentra la necrópolis de Herrería.

Este castro muestra la existencia de dos fases de ocupaciones sucesivas y superpuestas. La primera está fechada a mediados del S. VI a. C., correspondiendo al periodo Celtibérico Antiguo caracterizada por ser un asentamiento en altura, con buena planificación del espacio habitado, modelo de “calle central”, construcciones domésticas y estructuras defensivas de piedra, todo lo cual le confiere al poblado un carácter sólido y permanente.

Tras el abandono del castro sufrido a causa de un incendio, se volvió a ocupar poco tiempo después en pleno S. V a. C. (periodo celtibérico pleno) y aunque es una continuación de la etapa anterior, se observan algunas variaciones en la distribución urbana como son que las viviendas cambian ligeramente de orientación, reducen y estandarizan su tamaño y el sistema defensivo también introduce novedades como es la construcción de una torre en los ángulos noroeste  y suroeste y un codo o inflexión en la muralla. 

Desde el punto de vista económico se trata de una sociedad agraria dedicada a la plantación de cebada, trigo común, escanda, mijo, bellotas…...etc. Alternaban los cereales de ciclo largo y corto, recogían frutos silvestres, y también se dedicaban al pastoreo con un mayor porcentaje de ovicapridos, seguidos de los bóvidos y el cerdo y en cuanto a animales cazados destacan el ciervo y el jabalí.

En cuanto a la demografía se estima que el número de habitantes del poblado estaba en torno a las 50 personas.

Cultura Castilla La Mancha

Cornia Nou Menorca

Cornia Nou es un yacimiento arqueológico de Menorca, que conserva diversos restos correspondientes a un poblado talayótico. Estuvo ocupado sobre todo durante la edad del bronce y la edad del hierro, pero también en época medieval. El yacimiento recibe su nombre de la finca agrícola en la que se ubica.


Situación y extensión

El conjunto arqueológico de Cornia Nou está situado al norte del km 2,5 de la carretera de Mahón - San Clemente, entre el actual polígono industrial y la carretera del aeropuerto.

Se levanta sobre un roquedal de caliza miocénica, que ha sido objeto de explotación para la elaboración de sillares para la construcción, a lo largo de los últimos siglos.

El yacimiento se extiende entre dos parcelas, donde se distinguen los restos de una serie de construcciones diferentes.

Descripción

El elemento más significativo de este yacimiento es un gran talayot troncocónico, de más de 10 metros de altura, construido con grandes piedras de forma más o menos aplanada, con técnica ciclópea. Se observa, en la parte superior del lado sur, una gran escalera monumental. En este edificio se adosan, por los lados sur y oeste, dos construcciones de fachada ligeramente cóncava, que recuerdan, por la forma externa de su planta, a los recintos de taula.

Uno de estos edificios ha sido excavado entre los años 2008 y 2011, por parte de un equipo de arqueólogos vinculados al Museo de Menorca. En el interior se han encontrado un gran número de herramientas relacionadas con el procesamiento de alimentos (molinos manuales, percutores) y otros productos (punzones, espátulas). También se pudo recuperar una gran cantidad de restos óseos de animales domésticos (cabra, oveja, cerdo y vaca) y cereales carbonizados. Las dataciones radiocarbónicas han permitido establecer diversas fases de ocupación en el interior de este edificio, la más antigua de las que se situaría alrededor del año 1000 antes de nuestra era, durante la fase final de la edad del bronce. El edificio habría sido abandonado hacia el año 600 antes de nuestra era, aunque algunas zonas del exterior fueron reaprovechadas hasta época romana. La acumulación de herramientas correspondería sobre todo a la etapa comprendida entre los años 800 y 600 antes de nuestra era. Los investigadores consideran que este edificio podría constituir un lugar donde se centralizaran las tareas de transformación y almacenamiento de las materias primas. La comunidad que lo utilizó, por tanto, mostraría cierta complejidad social y, quizás, una incipiente estratificación.

Un poco más hacia el este se levanta otro talayot, más pequeño, atravesado de parte a parte por un corredor y que, al parecer, se adosa a una muralla preexistente. Esta muralla delimita un recinto fortificado situado en lo alto de una pequeña colina, que podría constituir el núcleo original del poblado. Al lado de este talayot hay dos grandes cisternas intercomunicadas, excavadas en la roca, que parecen ser también de época talayótica . Esta parte del poblado fue objeto de excavaciones durante los años 2007 y 2008, lo que permitió documentar una reocupación de los espacios durante los siglos IV-III a. C.

Aparte de estos dos talayots, el yacimiento cuenta también con dos cuevas funerarias artificiales, que corresponderían quizás el primer momento de ocupación del lugar.

Es uno de los 32 yacimientos prehistóricos menorquines que se presentan a la candidatura de la Menorca Talayótica como patrimonio de la humanidad ante la UNESCO. 

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miércoles, 23 de septiembre de 2020

Estación Agut - Capellades

Estación Agut es un yacimiento arqueológico situado en Capellades, comarca del Anoia en la provincia de Barcelona. Popularmente se conocía como la Bauma del Fossar Vell.

Tanto este yacimiento como el del Abric Romaní fueron descubiertos y estudiados por Amador Romaní i Guerra, quien en 1896 descubrió su interés científico. Desde 1909 fue excavada por Amador Romaní con la colaboración del Instituto de Estudios Catalanes. Desde entonces, y hasta la actualidad, este yacimiento ha sido objeto de numerosas exploraciones y estudios.

Geológicamente, como el Abric Romaní, es una formación travertínica.

En el año 1910 se encontraron cuatro piezas dentarias atribuidas al hombre del Neandertal. Posteriormente, en la década de 1960, E. Ripoll y H. De Lumley hicieron un sondeo de cuatro metros de profundidad que permitió identificar varios niveles del período Musteriense. El yacimiento se considera más bien pobre, pero proporciona información complementaria de mucho interés.

La fauna que se ha encontrado pertenece a ocho familias de moluscos terrestres y entre los mamíferos se encuentran fósiles de caballo, Equus caballus, ciervo Cervus elaphus y sobre todo de conejo de bosque, Oryctolagus cuniculus, este último parece ser el alimento principal. Entre los vegetales, que seguramente se consumían por recolección, figuran la Beta sp y varias leguminosas entre ellas la Vicia sp. y la Lathyrus sp.

La industria de utensilios hechos con piedras no está hecha con la método Levallois. Algunos de los utensilios de materiales como el cuarzo y la calcedonia eran importados y ya estaban trabajados en origen. Otros eran hechos de materiales locales como las estalagmitas y el travertino. Debido a que las piezas conservadas están poco gastadas por el uso se estima que la Estación Agut era un lugar de paso y no un campamento permanente.

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Closos de can Gaià - Felanitx


Closos de can Gaià es un antiguo poblado de navetas, muy cercano a la costa del levante mallorquín, concretamente lo encontramos en la localidad de Portocolom, Felanitx. Para llegar a este yacimiento en Mallorca desde el mencionado municipio, tenemos que coger la carretera PM-401/412 y desviarnos a la altura de la calle del Vapor de Santueri. A menos de 200 metros de la entrada al pueblo portuario, veremos una zona de acebuches. Es aquí donde encontraremos este poblado de la Edad del Bronce, conocido en las Baleares como periodo Naviforme.

El poblado fue ocupado desde el 1800 antes de la nuestra era (a.n.e.) hasta el 750 a.n.e., al poco de la aparición de las comunidades talayóticas, alrededor del siglo IX. Los poblados de navetas se caracterizan por estar formatos por casas en forma de barco invertido (naves). De estas casas hay que destacar su monumentalidad, puesto que son grandes edificios con paredes de grandes bloques de piedras, algunas de varias toneladas de peso, cubiertas por un entramado de ramas de acebuches recubiertas de barro, para impermeabilizarlas. Miden unos 15-20 m de largo, 5-6 m de ancho y 3 m de altura construidos. Cada edificio acogía una familia extensa, que podría llegar a los diez miembros.

Las casas de este yacimiento arquelógico en Felanitx constan de dos espacios: uno privado, de uso familiar, y uno de uso común. Este último, situado en la entrada del edificio, era donde se reunirían los diferentes miembros de la casa con otras personas de la comunidad. Aquí se podrían haber debatido aspectos cotidianos, o negociado, valorado y planificado acciones comunes, como la edificación de una nueva vivienda. Este hecho implicaba a toda la comunidad y era una acción colectiva, que no sólo daba cabida a la formación de un grupo familiar nuevo, sino al refuerzo de los lazos establecidos entre los diferentes miembros del poblado mediante el trabajo y el apoyo mutuo.

Las comunidades naviformes se dedicaban, principalmente, a la ganadería y la agricultura, complementadas por la explotación de los recursos marinos, especialmente en un lugar tan cercano a la costa como Closos. Además, también dominaban la metalurgia del bronce, que empleaban para la elaboración de productos de ornamentación, como brazaletes, o para la fabricación de herramientas más o menos cotidianas o rituales que acompañaban los muertos.

Estos eran enterrados en tumbas colectivas, los llamados hipogeos o en cuevas funerarias, cercanas a los poblados o en acantilados, al borde la mar. A menudo, con los muertos, encontramos objetos llegados de fuera, hecho que evidencia que estas comunidades tenían contactos con navegantes en sus travesías por el Mediterráneo.

En Closos, se conservan perfectamente visibles cinco navetas además de otras estructuras muy interesantes. La visita es muy fácil y agradable, puesto que el yacimiento arqueològico está perfectamente restaurado y museizado.

Si te decides a visitar este yacimiento también podrás disfrutar de las jornadas de recreación histórica que se realizan cada año a lo largo del mes de agosto. Si asistes a estas jornadas se te invitará a viajar en el tiempo, con la ayuda de tu imaginación y de los conocimientos y pedagogía de los arqueólogos.

ArqueoMallorca

Yacimiento arqueológico del Cerro del Mojón

El interés del yacimiento arqueológico del Cerro del Mojón se centra en su naturaleza de fortín de la Edad del Cobre relacionado, cronológica y espacialmente, con otros de similares características como el del Cerrillo de Chercos.


Descripción

El yacimiento arqueológico de "El Cerro del Mojón" se localiza sobre la cota más alta del cerro del mismo nombre donde confluyen los límites de los términos municipales de Macael, Tahal y Chercos.

El asentamiento se limita a la cumbre de dicho cerro, que tiene unos 1.116 m. de altitud y domina visualmente amplias superficies de la Sierra de Filabres y del Valle del Almanzora inmediato.

El yacimiento ha sido interpretado como fortín de la Edad del Cobre, por su similitud con los así identificados en el yacimiento de los Millares, y se caracteriza por su ubicación en un punto estratégico con amplio dominio del paisaje, sus pequeñas dimensiones y la presencia de estructuras de defensa complejas.

Almeríapedia

lunes, 21 de septiembre de 2020

Arte rupestre de los valles de Otíñar, en Jaén

Se denomina arte rupestre de los valles de Otíñar, en Jaén, al conjunto de estaciones con representaciones de arte parietal prehistórico (pinturas y petroglifos) localizadas en los valles que alimentan al río Quiebrajano a su paso por el señorío de Otíñar.


Los valles del señorío decimonónico de Otíñar se sitúan en la Sierra de Jaén, en los arranques septentrionales de la Sierra Sur y articulados en torno al río Quiebrajano. Los sitios arqueológicos prehistóricos, conocidos en este territorio desde la década de 1970, parten desde el neolítico, momento en el que el paisaje empieza a ser conquistado simbólicamente a través de las marcas culturales de sus pobladores. No obstante, las manifestaciones artísticas conocidas en la actualidad podrían adscribirse –según los investigadores– a la Edad del Cobre, vinculándose al poblado fortificado de esta etapa prehistórica asentado en la ladera del cerro Veleta, y del que en la actualidad es reconocible la muralla y uno de los dólmenes de su necrópolis, construcciones ambas ubicadas en el denominado Collado de los Bastianes.

La totalidad de estaciones, se encuentren o no inventariadas e incluso descubiertas, están declaradas Bien de Interés Cultural en virtud del punto 2º del artículo 40 de la Ley 16/1985, de 25 de junio, de Patrimonio Histórico Español (BOE núm. 155, de 29 de junio): «Quedan declarados Bien de Interés Cultural por ministerio de esta Ley las cuevas, abrigos y lugares que contengan manifestaciones de arte rupestre».

Su anotación en el Registro de Bienes Inmuebles del Ministerio de Cultura, se realiza con la categoría de Monumento. Es de aplicación, por tanto, el régimen de protección otorgado a los inmuebles declarados Bien de Interés Cultural, categoría Monumento.


Soporte geográfico

El Señorío de Otíñar se ubica en el término municipal de Jaén. Sus límites legales fueron establecidos en 1827, un año después de que se concediera la villa a favor del primer barón, Jacinto Cañada Rojo. El único acceso a la zona se realiza a través de la carretera comarcal 2222, Jaén - El Parrizoso, situándose la aldea en el kilómetro 13.

Físicamente, el territorio forma parte de las estribaciones septentrionales de la Sierra Sur. Su red fluvial, el curso alto del río Guadalbullón, está formada de oeste a este por río Frío, río Quiebrajano y río Campillo, siendo este último valle, más abierto, el que ofrece continuidad hacia Sierra Mágina. Morfológicamente, la cuenca posee como eje el Quiebrajano, caracterizándose por un relieve margocalizo definido por la presencia de valles de montaña de geología antigua. La predominancia de abruptos relieves labrados por el agua, favorece la formación de numerosos abrigos y cuevas, elementos donde se sitúan la mayoría de las representaciones de arte rupestre que están inventariadas.

El total de seis conjuntos rupestres conocidos en el territorio de la aldea de Otíñar están incluidos en buena medida dentro de los límites del señorío decimonónico, el cual a su vez responde a una evidente diferenciación geográfica. Este paisaje arqueológico queda delimitado, siguiendo los topónimos publicados por Narciso Zafra (Zafra, 2004), al norte y este por los farallones del Cerro del Frontón y de la Cinta del Fraile y la Bríncola respectivamente. Al oeste es una cadena de elevaciones (Salto de la Yegua, Peñón del Beltrán, Cerro y Puntalón de la Matilla) las que definen una cuenca visual que coincide con un cambio de vegetación de alta montaña en el ascenso hacia La Pandera. Al sur, las vegas del río Quiebrajano se encajonan en su curso superior mediante otras alturas que igualmente permiten cerrar un paisaje aislado (Cerro de Peñablanca, Poyo del Gallego o Peñón del Sombrero).

Fuera de estos límites, la cuenca alta del río Guadalbullón estructura otros conjuntos rupestres en los que, al norte, destaca el de Noalejo y, al sur, los de río Frío, Peñas de Castro y la Mella. El río Campillo divide otra tipología de ocupación del territorio, la catalogada en Sierra Mágina, con una localización más caracterizada por criterios de amplio control visual (Abrigos de la Serrezuela de Pegalajar; Soria et alii, 2002) que de dominio de inmediatas rutas de acceso y tránsito a los recursos, como ocurre en los valles occidentales del Guadalbullón. Esta discriminación responde a las propias diferencias geomorfológicas de ambas cuencas: la primera de relieves abruptos y encajados, frente a los más suaves y amplios de la segunda, lo que caracteriza a dos vías de paso norte-sur distintas que causan modelos de ocupación igualmente dispares.

Lugares que ver

Yacimiento arqueológico de El Zaricejo - Villena


En la partida de El Zaricejo se emplazan varios sitios arqueológicos de interés, como la propia sierra de Castellar, así llamada por las ruinas de unos muros de piedra que se conservan en la meseta superior y que ya se consideraban muy antiguos en 1575. 
Al sur se encuentra el poblado de Terlinques, que ha proporcionado materiales de la Edad del Bronce fechados hacia 1850 a. C. y hacia el oeste un yacimiento ibérico del siglo IV a. C., extendido desde el fondo del valle hasta las laderas occidentales de dicho cabezo. Este yacimiento ha suministrado el ejemplar de escultura ibérica en piedra conocido por la leona del Zaricejo. 
Inmediato a Terlinques, por su vertiente sur-oriental, existe otro yacimiento de época romana.

Wikipedia

viernes, 18 de septiembre de 2020

Poblado ibérico de Cá n’Olivé - Barcelona


El Museo y Poblado Ibérico de Ca n'Oliver es un conjunto patrimonial singular en el ámbito de la investigación, la formación y la difusión de la cultura ibérica en Cataluña. Situado en la cima de una de las colinas de la sierra de Collserola que mira a la comarca del Vallés, Ca n'Oliver es la sede principal del Museo de Historia de Cerdanyola y el espacio desde donde se desarrollan proyectos y programas de investigación, protección y difusión del patrimonio cultural de Cerdanyola con el objetivo de hacerlo accesible a todo el mundo.

Ca n'Oliver forma parte de la Red de Museos Locales de la Diputación de Barcelona y de la Ruta de los Iberos y, desde 2012, es uno de los museos de cabecera de la Red de Museos y Yacimientos Arqueológicos de Cataluña.

Los trabajos de investigación continuados, la exposición permanente del Museo, los más de 2 000 m2 de restos arqueológicos museizados, los tres edificios ibéricos reconstruidos y un amplio abanico de actividades dirigidas a todo tipo de público permiten al visitante descubrir la cultura ibérica y acercarse a la arqueología como ciencia que nos permite reconstruir el pasado. Las exposiciones temporales y otras propuestas vinculadas a la historia y el patrimonio local reflejan la riqueza cultural de Cerdanyola.

Estación de Arte Rupestre de Domingo García


Es uno de los conjuntos de Arte Rupestre al aire libre más importantes de España, junto a los de Siega Verde en la provincia de Salamanca. En Domingo García se han localizado rocas exteriores con grabados de estilo paleolítico, del periodo Magdaleniense, 14.000 a.C.

Las representaciones son exclusivamente faunísticas y entre ellas cabe destacar la presencia de caballos, bóvidos y cabras. Ya en la Edad Media, los pastores vuelven a grabar sobre la roca motivos bien diferentes: figura humana a caballo, con lanzas y arcos asociados a perros, y animales salvajes como ciervos, por lo que se supone que son escenas de cacería.

El yacimiento se encuentra señalizado para su visita pública, con atriles explicativos. En la localidad de Domingo García se ha instalado un pequeño Centro de Interpretación en el que se ofrece de manera gráfica una información general acerca de la ocupación humana de este territorio.

Visitamos además el Cerro de San Isidro, quedan restos de una ermita románica con tumbas antropomorfas talladas en la roca.

Hemos geolocalizado la zona de aparcamiento para coches, desde aquí hasta la zona principal del yacimiento es un breve paseo. Gratuito y acceso libre. Visitado el 4 de julio de 2018.

Cultura y Turismo 

Cueva de la Pila - Cuchía

 


Localización

La Cueva de la Pila se encuentra en la localidad de Cuchía del municipio de Miengo.

Historia

La Cueva de la Pila es una cavidad que cuenta con restos que abarcan desde el Paleolítico,  Epipaleolítico y hasta la Edad Media.

Esta cavidad cuenta con grabados y pinturas rupestres que no fueron totalmente estudiadas.

Se dice que a unos veinte metros desde la entrada se podían apreciar un panel de grabados profundos que formaban líneas paralelas hechas aparentemente con un objeto de punta ancha.

Entre los objetos encontrados tenemos un hueso decorado, industria lítica y restos de animales.

Actualmente la cueva está destruida por las voladuras de una cantera que había hacia el año 1988.

Viajar por Cantabria 

miércoles, 16 de septiembre de 2020

La Cerradilla - Sartaguda

Yacimiento arqueológico situado en término de Sartaguda; en el lugar se realizaron excavaciones (1961) en las que se recogieron agujas de huesos, objetos de bronce y plomo y diversos restos cerámicos, todos ellos de época romana.

Enciclopedia navarra

Cueva Fosca - Vall de Ebo


Cueva Fosca es una cueva con restos de presencia humana en época prehistórica situada en el municipio de Vall de Ebo, provincia de Alicante de la Comunidad Valenciana, España.
Contiene varios grabados y también un yacimiento que ha permitido datar las pinturas de arte levantino en una fecha cercana a 10000 a. C.

RouteYou

Los Castellares - Hoces del río Mira


Los Castellares es un yacimiento prerromano situado en un cerro superior, muy próximo a las Hoces del río Mira y a la Hoya Hermoso. Su utilización pudo ser durante el periodo del ibérico pleno, es decir, entre el siglo IV hasta el ll-l A.D.C
Los factores que condicionan la función y el establecimiento de un asentamiento ibérico son
diversos: posibles vías de comunicación, la topología, la visibilidad, la proximidad a los cursos de agua, los recursos del suelo etc. En el caso de los Castellares todo parece indicar que tendría una función tanto de explotación del medio, como también de carácter estratégico. Su economía pudo basarse en la combinación de la explotación agrícola y pastoreo, u otras actividades como la minería o la recogida de madera. Su carácter estratégico le vendría por estar situado en un punto de amplio control visual y de posibles vías de comunicación naturales.
En la actualidad los restos constructivos son muy escasos, el elemento más destacado es la utilización de una gran roca del lugar como elemento de construcción.
Desde lo alto de Los Castellares las vistas panorámicas son de una inmensidad espectacular: Hoces del río Mira, Hoya Hermoso, montes y pinos, el infinito, el sosiego, la paz.

La historia de Mira

martes, 15 de septiembre de 2020

Cueva de Daina - Romanyà


Lugar de interés cultural o histórico situado en el término de Romanyà, en pleno Massís de les Gavarres, este dolmen neolítico es una de las construcciones de esta tipología más completas y bien conservadas de toda Cataluña.
En el término de Romanyà, en el Massís de les Gavarres, está el sepulcro más completo y bien conservado de Cataluña. Data de los años 2700-2000 a. C. y presenta una estructura de galería cubierta formando una U, elaborada con bloques de granito. En origen incorporaba un túmulo con una forma entre circular y ovalada, del que todavía se conservan restos bastante visibles.
Este túmulo incluye también un crómlech (estructura circular formada por bloques superpuestos, de los cuales el más conocido es el de Stonehenge, en Inglaterra), y en conjunto abarca unos 7,50 metros de largo por 1,70 metros de ancho.
En el siglo XIX se produjeron los primeros hallazgos del conjunto sepulcral, a manos de Pere Cama i Casas, que también se encargó de la restauración. Entre los restos destacan esqueletos y dientes (de adultos y niños), utensilios de sílex, fragmentos de cerámica y ornamentos (collares y pequeñas piezas de pizarra y de oro).
El Ajuntament de Santa Cristina d'Aro ofrece visitas guiadas al monumento y talleres de prehistoria. Para realizar una reserva es necesario llamar a la Oficina de Turisme.

Cataluña.com

Conjunto prehistórico de Capocorb Vell - Lluchmajor

El conjunto prehistórico de Capocorb Vell representa un mito dentro de la investigación prehistórica gracias a su conservación y por haber sido uno de los primeros excavados y estudiados de la isla así como uno de los más extensos.
Se halla sobre un terreno eminentemente llano sobre unos 100 m. del nivel del mar.
Los pueblos Talayóticos procedían del mediterráneo oriental que se instalaron en la isla alrededor del siglo XIV antes de Cristo.
El Talayot es una gran construcción hecha de grandes bloques sin labrar y colocados sin ningún tipo de argamasa siguiendo una forma troncocónica o tronco piramidal con una columna en el centro que aguantaba el techo. Podían llegar a tener dos y hasta tres plantas.
Alrededor del Talayot se localizaban hábitats de menos envergadura, situados en lugares estratégicos.
El Talayot tenía un sentido claramente defensivo, dominando un territorio que permitía el desarrollo de las tareas agrícolas y ganaderas.
El conjunto de Capocorb Vell está formado por un núcleo de tres talayots circulares y dos cuadrados, además de varias construcciones que los rodean y una serie de talayots y otros tipos de edificaciones en su periferia.
El pueblo Talayótico era ágrafo y solo la arqueología puede aportar datos sobre su vida.
Este complejo fue estudiado por los arqueólogos L. Ch.Watelin, francés y Albert Mayr, alemán, si bien las primeras excavaciones científicas se realizaron en la década de 1910-20 por Josep Colominas Roca bajo el mecenazgo del insigne prehistoriador hispano Luis Pericot.
Capocorb Vell es único en el mediterráneo occidental y por Decreto del Gobierno de fecha 3 de Junio de 1931 fue declarado Monumento Histórico Artístico.
En febrero de 2018 La Associació per a la Revitalització dels Centres Antics (ARCA) premió a Capocorb Vell por el mantenimiento del poblado talayótico.
Abierto de lunes a domingo de 10.00 a 17.00 h (jueves no festivos cerrado)

sábado, 12 de septiembre de 2020

Murallas de Montgros - Brull


Las murallas de Montgrós, o murallas de El Brull, son unas construcciones defensivas de los íberos ausetanos que cierran el estrecho del Montgrós en el municipio de Brull (Osona).
Fueron descubiertas en 1974, y todavía están en curso de excavación y de restauración por parte del Servicio del Patrimonio Arquitectónico de la Diputación de Barcelona. Según se desprende de los informes de las excavaciones, fueron construidas entre los siglos IV y III a. C. con importantes reformas en la época romana. Actualmente se ha consolidado un tramo de muralla y dos de sus torres.
La muralla tiene unos ochenta metros de largo que cierra todo el estrecho llamado de Montgrós. Sus muros están formados por sillares de piedra, tallados de forma irregular, dispuestos en hiladas poco homogéneas y sin ningún tipo de material para unirlos. Podemos ver con claridad dos grandes torres en el interior de las cuales se han encontrado cerámicas áticas. En su interior se encontraban las casas íberas, aprovechando el gran muro, cuyo grosor oscila según los tramos entre un metro y un metro veinte centímetros.

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Yacimiento de El Castrejón de Capote - Higuera la Real

El Castrejón de Capote es un poblado céltico de una indudable importancia que no pasa desapercibido para todo aquel que lo visita. Es el único yacimiento celta conservado y musealizado de la Beturia Céltica en Extremadura. Además, se encuentra ubicado en un paraje natural de gran belleza y de una gran riqueza florística y faunística, y posee restos etnográficos de gran interés como un molino de rodezno del siglo XV, un antiguo chozo, zahúrdas etc. Todo junto; arqueología, naturaleza, etnografía e historia, se aúnan en el Castrejón de Capote convirtiéndose en un lugar de una gran riqueza e interés turístico.
Aunque las primeras evidencias de actividad humana se remontan dos mil años antes, los restos que podemos contemplar en la actualidad pertenecen a un asentamiento de tipo castreño fundado posteriormente y habitado entre los siglos V-I a. C. Tiene una configuración en forma de península y ocupa unas cuatro hectáreas de superficie, en parte llana en parte embarrancada, sobre los arroyos Sillo y Álamo que se unen en su extremo occidental.
El castro estaba protegido por un sistema defensivo bastante complejo, compuesto por grandes murallas de piedra. En su extremo más accesible, se construyó la puerta principal con un callejón flanqueado por robustos bastiones. Además, se le adosaron en su parte posterior, dos potentes edificaciones que reforzaron el dominio de las defensas, constituyendo una verdadera “fortaleza”. De ellos, a lo largo de sus extremos, salen líneas de murallas que, con torres emplazadas en los puntos más débiles del perímetro, recorren el poblado sobre los límites del barranco.
En cuanto al aspecto urbanístico, en torno a la calle central se organizaban callejones y viviendas adosadas formadas por dos estancias. En el centro del poblado se localiza el santuario, sepultado intencionadamente en el siglo II a.C. por los romanos. El poblado debió de ser súbitamente abandonado hacia el año 100 a. C., aunque se conservó algún centro de culto religioso en Capote en época de la dominación romana, una vez abandonado el poblado, como prueba el hallazgo de un depósito de figurillas de dioses, lámparas y vasos de lujo romanos, fechados en el año 45 d. C., bajo el gobierno del Emperador Claudio.
El patrimonio etnográfico de Capote resulta también interesante y significativo, ya que pueden ser visitadas varias edificaciones que son fiel reflejo de los modos de vida tradicionales de la zona. Al valor patrimonial hay que añadirle el paisajístico, de una gran belleza y riqueza.
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LOCALIZACIÓN
El yacimiento arqueológico del Castrejón de Capote se sitúa en el término municipal de Higuera la Real, en la antigua carretera N-435, a unos 7 kilómetros del casco antiguo urbano, en el límite provincial de Badajoz con Huelva, cerca de la frontera de Portugal.
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Cabezo Pequeño del Estaño - Guardamar del Segura

Desde el siglo IX a. C., los fenicios frecuentaron las costas de la Península Ibérica en busca de materias primas, principalmente metales, que obtuvieron gracias al intercambio con la población local. Este pueblo comerciante, caracterizado por dominar las técnicas de navegación y por ser transmisores culturales entre Oriente y Occidente, fueron levantando una sucesión de enclaves en la costa. Para ello, eligieron lugares elevados junto a las desembocaduras de los ríos e islotes cercanos a tierra firme. En ocasiones, erigieron potentes fortificaciones para proteger, almacenar y redistribuir los beneficios de su actividad económica.
En el siglo IX a. C., se constatan los primeros indicios de la presencia fenicia en el estuario del río Segura. El lugar debió parecerles muy apropiado: estaba señalado por un cerro costero, que suponía una referencia visual para la navegación donde hoy se levanta el Castillo de Guardamar, y donde pudieron fundar ya un santuario empórico. A sus pies, se abría un entorno natural privilegiado, muy fértil y con aguas de poco calado, que permitía a los fenicios fondear sus embarcaciones. Al oeste y al sur se levantaban diversas sierras, ricas en metales, donde además se localizaban algunos poblados nativos, tan necesarios para entablar esas incipientes relaciones comerciales. Y mucho más cerca, varias lagunas donde obtener fácilmente sal, indispensable para conservar los alimentos que portaban en sus largas travesías.
Al sur del estuario, en un pequeño cerro, encontraron el lugar perfecto para levantar una de esas factorías primigenias: el Cabezo Pequeño del Estaño. Los estudios más recientes señalan el carácter costero y portuario de este yacimiento, del que sólo los sedimentos arrastrados por el río le han separado unos 2 km de la línea de costa actual. El enclave aparece fuertemente fortificado desde la zona de acceso terrestre, por el sur, con unas murallas altamente disuasorias que subrayaban la presencia de una población exógena.
Sobre la superficie rocosa, los fenicios diseñaron un plan urbano ágil y flexible, que ya habían puesto en práctica en otros lugares, algunos muy lejanos. La fortificación era potente y funcional, con capacidad para albergar a una pequeña comunidad humana que la pudiese defender sin problemas. Además, ofrecía el espacio necesario para almacenar los productos del comercio.
La fortificación que se observa responde a un modelo típicamente oriental, muy similar a otras que se encuentran en el Líbano e Israel, como Khirbet Qeiyafa o la bíblica Hazor. Se adapta al terreno con una cadencia constructiva y una métrica que era desconocida por entonces en las tierras de Iberia. Para su construcción, se emplearon las últimas técnicas arquitectónicas: muros a plomada, torres huecas con bancos, adarves, plazas, casas de planta cuadrada y un sistema métrico que partía de una medida orgánica, el codo (0,52 m), que los fenicios habían asimilado de los egipcios. La muralla presenta dos lienzos paralelos, y entre ellos, se constatan unos espacios rectangulares llamados “casamatas”, que con una puerta permitían almacenar ánforas, odres y todos los objetos y materias primas obtenidas.
La poderosa muralla de casamatas y bastiones, de la que tan sólo se conserva una cuarta parte, indica que las relaciones con la población local no debieron ser siempre amistosas: dentro de las casamatas los arqueólogos han detectado junto a los restos de trigo candeal y cebada, otras semillas de malas hierbas, indicativas de que los cereales se limpiaban intramuros. De ello, podemos inferir que la sensación de peligro debió de ser constante. Hacia mediados del siglo VIII a. C., un pequeño terremoto dio al traste con este proyecto urbano que empezaba a crecer y a absorber cada vez más población, mucha de ella autóctona, junto a las primeras generaciones mestizas. La primera muralla de casamatas se derrumbó parcialmente, invadiendo con escombro y piedras algunas de las calles, y no volvieron a levantarla igual.
Los habitantes del viejo enclave fenicio construyeron contrafuertes y taludes, hoy visibles, para tratar de seguir habitándolo. No obstante, muchos decidieron que era hora de buscar un lugar más óptimo, más cerca de mar abierto. No solo el terremoto influyó en el abandono de este enclave; el Cabezo empezaba a quedarse pequeño, y la sedimentación del río Segura hacía cada vez más difícil el atraque de los barcos. Esta suma de factores debió de suponer el traslado de la población a la Fonteta, donde se levantaría otra muralla, ya pensada para soportar la elevada sismicidad de la región.
Las excavaciones apuntan a que durante el siglo VII a. C., un grupo de artesanos aún habitaba el poblado, dedicándose a la producción de objetos metálicos en sus hornos y forjas. El lugar, aunque parcialmente abandonado, aún conservaba en pie la muralla, en forma de talud, junto con un gran tirante para sostener ambos lados, y sobre el que se había habilitado una escalera para penetrar en la ciudadela. En este momento, se construyó una gran casa de planta circular con bancos de adobes, donde se llevaron a cabo actividades artesanales. El enorme crecimiento de la vecina Fonteta debió provocar el abandono definitivo y la ruina del otro emporio fenicio. Desde ahí, el paso del tiempo fue derrumbando las casas y borrando la memoria de un espacio de enorme trascendencia para la Historia del Mediterráneo occidental.
Mucho después, en el siglo I a. C., una familia de campesinos romanos levantó su pequeña vivienda sobre las ruinas del viejo poblado fenicio, seguramente sin saber lo que tenían bajo ellos. El Cabezo Pequeño del Estaño quedó dormido, latente, en el subsuelo, hasta que una cantera lo destruyó casi en su totalidad a finales del siglo XX. Pero el tesón de los arqueólogos y el interés del pueblo de Guardamar han podido recuperarlo del olvido, y hoy forma parte del variado patrimonio cultural de esta localidad.
Por las investigaciones desarrolladas por el Museo Arqueológico de Guardamar y por la Universidad de Alicante, el yacimiento es reconocido internacionalmente; y gracias a su protección, que es tarea de todos, se ha convertido en un recurso científico y cultural fundamental.

Memoria de Arena

viernes, 11 de septiembre de 2020

Yacimiento de la Cerradilla - Sartaguda


Yacimiento arqueológico situado en término de Sartaguda; en el lugar se realizaron excavaciones (1961) en las que se recogieron agujas de huesos, objetos de bronce y plomo y diversos restos cerámicos, todos ellos de época romana.

Enciclopedia navarra

Cueva de El Mirón - Ramales de la victoria

La cueva de El Mirón es una cavidad situada en el municipio de Ramales de la Victoria, comunidad autónoma de Cantabria (España) que contiene un importante yacimiento arqueológico y paleoantropológico, además de representaciones de arte parietal, del Paleolítico Superior. Es de gran importancia por recoger de forma ininterrumpida restos entre la actualidad y el Musteriense. Se encuentra dentro de la zona arqueológica de Ramales, declarada Bien de Interés Cultural desde 2006. Fue descubierta en 1903.
 La campaña de excavaciones realizada en el verano de 2010 en la cueva del Mirón permitió descubrir el que podría ser el primer enterramiento del Magdaleniense encontrado en la península ibérica.
Se trata de un enterramiento secundario, en el que parte de los huesos del esqueleto aparecen desordenados y recubiertos de ocre, práctica, esta última, común en los rituales funerarios del Paleolítico Superior, y detalle que ha conducido a los investigadores a pensar en la posible datación de los restos hallados, pertenecientes, probablemente, a un adulto joven y de pequeña talla.
El catedrático de la Universidad de Cantabria (UC), Manuel González Morales, fue el director de las excavaciones del Mirón, quien trabajó junto a Lawrence G. Straus, de la Universidad de Nuevo México además de otros. González Morales realizó campañas desde el año 1996 hasta 2011, con la financiación de la Consejería de Cultura, Turismo y Deporte del Gobierno de Cantabria, el Ministerio de Educación, la Fundación Marcelino Botín y las fundaciones estadounidenses Leakey y Nacional para la Ciencia, además de donaciones realizadas por la novelista Jean M. Auel, autora de El clan del oso cavernario, y el apoyo logístico y técnico del Instituto Internacional de Investigaciones Prehistóricas de Cantabria.
Los huesos hallados (mandíbula completa, numerosos restos del esqueleto postcraneal, vértebras, costillas y varias falanges) aparecieron cubiertos de un bloque de piedra con grabados junto a una pared de la cueva y rodeados de pequeñas hogueras. La datación por carbono-14 arrojó una edad de unos 18 500 años de antigüedad para los restos.[4]​ El hallazgo tiene una «gran relevancia científica», ya que permitirá «obtener información sobre las poblaciones humanas que habitaban la zona cantábrica a finales del Paleolítico Superior, incluyendo datos sobre ADN, características antropológicas, alimentación y posibles patologías, así como rituales de enterramientos». Todos los elementos encontrados alrededor, especialmente las hogueras y el color ocre pintado de los huesos, llevaron a pensar en «un enterramiento ritual del Magdaleniense (hace entre 15 000 y 8000 años)», de similares características a la dama roja de Paviland, encontrada en el Reino Unido, según declararon los descubridores. De igual forma, se expuso al hipótesis de que los restos no estén completos se debe a que éstos hubieran sido devorados en parte por animales y alterados por haber estado ubicados junto a una antigua excavación hecha por «caza tesoros». Aun así, el director indicó que el yacimiento estaba «casi intacto», ya que las técnicas empleadas por el equipo de investigadores eran «mucho más selectivas» que las realizadas en otros yacimientos de similares características en Europa.
Las investigaciones en la cueva del Mirón, considerada uno de los yacimientos más importantes de la Cornisa Cantábrica, arrojaron en los años de excavación «una importante cantidad de datos y conocimiento» sobre los asentamientos humanos del Paleolítico (hace entre 42 000 y 4000 años), en un yacimiento al que González Morales definió en 2011 como una inagotable fuente «que no terminará en generaciones».

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Casa De Lara Villena

Casa de Lara es un poblado de la Edad del Bronce situado al norte de Villena (Alicante), en la zona de Casas de Cabanes y Las Fuentes. yacimiento, que tiene aproximadamente un kilómetro de extensión, fue descubierto por el arqueólogo José María Soler García.

Excavaciones y hallazgos
Durante las excavaciones, intensas pero superficiales, se han hallado más de 50 000 piezas de sílex, en general bien trabajadas.​ Se han hallado también núcleos de hojas y lascas, grandes herramientas de ofita, caliza o cuarcita, así como microlitos geométricos y una serie de puntas de flecha bifaciales de diversas tipologías.​ Se han recuperado asimismo hachas pulimentadas de ofitas verdosas, pequeños ejemplares de fibrolitas veteadas, brazaletes de caliza o de pectúnculo y moluscos perforados. Entre estos últimos abundan los ejemplares de cardium para adornar cerámicas, de las que se han encontrado, al igual que en el Arenal de la Virgen, numerosos fragmentos impresos o cardiales junto a una amplia gama de cerámica decorada: relieves, digitaciones, ungulaciones, bordes picados, incisiones, hoyuelos, etc. Las piezas de metal son relativamente escasas, destacando un puñal de lengüeta realizado en cobre o bronce.​

Organización social
Con todo, escasean las hojas dentadas y los elementos de hoz, que suelen ser abundantes en los yacimientos de la Edad del Bronce, por lo que los habitantes debieron practicar una agricultura cerealística incipiente.

Alrededores
En las proximidades del poblado, concretamente en el cercano cerro de la Casa del Molinico, se destruyeron algunos enterramientos que podrían haber pertenecido a los habitantes de Casa de Lara.Algo más al sur, en el Cabezo de las Cuevas, se hallaron enterramientos propios del Eneolítico levantino en cueva, entre las que destacan la Cueva de las Lechuzas y la Cueva de las Delicias, que han proporcionado ajuares funerarios.

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martes, 8 de septiembre de 2020

Dólmen de la Santa Cruz - Cangas de Onís

El Dolmen de la Santa Cruz se levanta en una llanura en las proximidades de la confluencia de los ríos Güeña y Sella.
El dolmen de la Santa Cruz es un monumento funerario del año 4000 a.c., formado por un montículo artificial en cuyo interior se localiza una cámara sepulcral compuesta por varias lajas de piedra. Este edificio fue arrasado hasta sus cimientos, al igual que el túmulo que cubría el monumento megalítico, en 1936. La capilla y el túmulo actuales son por lo tanto de construcción moderna.
El dolmen se compone de cinco grandes lajas de piedra y dos más pequeñas que conforman una cámara de planta rectangular que, verosímilmente, debió de tener su acceso por su lateral sureste. Sus dimensiones son importantes, ya que permiten a una persona desenvolverse erguida en su interior. Desconocemos la configuración de la cobertera, aunque lo más probable es que estuviera a cargo de una única losa.
Otro elemento que confiere al dolmen de la Santa Cruz un especial interés es el conjunto de pinturas, grabados y piqueteados que revistieron la cara interna de la cámara. Los restos de decoración que se conservan están formados por trazos de pintura roja entre los que predominan las líneas quebradas.

Turismo Asturias

Cabezo Redondo - Villena

En el Cabezo Redondo existe un poblado de la Edad del Bronce de unos 3500 años de antigüedad. Su buen emplazamiento, junto a la desaparecida Laguna de Villena, le facilitaba unas condiciones muy favorables para la obtención de agua, sal, pastos, pesca y caza..
Además, estaba situado en un estratégico cruce de caminos idóneo para los intercambios comerciales y el control del territorio. Las exc

avaciones realizadas lo convierten en uno de los yacimientos más importantes de la Comunitat Valenciana,  pues en este lugar se han encontrado los primeros indicios de un urbanismo preconcebido en la Península. El poblado está ordenado en torno a manzanas de casas enlucidas con yeso, suelos decorados, hornos y bancos adosados, y se cree que pudo llegar a albergar entre 500 y 750 habitantes. En él residió una clase social elevada, capaz de atesorar objetos y joyas como el Tesorillo del Cabezo Redondo y muy posiblemente el espectacular Tesoro de Villena, uno de los más importantes tesoros prehistóricos de Europa, ambos en el Museo Arqueológico Municipal José María Soler.

Turismo Villena

Minas prehistóricas de Gavá - Barcelona

El yacimiento arqueológico de las Minas Prehistóricas de Gavà, también conocidas como Minas de Can Tintorer, es un yacimiento neolítico que ocupa las zonas de Can Tintorer, les Ferreres y Rocabruna del municipio de Gavà. Se trata del conjunto de minas en galería más extenso y antiguo de Europa y el único conjunto neolítico dedicado a la extracción de la variscita, un mineral de color verde utilizado para elaborar ornamentos corporales. En las épocas ibérica y romana y durante la edad media, las minas se vuelven a explotar para obtener mineral de hierro. En 1996 el yacimiento fue declarado Bien Cultural de Interés Nacional.
Las minas neolíticas fueron explotadas ininterrumpidamente entre el Neolítico Antiguo Evolucionado o Postcardial y el Neolítico Medio, tal como lo atestiguan las cerámicas correspondientes al Neolítico Postcardial tipo Molinot y las de la Cultura de los Sepulcros de Fosa del Neolítico Medio.
Durante el neolítico el sistema de extracción de la variscita fue subterráneo, con una distribución y morfología de estructuras de extracción adaptadas a la geología de la zona. Estas estructuras subterráneas presentan diferentes grados de complejidad. Las más sencillas se encuentran en lugares donde podía haber afloramientos de minerales. Son estructuras aisladas, con pozo de acceso y una galería de longitud e inclinación variable que pueden finalizar con alguna bifurcación. Las estructuras más complejas tienen interconexiones entre ellas, con galerías, pozos interiores y cámaras abiertas para seguir los minerales. Se pueden encontrar galerías de prospección, la finalidad de las cuales era acceder a zonas de pizarras ricas en minerales. Hasta la actualidad se han localizado 110 puntos de extracción minera.
El utillaje usado para la extracción minera se ha recuperado de los mismos rellenos de las minas. Era diverso y a la vez especializado. Por un lado, se ha recuperado utillaje pesado, como picos y mazas de corneana. Por otro, hay utillaje de hueso, como cinceles hechos a partir de metápodos de buey, que se usaban con percusores de cuarzo, la finalidad de los cuales era la rotura de las grietas y capas de pizarra para la extracción del mineral.
Las cuentas de variscita en proceso de elaboración que se han recuperado permite afirmar que éstas se elaboraban en el mismo yacimiento. Se empezaba separando la variscita de la pizarra y se elegían los fragmentos sin impurezas para evitar roturas. Después se les daba forma cortándolas y puliéndolas con pulidores de gres. Se elaboraban principalmente collares y brazaletes, de número variable de cuentas que podían combinarse con piezas de otros minerales.

Universidad Autónoma de Barcelona

lunes, 7 de septiembre de 2020

Piedra de Llinás

La Piedra de Llinás  es un menhir situado desde la antigüedad a pie del camino real de Gerona y frente a la colina de Can Tacó, en la unión del río Congost y del río Mogent. Tiene una inscultura en forma de 3, reflejado en un espejo, que se relaciona con la inscultura en forma de 8 de otra piedra existente en Palaus de Agullana, cerca de la carretera antigua, junto a la población de La Estrada y próxima a la frontera pirenaica. Fue descubierto por los autores de este escrito, junto con  el  Sr.  Barberà,  presidente  de  la  Societat  Catalana de Arqueología, con motivo de unas obras. Existen numerosas citas de este monumento.

Nuevo Miliario 8

El hombre de La Braña


Hace ahora dos años, el Centro Superior de Investigaciones Científicas ganó la carrera internacional y España fue el primer país del mundo en desvelar el genoma completo del hombre del Mesolítico, que fue llamado el «primer europeo», un individuo de piel oscura y ojos azules hallado en León, y que hoy sigue siendo «excepcional». La prestigiosa revista Nature publicó el resultado de aquel estudio, que ha sido citado en 77 ocasiones por otros trabajos científicos en el mundo, lo que permitió conocer con más detalle la evolución del ser humano entre el Paleolítico y el Neolítico, y desveló ese curioso fenotipo.
Dos años después de aquel descubrimiento fundamental para comprender la evolución, el ADN de La Braña 1, nombre con el que se bautizó a uno de los dos esqueletos encontrados en la cueva leonesa, sigue siendo objeto de investigación y será de nuevo Nature la publicación encargada de mostrar al mundo los avances.
El director de la investigación tutelada por el CSIC, Carles Lalueza-Fox, explica que se ha conseguido aumentar la calidad de la secuencia genética, ya que se ha pasado de contar con 3,4 copias del genoma completo a «cerca de veinte», por lo que «la calidad del genoma es mucho mayor».
La funcionalidad de las mejoras obtenidas en la secuencia genética radica en que «es como tirar una moneda al aire: si tienes tres oportunidades pueden salir tres caras y no te enteras de que hay una cruz, pero al tener veinte posibilidad se puede visibilizar mejor las diferencias existentes entre un cromosoma y otro», añade.
Por tanto, «si tienes una calidad baja, es difícil ver qué variantes tienes en cada una de las copias de cada cromosoma» pero, además, el avance en la investigación del mapa genético del hombre del Mesolítico supone que La Braña 1 sea «el cuarto o quinto del mundo mejor en cuanto a calidad».
Todo ello ha permitido también que el caso de ese europeo de piel morena y ojos azules esté en condiciones de formar parte de un estudio sobre muestras genéticas antiguas de la Península Ibérica, que publicará Nature, donde se recogen «entre doscientas y trescientas muestras del Mesolítico a la Edad Media».
«Aprovecharemos para incluir a La Braña 1 con esta calidad», dice Carles Lalueza-Fox.
Pero en aquella cueva de La Braña-Arintero, en el municipio leonés de Valdelugueros, el cuerpo de La Braña 1 no estaba solo. Cuando los investigadores accedieron al lugar, después de que un grupo de espeleólogos encontrara los restos óseos por causalidad, se halló otro segundo cuerpo, bautizado como La Braña 2, que resultó ser hermano del primero.

Diario de León

Castro Peña del Hombre - León

También llamado Coba de Moura
Situado en la peña que da nombre al castro, dominando todo el territorio, puedes visitar este castro astur de la Edad del Hierro. Para llegar a él en coche, deberás seguir el camino de Paradela de Muces a Ferradillo. También puedes realizar una sencilla ruta de senderismo de aproximadamente un kilómetro de recorrido que se inicia en el emblemático Castillo de Cornatel.
Se trata de un asentamiento fortificado prerromano, donde podrás apreciar parte de la muralla (que tenía unos 4 metros de altura y foso), y restos de viviendas circulares, cuyos moradores se dedicaban a la ganadería, la agricultura y a las tareas domésticas. Su función era la de proteger y controlar el paso de personas desde la Meseta hacia Galicia, cuando el río Sil hacía de barrera natural.
El castro tiene una extensión de unos 700 metros cuadrados y cada estancia, unos 12 metros cuadrados. Aún se encuentra en proceso de excavación arqueológica, pero ya se han encontrado objetos de bronce, numerosas piezas de cerámica (principalmente de cocina, restos de molederas y afiladeras) que se exhiben en el Museo de León.

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