martes, 26 de enero de 2021

Venta del Rapa - Mancha Real


El poblado calcolítico “Venta del Rapa” (finales III milenio Cal. BC.), Mancha Real, Jaén. Un recinto de fosos entre las estribaciones de Sierra Mágina y el Alto Guadalquivir. 

Resumen: Se presentan los resultados de la excavación arqueológica realizada en el poblado calcolítico “Venta del Rapa”, localizado durante las prospecciones previas a la construcción de la Autovía del Olivar en el término municipal de Mancha Real, Jaén. El poblado tiene un foso en la parte más alta que delimita un área de 0,5 ha. Tanto en su interior como en su exterior se ubican cientos de estructuras excavadas en la base geológica, abarcando 2 ha. Entre ellas destacan tres tumbas colectivas de inhumación sin ajuar, cuyas dataciones radiocarbónicas, fechan su ocupación en el Calcolítico Pleno-Final (2350-2000 Cal. BC).

Asociación los Dólmenes 

Cueva del Toro - El Torcal


La Cueva de El Toro es una cavidad situada en el Paraje Natural de El Torcal (Antequera, provincia de Málaga), a una altitud de 1190 metros sobre el nivel del mar, que contiene un importante yacimiento arqueológico con una ocupación fundamentalmente del Neolítico antiguo y reciente. Declarada Bien de Interés Cultural, con la tipología de Zona Arqueológica, el 23 de febrero de 2016​. Forma parte del Sitio de los Dólmenes de Antequera, declarado Patrimonio Mundial el 15 de julio de 2016.

La cueva de El Toro muestra una estructura interna con grandes bloques caídos en un momento anterior a la ocupación humana. Durante el primer cuarto del cuarto milenio se produciría un cambio estructural de la misma, posiblemente como resultado de un movimiento tectónico o de un colapso del sistema kárstico. Fruto de ello es el cierre de la entrada primitiva, la configuración de un nuevo acceso, la formación de una sima de 17 metros y la afección del relleno sedimentario en el sector sur.

Se han realizado cinco campañas de excavación (1977, 1980, 1981, 1985 y 1988), dirigidas por Dimas Martín Socas y María Dolores Camalich Massieu, de la Universidad de La Laguna. Los trabajos han permitido definir una secuencia estratificada de 2,40 metros de profundidad, articulada en cuatro fases:

Fase I, de carácter superficial, donde se han identificado evidencias de la ocupación más reciente de la cueva, en época romana, medieval y moderna.

Fase II, que data del final del III milenio BP y se caracteriza por una disminución en la ocupación con menor evidencia de restos materiales y actividades domésticas. La presencia de excrementos de rapaces sugiere una clara reducción de los períodos de habitación en estos momentos.

Fase III, correspondiente al Neolítico reciente, con fecha de 5320-5170 BP (4250-3950 2σ cal BC), se subdivide en Fases IIIB y IIIA, en función de las diferencias en las características de la habitación y, en consecuencia, en la intensidad de la ocupación. Estas diferencias deben estar relacionadas con los cambios estructurales producidos en la cueva después del colapso, resultado del propio sistema kárstico o del evento tectónico mencionado, que incluye el cierre de la entrada original. La más antigua, subfase IIIB, establecida a partir del último cuarto del V milenio cal AC., la caracteriza la dualidad en el uso de la cavidad, resultado de la cohabitación de personas y animales, con un dominio de la oveja sobre la cabra. Igualmente, en este periodo se asiste a un notable aumento de las proporciones relativas de algunas especies cultivadas y a una mayor diversidad de recursos vegetales en explotación, tanto a nivel cuantitativo como cualitativo. Todas estas transformaciones van asociadas a cambios acusados en la tecnología y en las nuevas artesanías registradas, de forma que se asiste al momento de máximo desarrollo y diversificación de estas actividades asociadas al trabajo de la piedra, la textilería, el hueso o la cerámica. Entre esta fase y la correspondiente al Neolítico antiguo, se identifica un período de abandono del sitio, fundamentado en las dataciones absolutas que establecen un hiatus estimado en torno a los 600 años.

Fase IV, Neolítico antiguo, fechado entre el 6200-5980 BP (5280-4780 2σ cal BC). El conjunto arqueológico incluye restos líticos, óseos y cerámicos, asociada a restos de fauna, fundamentalmente de ovicaprinos, y de semillas de cereales, así como de leguminosas. Los análisis funcionales del instrumental lítico tallado marca un predominio de las actividades de carnicería y procesamiento cárnico, junto con el evidencias del trabajo de hueso, madera, piel y arcilla. En cuanto a la producción cerámica se define por la diversidad tecnológica aplicada a las decoraciones. y, en especial, su asociación recurrente con la almagra. Igualmente, asociadas a las actividades de la vida doméstica cotidiana, como el procesado de alimentos vegetales y cárnicos, tratamiento de las pieles o de fabricación cerámica, se han documentado prácticas de estabulación del ganado ovicaprino que evidencian una ocupación simultánea de las personas y los animales. Esta diversidad en la gestión del uso de la cavidad durante el Neolítico establece su carácter polifuncional. Además, es en esta fase de Neolítico antiguo donde se documentó dos conjuntos de material antropológico, que ha permitido demostrar las evidencias más antiguas de canibalismo en el Neolítico antiguo de la península ibérica, así como un cráneo copa que ha sido manipulado y transformado al interior de la cavidad[4]​ [5]​. En este contexto simbólico del Neolítico antiguo, destaca una pieza que, por su contorno y elementos que la conforman, representa la imagen esquematizada de una figura humana femenina, equiparándola con las tradicionalmente denominadas como Venus prehistóricas en su variada tipología[6]​. Su estructura, que parece asociarse con una de las formas naturales de El Torcal, El Tornillo, se interpreta como expresión de la simbiosis ideológica desarrollada por la comunidad pastora de la cueva de El Toro con el entorno de la sierra. Pero, también, como una manifestación del proceso identitario que se va gestando con el nuevo modelo de relaciones ínter sociales que ahora se articula en la zona.

La cueva de El Toro tiene un alto interés científico, histórico y arqueológico, pues constituye un excelente registro fósil de la historia de los grupos humanos que la habitaron durante la Prehistoria Reciente, convirtiéndola en uno de los ejemplos más cualificados del modelo de ocupación ganadera desarrollado en el territorio andaluz entre finales del VI y primer tercio del IV milenio a.C.

Wikipedia 

domingo, 24 de enero de 2021

Cerro de los Infantes - Pinos Puente


El Cerro de los Infantes es un yacimiento arqueológico español situado en la provincia de Granada, en el municipio de Pinos Puente, con una cronología que abarca desde la Edad del Cobre hasta la Edad Media. En este asentamiento se encontraba el oppidum ibérico de Ilurco.

Se encuentra situado en el término municipal de Pinos Puente (Granada, España), en el borde septentrional de la Vega de Granada, siendo esta una de las depresiones que forman el surco intrabético en la Alta Andalucía, y, aunque rodeada de zonas montañosas, constituye una unidad geográfica que queda abierta a las costas mediterráneas, al valle del Guadalquivir y a las planicies de Guadix-Baza por importantes pasos naturales que condicionan sus principales rutas de comunicación.

Por su privilegiada situación geográfica, presenta una ocupación casi continua desde la prehistoria reciente hasta el período musulmán. Esto queda reflejado en su completa secuencia cultural, que se inicia en la Edad del Cobre, continuando durante el Bronce Pleno, Bronce Final, pre-ibérico, ibérico, Romano Imperial y finalizando en época medieval. Se trata de un asentamiento clave para entender la evolución del poblamiento desde las comunidades prehistóricas hasta el medievo en Andalucía.

El 25 de junio de 1319, durante el reinado de Alfonso XI de Castilla, tuvo lugar en el municipio de Pinos Puente, que aún pertenecía al reino nazarí de Granada, la batalla conocida como el Desastre de la Vega de Granada, en la que el ejército castellano fue derrotado por las tropas del rey Ismail I de Granada.​ Y en el Cerro de los Infantes, que desde entonces recibió ese nombre según refieren numerosos historiadores, murieron aquel día los infantes Juan y Pedro de Castilla que eran los jefes del ejército cristiano y los tutores del rey Alfonso XI durante su minoría de edad junto con la reina María de Molina, abuela del monarca

El yacimiento se encuentra ubicado sobre un cerro calizo, en la margen derecha del río Velillos, consta de tres afloramientos rocosos, presentando el más elevado de ellos un amesetamiento superior de unos 100 m de longitud. La parte sur de la meseta se eleva abruptamente, dando forma a una especie de acrópolis natural, que se conoce con el nombre de Corona y en cuya cima existen diversos lienzos de muralla, que pueden datarse en el Bronce Pleno, aunque en tiempos ibero-romanos y en época árabe se superpusieron otras construcciones. Al norte, bajo la Corona, hay que destacar principalmente la potente secuencia estratigráfica que arranca de la Edad del Cobre documentada ya en las excavaciones de 1971 y 1976, resaltando la presencia de construcciones romanas pertenecientes a un edificio público. Al oeste de esta meseta y sobre un promontorio calizo algo menos destacado que los anteriores, excavaciones clandestinas pusieron al descubierto varios edificios de época romana, cuyas paredes estaban recubiertas por estucos pintados, así como una necrópolis, con tumbas de sillares, de época más avanzada. En las laderas que, hacia el sur y el este, bajan en dirección al río Velillos, aparecen materiales ibero-romanos y del Bronce Final. En la zona más alta de la ladera meridional destacan en número las cerámicas ibéricas clásicas, pero conforme se baja en altura, aproximándonos al río, abundan los materiales del Bronce Final y de época protohistórica.

El Cerro de los Infantes ha despertado desde el siglo XVI el interés de numerosos eruditos e investigadores, que localizaban en este yacimiento la ciudad romana de Ilurco.

Wikipedia

jueves, 21 de enero de 2021

Olihuelas - Olías del Rey


Olihuelas es un paraje y sitio arqueológico situado en el término de Olías del Rey en la provincia de Toledo, España.

En las excavaciones efectuadas se han encontrado restos de presencia humana en el paleolítico superior, así como un asentamiento romano al que se atribuye la primera explotación de las canteras de piedra blanca que se encuentran cerca de allí.

Lo más destacable de la zona son sus cuevas (tres en total), que han sido objeto de diversos estudios y de incursiones de espeleólogos. Durante el siglo XIX se especuló con la posibilidad de que las cuevas hubieran sido el lugar de enterramiento de los primeros cristianos de la ciudad de Toledo, de la que distan sólo 6 kilómetros, si bien dicha tesis no ha podido ser confirmada.

Naveta d’Alemany - Magaluf


En la localidad costera de Magaluf, Calvià, se localiza la Naveta d’Alemany. Este yacimiento arqueológico en Mallorca prehistórico está a las afueras de la zona urbanizada, muy cercana a Cala Vinyes.

Para acceder, desde Palma, hay que coger la carretera MA-1, que une la ciudad con Artà y desviarnos por la salida 14. Desde allí tenemos que ir hasta el complejo urbanístico de Cala Vinyes, por la calle Blanca. A continuación se coge el camino de la Porrassa hasta llegar a la calle Rosa, donde se encuentra el monumento prehistórico, apenas en el cruce con la calle Estrella. Allí se aparca el vehículo en un pequeño parking, y junto a una zona de pinar se encuentra este magnífico elemento de la prehistoria mallorquina perfectamente museizado.

En el yacimiento se puede observar una de las navetas más bien conservadas de la isla. Estos edificios se construyeron a lo largo del Bronce Balear, comprendido entre el 1.600 y el 1.000 antes de nuestra era. En este caso es un edificio aislado, que posiblemente formaría parte de un pequeño núcleo, donde varias familias cultivarían los terrenos circundantes y practicarían la ganadería de ovejas y cabras.

Este edificio se levanta en una pequeña elevación del terreno, con 33 m de altura sobre el nivel de la mar, cosa que permitiría tener un control visual de la zona, alcanzando Cala Vinyes, son Ferrer y Magaluf. También sería un buen lugar para avistamiento de barcos o embarcaciones, pudiendo ir a recibirlos rápidamente debido a la proximidad del lugar. Este edificio, como el resto de navetas documentadas en la isla, se construyó siguiendo la técnica ciclópea, es decir con grandes piedras. Se denominan navetas, por qué tienen forma de barco invertido, lo cual hace que tengan una cara, la posterior, en forma de ábside.

Durante la excavación se documentaron en esta plataforma restos de fases de ocupación anteriores, que pertenecen al Bronce Antiguo (1800-1500 a.n.e) Los muros de esta construcción son de gran anchura, y están formados por un doble paramento con relleno de pequeñas piedras. El paramento externo consta de grandes bloques de piedra, preferentemente situados en la base. El paramento interno está formado por bloques de piedra más pequeños. Para reforzar la estructura se construyó un tercer paramento en el interior de los muros a manera de espina de refuerzo. Una vez levantadas las paredes, estas serían cubiertas con pequeñas piedras, barro y elementos vegetales como el acebuche, muy abundante en aquel momento.

Hoy en día este yacimiento en Mallorca se encuentra totalmente excavado y perfectamente restaurado.

Pero, ¿realmente qué función tuvieron estos edificios? Hay otras navetas excavadas en la isla, como Closos de can Gaià u Hospitalet Vell. Fueron espacios domésticos y zonas de producción de los enseres necesarios para la subsistencia de sus habitantes: ollas, cuchillos, instrumentos de hueso o de madera. Las navetas menorquinas, la más conocida de las cuales es la Naveta dels Tudons, no tenían este uso. En Menorca las navetas eran tumbas colectivas.

Además de las actividades domésticas, también se realizaban otras actividades, como la toma de decisiones referentes a la organización de los poblados.

Si quieres continuar con tu viaje arqueológico, te tienes que acercar a visitar esta magnífica naveta del yacimiento arqueológico en Calvià y descubrir sus secretos.

Arqueo Mallorca 

Abrigo de Tortosilla - Ayora


El abrigo de Tortosilla (Ayora) fue descubierto por los hermanos Serrano en el verano de 1911, convirtiéndose en la primera muestra de arte rupestre prehistórico descubierta en la Comunidad Valenciana.

Inicialmente las extraordinarias figuras naturalistas de hombres y animales que decoraban sus paredes fueron consideradas Paleolíticas. Sin embargo, 100 años de estudios de arte rupestre en tierras valencianas han permitido definir otra tradición artística prehistórica, denominada Arte Rupestre Levantino, a la que pertenece este primer conjunto valenciano. La singularidad de las escenas de caza, recolección de la miel, guerra, maternidad o muerte de los paneles Levantinos justificó su declaración como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1998.

Comunidad valenciana 

martes, 19 de enero de 2021

Abrigo de la Quebrada - Chelva


El abrigo de la Quebrada es un yacimiento arqueológico que se encuentra en la localidad valenciana de Chelva (Los Serranos), a unos 65 km al noroeste de Valencia. Dada su orientación N-S, se caracteriza por una escasa insolación y una alta exposición al viento. Se localiza en la rambla de Ahillas, abierta hacia una amplia llanura, que junto con el barranco proporcionan al yacimiento un lugar privilegiado

A lo largo de toda la secuencia, se han recuperado diferentes tipos de materiales arqueológicos como industria lítica, restos óseos de animales de diversa talla y micromamíferos, carbones, semillas y fitolitos. Así mismo también se han encontrado abundantes estructuras de combustión. Parte de ellos ya han sido analizados y publicados  y el resto está en proceso de análisis. 

En cuanto a la industria lítica, se caracteriza por la talla de lascas de morfología cuadrangular y poco espesor, obtenidas a partir de núcleos de tipo discoide, Levallois o Quina, ente otros. La materia prima dominante es el sílex el cual es captado en un radio de en torno a los 10-15 km de distancia del yacimiento en las formaciones del Jurásico medio (Dogger), del mismo modo que las cuarcitas y calizas, las cuales alcanzan porcentajes menores y que son recolectadas en los propios barrancos inmediatos al yacimiento (Eixea et al. 2011, 2014). También destacan los tipos de sílex procedentes de distancias más alejadas (más de 100 km desde el yacimiento) y que coinciden con variantes documentadas en conjuntos del valle del Albaida, la Punta de Moraira y Valles de Alcoi. Tipológicamente, dominan ampliamente el grupo de las raederas seguido de los denticulados y los elementos apuntados, con poca presencia de elementos del grupo del Paleolítico superior (raspadores y buriles).

En relación con los restos óseos, se han identificado huesos de animales de talla grande (caballo, uro), de talla media (ciervo, cabra, jabalí) y talla pequeña (lepóridos, tortuga), así como huesos de carnívoros como zorro, lobo y lince (Sanchis et al. 2013; Villaverde et al. 2017). El aporte de estas presas es de origen mayoritariamente antrópico, sobre todo en los niveles superiores, como muestra la fragmentación ósea y las modificaciones antrópicas (fracturas directas, marcas líticas). En los niveles inferiores parece haber un aporte mixto, tanto de los grupos neandertales como de otros predadores no humanos (aves rapaces o carnívoros de pequeño tamaño).

El estudio de los restos antracológicos de los niveles II-IV, muestra un dominio del Pinus (Pinus nigra y Pinus sylvestris), Juniperus y otras gimnospermas. Quercus, Rhammus y otras dicotiledóneas han sido también identificadas en cantidades más bajas (Badal et al. 2012). Estos resultados indican un ambiente supramediterráneo seco y subhúmedo, con ausencia de episodios cálidos.

Wikipedia 

domingo, 17 de enero de 2021

Yacimiento de los Castillejos de Alcorrín - Manilva


El yacimiento de Los Castillejos de Alcorrín ha sido estudiado desde 2007 por un equipo dirigido por Dirce Marzoli y compuesto por investigadores del Instituto Arqueológico Alemán, del Centro de Estudios Fenicios y Púnicos y del municipio de Manilva, desde una perspectiva interdisciplinar. 

El emplazamiento, las dimensiones y la entidad de sus fortificaciones, así como su buen estado de conservación, hacen de Los Castillejos de Alcorrín un yacimiento particularmente prometedor para el estudio de los primeros contactos entre poblaciones indígenas y fenicias en el contexto del Estrecho de Gibraltar a finales de la Edad del Bronce y principios del Hierro. Su posición estratégica, las dimensiones excepcionales de esta aglomeración y la complejidad de su doble recinto amurallado, evidencian una alta concentración de poder. 

Con 13 hectáreas de superficie y una muralla de más de 2000 m de recorrido, es el asentamiento fortificado más grande que se conozca en los confines orientales del área cultural tartésica. Desde este emplazamiento se controlaba el acceso hacia un hinterland rico en minerales, al norte de la  esembocadura del rio Guadiaro donde se fundó un establecimiento fenicio cerca de Casa de Montilla (San Roque, Cádiz), precisamente cuando se fundó el asentamiento de Los Castillejos de Alcorrín.

Museo Arqueológico Nacional

Verraco de Masueco




Tipo de verraco:
Jabalí (¿?). 

Medidas aproximadas: 134x65x45 cm.

¿Dónde está?: En el Museo Provincial de Salamanca. 

Procedencia: 1 km al N de Masueco, en la salida hacia Aldeadávila. 

Observaciones: Carece de cabeza y parte del cuello; bastante erosionada.


Cuesta del Negro - Purullena


Este yacimiento situado en Purullena ha sido largamente estudiado, pudiéndose asegurar que esta zona estuvo ya habitada en la prehistoria, al menos desde el periodo comprendido entre los años 3000 y 1800 antes de Cristo. En él se encuentran restos de un recinto fortificado del Neolítico, con su necrópolis, así como restos de un asentamiento del bronce tardío.

Wikipedia 

sábado, 16 de enero de 2021

Hibera - Tarragona


Hibera o Ciudad Ibera fue una ciudad ibera de la tribu de los ilercavones, situada en el tramo final del Ebro, destruida durante la segunda guerra púnica. Tito Livio la menciona como cercana al río, pero no dice exactamente dónde estaba, si bien del contexto se deduce que estaba cerca de la costa.

En una moneda romana del tiempo de Augusto se la menciona como Mun. Hibera Julia y, por detrás, Ilercavonia, básicamente lo mismo que se aprecia en una moneda del tiempo de Tiberio, pero con el añadido DERT, por lo que se la identifica con Dertosa (hoy Tortosa) o sus alrededores, hacia las poblaciones de Amposta o San Carlos de la Rápita, por el que su puerto habría sido tal vez el puerto de Los Alfaques (Alfacs o puerto de las mandíbulas).

Wikipedia 

Verracos en el Museo de Salamanca


Hay tres, uno procedente de Gallegos de Argañán que representa a un jabalí y otros dos de La Redonda y de Masueco, que están bastante deteriorados.

Yacimiento Arqueológico Cerro de la Virgen de la Cuesta - Alconchel


En el yacimiento Arqueológico Cerro de la Virgen de la Cuesta el arte prehistórico constituye la primera gran evidencia, el arte rupestre en especial, de la capacidad artística del ser humano desde la antigüedad. 

Su reconocimiento en la segunda mitad del siglo XIX supuso una ayuda importante para relegar la visión brutal que prevalecía sobre los grupos humanos de la prehistoria. La ley española de patrimonio lo reconoce como Bien de Interés Cultural.

Guía Repsol 

miércoles, 13 de enero de 2021

Plá de Santa Bárbara - Montblanch


El poblado ibérico del Pla de Santa Bárbara, pertenece a la tribu de los cosetanos, y se encuentra ubicado en el lugar más elevado del actual casco urbano de Montblanch en la provincia de Tarragona, muy cerca del río Francolí.

Las diversas excavaciones arqueológicas realizadas en el siglo XX del poblado ibérico documentaron una estructura en forma de radio, con casas pequeñas de planta rectangular adosadas y silos que servían para almacenar grano. Las casas tenían un basamento de piedra y alzado de ladrillos y elementos vegetales. Las viviendas eran pequeños, rectangulares y con una chimenea. A lo largo de la pared, un banco de obra hacía de asiento.

La Economía

Agricultura y ganadería

Se sabe que los íberos vivían de la agricultura, la ganadería y el comercio.

En agricultura, cultivaban cebada, trigo, mijo, habas, lentejas y guisantes para comer. También cultivaban plantas para hacer tejidos, como el lino y el esparto.

En ganadería, aprovechaban la carne y la leche de los animales que domesticaban (ovejas y cabras, fundamentalmente) y de los que cazaban (ciervos y cerdos jabalís).

Comercio

Practicaban tanto el comercio de trueque (cambiar unos productos por otros, sin utilizar dinero) como el comercio con monedas, por lo que acuñaron monedas influidos por los comerciantes griegos. En el poblado de Santa Bárbara se comerciaban productos agrarios como el aceite, el vino y el cereal, la cerámica y los minerales de las montañas de Prades.

En el Pla de Santa Bárbara se han encontrado numerosos restos de cerámica, con decoraciones pintadas de barniz negro, y un molino rotativo de piedra para moler el grano. También hay cerámica hecha con torno de jarras, vasos y ánforas. Y es que los iberos eran hábiles con el torno rápido de alfarero. Además, hay cerámica hecha a mano, que alterna superficies rugosas con pulidas, muy decoradas.

A partir de los trozos de cerámica encontrados en las exploraciones arqueológicas realizadas durante el siglo XX, se puede deducir las relaciones comerciales que mantenían con otras civilizaciones: entre los siglo IV a. C. y el siglo III a. C. llegó al poblado de Santa Bárbara cerámica griega, pero también del Languedoc, Rosellón y otros lugares de la actual Cataluña.

Algunas de estas importaciones seguramente eran muy costosas y formarían parte de una vajilla doméstica de lujo. Esta cerámica llegó al Pla de Santa Bárbara utilizando los ríos como vías de comunicación de la costa mediterránea hacia el interior. La población de costa que más cerámica trajo cerámica es la colonia comercial griega de Ampurias.

Además, hacían herramientas de hierro de gran calidad, bien para trabajar la tierra como arados, azadas y hachas, bien para hacer joyas, objetos de adorno y puñales. También hilaban y tejían lana, lino y esparto para hacer ropa, sacos y alfombras.

Historia

Invasión cartaginesa

En el transcurso de la segunda guerra púnica, los cartagineses invaden la península ibérica con el objetivo de llegar por tierra a la península Itálica. Destruyen Sagunto el año 219 a. C., y la primavera del año 218 a. C., un gran ejército cartaginés formado por caballos y elefantes pasa cerca del poblado en su camino hacia Italia. Este es el primer hecho histórico documentado de la Cuenca de Barberá.

La romanización

Poco después, llegaría el ejército romano que después de conquistar la costa (desembarco en Ampurias y victoria en la Cissa) se adentró hacia el interior.

Con la conquista romana del Pla de Santa Bárbara (a finales del siglo III a. C.), se observa que empieza a cambiar el tipo de cerámica de los hallazgos arqueológicos: toda proviene de la Península Itálica. En el Pla de Santa Bárbara se han encontrado hasta 22 piezas diferentes: platos, cuencos, copas para beber y comer. Los romanos empezaron, a extender su cultura. Además, crean una importante red vial por donde se expanden, con mucha facilidad, las ideas y la cultura romana.

Fin del poblado

A partir de la segunda mitad del siglo II a. C. ya no hay importaciones de cerámica. Es el momento en que se abandona el poblado ibérico para configurar un nuevo sistema social y económico basado en las villas romanas y las ciudades.

Siglos más tarde, los señores feudales construyeron un castillo en la cima del Pla de Santa Bárbara. Para hacerlo, aprovecharon las piedras de las casas del poblado íbero, con este hecho, desaparecía el rastro de la civilización de los íberos en Montblanch hasta el siglo XX.

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Peñón de la Zorra - Villena

El Peñón de la Zorra es un poblado de la Edad del Bronce situado al norte de Villena (Alicante), al sur de la sierra del Morrón Debió de estar poblado desde el Eneolítico final hasta la mitad del 2000 a. C., a juzgar por los materiales recuperados en el propio poblado y las cuevas circundantes.


El poblado

Situado en la ladera del Morrón, presenta fuertes murallas y viviendas escalonadas, en general, de construcción maciza.​ En rebuscas superficiales o pequeñas catas de prueba se han hallado molinos de mano y hoces de sílex, percutores de piedras duras, espátulas y punzones de hueso, afiladores y brazales de arquero, un mazo de metalurgia y abundante cerámica, de la que destacan fragmentos con decoración incisa reticulada de estilo campaniforme. Esta última hace suponer que el poblamiento comenzara durante el Eneolítico final.

Las cuevas

En una covacha, al pie de los escarpes occidentales, se descubrió un enterramiento individual, cuyo ajuar consistía en fragmentos de un cuenco negruzco y espatulado, una punta de flecha de sílex con aletas incipientes, cuentas en forma de oliva, un gran dentalium y un pequeño arete de plata de 15 milímetros de diámetro y 0,823 gramos de peso.

Otra covacha de enterramiento en la vertiente oriental, con dos inhumaciones, suministró un extraordinario ajuar funerario compuesto por un magnífico puñal triangular de lengüeta, dos puntas de flecha lanceoladas de larga espiga de metal, un collar formado exclusivamente con vértebras de pez, algunos fragmentos cerámicos lisos, negruzcos o rojizos, y un arete de plata de 15 milímetros de diámetro y 0,468 gramos. Este enterramiento debe ser posterior al de la primera covacha, debido a que las puntas de flecha encontradas son de ya de metal.​ No cabe duda de que las dos covachas de enterramiento están relacionadas con el poblado, aunque los tres yacimientos presenten diferencias.

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Malamoneda - Hotanar


Malamoneda en Hotanar, nos descubre un lugar en el que la historia ha dejado huella de cada momento que la compone, y que se presenta al visitante como un viaje que lleva del Paleolítico hasta los cristianos medievales.

La estructura fundamental del yacimiento nos muestra un asentamiento, necrópolis y diferentes elementos militares de otras tantas etapas históricas: hispanorromana, visigoda, musulmana y medieval.

También se han descubierto rastros de tecnología lítica: herramientas realizadas con piedras, en este caso con cuarcitas obtenidas de los arroyos cercanos, el río Cedena y el arroyo de Malamoneda. Además se puede visitar elementos funerarios de estilo romano, con diferentes inscripciones realizadas en piedra granítica.

Habitat, necrópolis y estructuras defensivas que van completando una narración en el espacio del tiempo y sus habitantes.

TCLM

lunes, 11 de enero de 2021

Necrópolis cartaginesas de Ibiza


La isla de Ibiza (Ebysus), en el Mediterráneo, fue colonizada por los cartagineses desde 654 a. C., año en que fundaron Ibosim ("ciudad del dios Bes" o "isla de la fragancia", actual ciudad de Ibiza) como factoría naval y fortaleza estratégica.

Los arqueólogos han ido descubriendo en la isla diversas necrópolis de la época de los cartagineses. En ellas se han encontrado grandes cantidades de objetos funerarios si bien se trata, por lo general, de objetos pertenecientes a ajuares algo pobres, con pocos objetos preciosos y pocas joyas de oro. Todo lo contrario de lo que ocurre con los enterramientos cartagineses de Cádiz. En Ibiza por lo común abundan las figuras de barro cocido con collares de cuentas de vidrio, hueso y marfil y raramente algún pendiente de oro. Los historiadores y arqueólogos suponen que los cartagineses allí enterrados eran sólo capataces y servidores de las factorías que tenían establecidas en estas tierras, mientras que los empresarios y grandes comerciantes eran enterrados en Cartago (en la costa septentrional de África). En estas necrópolis se han hallado imágenes de divinidades y retratos funerarios que se depositaban en las tumbas para que el espíritu del muerto se incorporase en ellas.

Dichas necrópolis se hallan por lo general situadas en llanos reducidos, de terreno calcáreo, junto a las playas. Los sepulcros fueron excavados en la roca y algunos han llegado hasta nuestros días sin haber sido profanados, aunque la m ayoría sí lo fueron, incluso con desorden y esparcimiento de tumbas, lo cual ha supuesto siempre un gran problema para la investigación de los arqueólogos.

La necrópolis más importante como yacimiento arqueológico es la encontrada en el Puig des Molins. Se trata de una serie de cuevas a las que descendían por una abertura que estaba cerrada con losas. Dentro estaban los sarcófagos. A veces los cadáveres estaban cubiertos simplemente por unas placas. Toda la ladera del monte llamado Puig des Molins se halla perforada por estas pequeñas cuevas colectivas, en las que se han llegado a encontrar entre 4 y 5 mil hipogeos. Los enterramientos son de inhumación o de cremación, dependiendo de la época en que fueran ocupados.

En ellos se han encontrado ajuares con cientos de figuras de barro cocido (incluso se han descubierto en otras excavaciones los moldes para fraguar la arcilla). Algunas son representaciones del propio difunto y otras lo son de divinidades protectoras y también de animales sagrados. Junto a ellas, se han encontrado amuletos, vasos con  ofrendas, joyas (pocas veces), lucernas a modo de lamparilla o linterna, hachuelas votivas y monedas. Las representaciones divinas se refieren casi siempre a Deméter y Coré. Estas diosas recibieron adoración en todo el Mediterráneo hacia la segunda mitad del siglo V a. C.

Las representaciones del difunto unas veces son masculinas, con barba o sin ella y otras, las más numerosas, femeninas. Estas van muy decoradas con una gran riqueza ornamental, todo ello en barro. Los estilos de las figuras, desde el punto de vista del arte son de tres clases:

egiptizantes

púnicos (las más exuberantes)

griegos

El hecho de que se encuentren los tres estilos se debe a que cronológicamente, los enterramientos hallados van desde el siglo V a. C. hasta la época romana.

Las figuras femeninas llevan por lo general un manto adornado con gran decoración de rosetas, palmetas, volutas, flores, roleos y temas griegos y orientales. Los brazos se cocían aparte y luego se pegaban, unas veces abiertos, otras veces oferentes y otras portando símbolos (como la figura de la imagen). La mayoría de estas figuras son representaciones de diosas, de arte griego porque según se cree hubo a lo largo de los siglos una gran aportación étnica desde la Magna Grecia (nombre que se dio en la antigüedad a las colonias griegas del sur de Italia).

La imagen que aparece a la derecha de esta página es una figura femenina hecha en arcilla. Está datada en el siglo V o IV a. C. Se encontró en esta necrópolis del Puig d’els Molins. Lleva un kálathos (o sombrero de diosa subterránea) en la cabeza, un tipo de corona que otorga una categoría divina después de la muerte, como una especie de premio por la devoción que sintió la difunta hacia la diosa Ashtoreth (Astarté) de los cartagineses. En las manos sujeta un pequeño cerdo (un símbolo). Apenas lleva joyas. Tiene la fisonomía semítica y sus orejas están perforadas para lucir aretes, así como el cartílago divisorio de la nariz para colgar el anillo que llevaban las orientales. Otras estatuillas parecidas muestran varios orificios en las orejas en lugar de uno solo. Esta pieza se halla actualmente en el Museo Arqueológico Nacional de España, en Madrid.

La necrópolis de Puig des Molins forma parte del sitio Patrimonio de la Humanidad denominado "Ibiza, biodiversidad"

viernes, 8 de enero de 2021

Las Peñas de los Gitanos - Montefrío


En la zona arqueológica denominada “Las Peñas de Los Gitanos”, paraje situado a 5 km. de Montefrío, encontramos la huella de varias civilizaciones. Este espacio conforma uno de los yacimientos más completos e importantes de Andalucía.

Aparte de cuevas y abrigos naturales (utilizadas por los primeros pobladores como habitación), cuenta con diferentes poblados: altomedieval-visigodo, íbero-romano y andalusí. Entre sus cinco necrópolis suman un centenar de enterramientos megalíticos.

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