jueves, 30 de diciembre de 2021

Toscanos - Almayate


El yacimiento de Toscanos se encuentra en una pequeña elevación en el margen occidental de la desembocadura del río Vélez y al pie del declive oriental del Cerro del Peñón. Aunque en el momento de la llegada de los fenicios debió ubicarse en lo que fue una bahía que penetraba hacia el interior, hoy se encuentra más alejado de la línea de costa.

Se trata de un poblado fenicio rodeado de otros asentamientos relacionados de diversas formas con él y de no menor importancia. Su cronología arranca, según los arqueólogos que los han excavado, en la segunda mitad del S. VIII a.n.e. hasta mediados del VI. Posteriormente el lugar volvió a ser ocupado en época romana altoimperial, perdurando hasta el s. III d.n.e., hecho constatado por el hallazgo de los hornos de Manganeto, una gran villa fortificada realizada fundamentalmente con material reutilizado, y la documentación de una necrópolis.

En el poblado fenicio destaca por su singularidad la aparición de un edificio identificado posiblemente con un almacén, compuesto de tres naves rectangulares, una de ellas de dos plantas, donde se ha registrado un gran número de ánforas. Según los estudios realizados se puede considerar como el principal centro de almacenaje y distribución de mercancías de la zona. También de este asentamiento se reconoce entre otras estructuras una zona industrial destinada a la metalurgia del cobre y del hierro, así como un embarcadero para cuya construcción se rebajó la roca natural creando una plataforma pavimentada de piedras y fragmentos cerámicos.

Este asentamiento, en su fase más antigua, se ha puesto en relación con la necrópolis de incineración ubicada en la vertiente opuesta del río, en Cerro del Mar (Vega de Mena), pero también con los primeros momentos de la necrópolis de Jardín, al mismo lado del río, aunque algo más al norte y a escasa distancia de su emplazamiento.

En relación con otros yacimientos indígenas el poblado fenicio de Toscanos tenía comunicación, a través de la navegación del río Vélez, con importantes asentamientos como el localizado bajo las ruinas de la fortaleza medieval de la población de Vélez Málaga.

lunes, 27 de diciembre de 2021

Cova del Roc de les Orenetes - Queralbs


El Roc de les Orenetes, un sepulcro colectivo de la Edad del Bronce situado a más de 1800 metros de altitud 

El Roc de les Orenetes consiste en una pequeña cavidad de origen cárstico situada 1860 metros de altitud, justo al final de un estrecho congosto conocido como Torrent d’Estremera. Desde las primeras excavaciones que se realizaron en esta cueva en la década de los años 70 y a partir de las nuevas intervenciones de los últimos años, se ha recuperado un numeroso conjunto de restos humanos que corresponderían a un número mínimo de 40 individuos. Conjuntamente con los restos antropológicos se han recuperado diversos artefactos que incluyen restos de producciones cerámicas, puntas de flechas en sílex y hueso, así como ornamentos de bronce. Tanto las dataciones radiocarbónicas como la cultura material han permitido acotar cronológicamente el uso funerario de esta cavidad en dos períodos, durante el Calcolítico, hace unos 4300 años, y durante la Edad del Bronce, hace 3600 años.  Se trata de una cueva sepulcral única en toda Cataluña, tanto por el conjunto antropológico excepcional en número y preservación, como por las características del yacimiento, un sepulcro colectivo situado a más de 1800 m.s.n.m., una altitud considerable donde este tipo de registros son muy escasos.

Nuevos estudios y nuevas metodologías: el programa de analíticas

Gracias a las subvenciones otorgadas por la Fundación Palarq, desde el año 2019 se viene desarrollando un extenso programa de analíticas vinculadas al estudio de estos yacimientos.

Estas analíticas se centran por un lado, en la caracterización social de los humanos inhumados en el Roc de les Orenetes, mediante la reconstrucción de sus patrones alimenticios a partir del estudio del microdesgaste dental y del estudio de las concentraciones isotópicas de los tejidos óseos  (δ13C y δ15N) y mediante el estudio de la variabilidad genética representada en el sepulcro a partir de la aplicación de micro-tomografía axial computarizada (micro-CT) sobre dientes.

En segundo lugar, parte del programa de analíticas está orientado a la investigación de prácticas trashumantes durante la prehistoria a partir de la aplicación de análisis biomoleculares. El desarrollo del estudio se centra en la creación de un conjunto ovino referencial a partir de poblaciones actuales de ovejas con el objetivo de crear todo un corpus de datos de referencia que permita aplicar análisis de isótopos estables a conjuntos arqueológicos.

Al desarrollo de estas analíticas se añade el desarrollo de un programa de dataciones de radiocarbono (14C) que ayudará a caracterizar a nivel cronológico tanto las dinámicas generales de ocupación prehistórica del área de estudio, como las dinámicas de ocupación particulares de cada uno de los yacimientos estudiados.

Fundación Palarq

domingo, 26 de diciembre de 2021

Cerro de las Cabezas - Valdepeñas


El Cerro de las Cabezas es un yacimiento arqueológico de origen íbero-oretano, situado a unos 8 km al sur de la actual ciudad de Valdepeñas, en la provincia de Ciudad Real (salida 208 de la A-4 sentido sur, sin señalización en sentido norte). El yacimiento se encuentra sobre un monte de aproximadamente 800 metros de altura, y abarca la zona comprendida entre la cima y la falda este, zona que ha sido ligeramente dañada por la construcción de la autovía del Sur o A-4, que une Madrid con Andalucía.

El lugar estuvo habitado desde el siglo VI al II a. C. La excavación se comenzó por la base del cerro. Se trata de una ciudad amurallada, de la que se conservan íntegramente los cimientos de las casas y los zócalos de la muralla exterior, hechos con grandes bloques de piedra que encajan perfectamente unos con otros. Por encima de los mismos se levantarían los muros propiamente dichos, hechos de adobe, que han desaparecido. La situación en su emplazamiento se debe a razones estratégicas por el control de la ruta entre el valle del Guadalquivir y la planicie de la Meseta Sur.

Este lugar no tiene nada que ver con la ciudad de Edeba, tal y como algunos creen, de cuya existencia da testimonio la inscripción en un decempondo (medida de peso) romano de la época del emperador Trajano, descubierto, tal y como dice Eusebio Vasco, en el paraje Virgen de la Cabeza, en la carretera de Valdepeñas a Torrenueva, a 11 km al sur de Valdepeñas y a 1 km al norte de Torrenueva, a finales del siglo XIX.

Las excavaciones arqueológicas realizadas han revelado gran cantidad y riqueza de restos de alfarería con dibujos llevados a cabo mediante técnicas de estampillado, utensilios metálicos de uso doméstico, aceite, vino...

En octubre de 2010 se hallaron en la que tuvo que ser la calle principal, los restos de dos cadáveres de niños decapitados, se creyó que pudo ser un sacrificio humano para fundar la ampliación de la ciudad hacia el río. Cuatro años después, durante el análisis antropológico, se determinó que eran dos adultos de entre 30 y 50 años. Según difundió la prensa, se cree que quizá pudieron haber sido ladrones o enemigos del pueblo.

Junto al yacimiento, se encuentra el centro cultural de interpretación con material audiovisual y maquetas.

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sábado, 25 de diciembre de 2021

Zafarraya - Granada


Este lugar ha sido asentamiento humano desde el Neanderthal como demuestran los restos del llamado Hombre de Zafarraya (en la cueva del Boquete de Zafarraya), datados en 30 000 años atrás. 

Eso fue en el Llano o Polje. En el segundo milenio antes de Cristo se asentó la cultura de El Argar, con poblados en lugares de fácil defensa. 

Más tarde hubo campamentos fenicios y romanos y a mediados del siglo VIII llegaron los musulmanes, 

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miércoles, 22 de diciembre de 2021

Yacimiento del Cortijo del Pajarillo - Cabritas de Huelma


El yacimiento del Cortijo del Pajarillo o Santuario heroico del Conjunto del Pajarillo es un oppidum íbero hallado en 1945 en la pedanía de Cabritas de Huelma, España. 

Data en el Siglo V a.C y las esculturas halladas se conservan en el Museo Provincial de Jaén. Está considerado Bien de Interés Cultural desde 2006.

En 1945 el farmacéutico de Huelma, Camilo Amaro, ​da a conocer el hallazgo casual del yacimiento: piedras grandes labradas, trozos de cerámica y una escultura de piedra (tronco y cabeza) que representaba a un animal mitológico (un felino con cabeza de dragón) que consideró similar a la Bicha de Balazote. En concreto eran un león acéfalo y parte de una cabeza de grifo.

En 1991 se hizo una prospección en la que se evidenció el fortuito deterioro por las labores agrícolas de la finca y el expolio intencionado, por lo que amontonadas junto al yacimiento se encontraron piedras de origen íbero de diferente tamaño.

En 1993 el propietario descubre dos grandes elementos escultóricos: un león acéfalo y una figura humana, también acéfala, armada con falcata y en posición defensiva. Estos hallazgos motivaron una excavación por el área de Arqueología y Prehistoria del Departamento de Territorio y Patrimonio Histórico, de la Universidad de Jaén y por el de la Universidad Complutense de Madrid en el que interviene Teresa Chapa Brunet, con financiación de la Junta de Andalucía. 

El conjunto escultórico de El Pajarillo está perfectamente contextualizado por lo que los trabajos se realizaron para documentar estratigráficamente su posición y la secuencia histórica de las esculturas, además del entorno de El Pajarillo, así como una prospección microespacial dentro del propio yacimiento. [

El yacimiento lo constituye un enorme lienzo de piedra de 80 x 8m, con estructura de acceso por el norte con unas pequeñas escaleras que dan acceso a un corredor delantero o pódium que desemboca en otras escaleras de mayores dimensiones que en origen estaban flanqueadas por dos leones. El resto del conjunto escultórico se situaría en lo alto de una torre recubierta de barro, ubicada en la zona central. Las esculturas representan a un lobo, un guerrero, dos grifos, un muchacho joven y un carnívoro. 

En el interior de la estructura se localizaron tres habitaciones, siendo excavadas dos. Se conectaban a través de un pasillo. El área de culto del santuario está fortificada, pero casi con total seguridad no con fines militares. En la parte trasera de la estructura se documentaron aterrazamientos y muros destinados posiblemente a la contención del terreno.

Durante el Siglo V a.C. el valle del río Jandulilla era una zona de paso dentro la ruta comercial entre Murcia y el Valle del Guadalquivir y su oppidum colonizador era Úbeda la Vieja. 

El asentamiento del Cortijo del Pajarillo tenía un propósito específico. Se trata de una inmensa pared en medio del campo y de un conjunto escultórico bien visible sobre una torre. Esto da la idea de una puerta de entrada desde el sur al valle del río Jandulilla empleada para mostrar, con gran ostentación, el carácter "heroico" de la pequeña aristocracia ubetense.

Se conserva en el Museo Íbero de Jaén.

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martes, 21 de diciembre de 2021

Castro de Ferrol


Tipo de yacimiento: castro costero.

Apenas nada se puede decir de este castro conocido unicamente por escritos decimonónicos. Se emplazaba en los alrededores de la iglesia de San Julián, en pleno casco antiguo de la ciudad y cerca de la Plaza Vella,

De Brigantium a Oiasso 

sábado, 18 de diciembre de 2021

Yacimiento de s’illot - Sant Llorenç des Cardassar


Uno de los yacimientos más importantes de la cultura talayótica y postalayótica (850 — 123 ac) tanto por su variedad monumental, como por su compleja y dilatada evolución histórica.

El centro de visitantes del poblado talayótico de s”Illot complementa la visita y pretende introducir al visitante en el mundo de la prehistoria y de la cultura pretalayótica, dándole a conocer quiénes eran, como vivían, las costumbres y otras características de los pobladores de Mallorca en esta época.


jueves, 16 de diciembre de 2021

El Castiecho - Luarca


Tipo de yacimiento:
castro costero.

El castro, situado cerca de Calella, se asienta en un promontorio donde se conforma un recinto elipsoidal de 42 áreas, defendido en su parte sur por tres fosos y un parapeto. 

Según los vecinos, se recogieron restos de conchas, "piedras con escritura” y escorias.

De Brigantium a Oiasso 

martes, 14 de diciembre de 2021

Yacimiento del Cerro de la Virgen de la Muela


En el Cerro de la Virgen de la Muela se sitúa un núcleo urbano de época carpetana, romana republicana y altoimperial de 8 ha de extensión, que creemos era Caraca, con precedentes poblacionales en el Bronce Final y la I Edad de Hierro. Se ubica al sur de la localidad de Driebes (Guadalajara), en la comarca de la Alcarria Baja.

El yacimiento está emplazado sobre un amplio cerro amesetado con una altitud media de 610 msnm., se sitúa en la orilla derecha del Tajo, sobre un amplio meandro y está delimitado por barrancos con cursos de agua irregulares, siendo un punto óptimo para el asentamiento antrópico. Esta visión queda reforzada por la situación estratégica del enclave: domina el Tajo desde el norte, el arroyo del Barranco está al este, el arroyo Salobre al oeste y una fértil vega a sus pies. Actualmente la superficie se emplea como tierra para el culotivo de secano

Durante la construcción del canal de Estremera en 1945, fueron localizados a los pies del Cerro de la Virgen de la Muela dos conjuntos de plata, muy próximos entre sí con un peso to-tal de 13,8 kg distribuidos en 1480 fragmentos que incluyen: tortas de pesos, recipientes, lingotes, sortijas, torques, fíbulas, y 19 monedas, todas partidas menos una (San Valero 1945). El tesoro se expone actualmente en el Museo Arqueológico Nacional. Pese a la importancia de esta ocultación argéntea, el yacimiento no ha sido excavado y es conocido únicamente por prospección. En las décadas de los años 70 y 80 del pasado siglo Abascal (1982) y Sánchez-Lafuente (1982) realizaron las primeras prospecciones en el lugar.

Estos investigadores señalaron que se trata de un yacimiento relevante y que es posible que se correspondiera con la antigua Caraca.

Research Gate

lunes, 13 de diciembre de 2021

Cerró de la Encantada - Granátula de Calatrava


El Cerro de la Encantada es un yacimiento arqueológico prehistórico de la Edad del Bronce, situado en España, en el municipio castellano de Granátula de Calatrava, en la provincia de Ciudad Real. Aunque hasta el momento solo ha sido excavada una parte del yacimiento, es bien reconocida su importancia para entender el período del Bronce Medio y Pleno en la Península ibérica en general y el Bronce Manchego en particular.

Los restos urbanísticos, funerarios y arquitectónicos de las campañas arqueológicas realizadas hasta la fecha nos cuentan que este yacimiento no se puede enmarcar en el contexto de la Cultura del Argar. El yacimiento, que está situado en lo alto de un cerro sobre un valle y con control visual del entorno y de las vías pecuarias, pertenece a la tipología de yacimiento del Bronce manchego conocido como Facies Castellones.

Los grupos humanos aquí asentados tuvieron fuertes contactos con gentes procedentes del Mediterráneo Oriental, que llegarían hasta el centro de la Meseta Sur interesados por los metáles extraídos de las sierras próximas. Por tanto, La Encantada puede considerarse como un centro de fabricación y distribución de dichos minerales.

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sábado, 11 de diciembre de 2021

Yacimiento de los Saladares - Orihuela


Los Saladares es un yacimiento arqueológico, declarado Bien de Interés Cultural (B.I.C.), situado en un cerro de tres colinas en la falda de la Sierra de Hurchillo, casi en el límite de la partida rural de Los Desamparados con el de Arneva, ambas pedanías de Orihuela, ciudad del sur de la Provincia de Alicante, en la Comunidad Valenciana, España.

Abarca una amplia cronología, entre los siglos IX y IV a. C. En él se encontraron restos de pobladores desde la Cultura argárica hasta la ibérica, suponiendo uno de los primeros poblados del municipio de Orihuela junto con el Poblado ibérico de San Antón y el Poblado ibérico del Seminario.

Este yacimiento arqueológico fue encontrado en el año 1968, a finales del mes de mayo: por casualidad unos "chiquillos" al venir de jugar un partido de fútbol.

Las primeras excavaciones de Los Saladares se llevaron a cabo en la primavera de 1972 por Don Oswaldo Arteaga y María R. Serna, tomando parte en las labores de campo. D. Vicente López Rayos, el joven descubridor y vecino de Desamparados y Doña Carmen Espinoza, que actuaron como asistentes en el lavado, numeración, dibujo y catalogación de los hallazgos. Para ello se construyó un pequeño almacén en el mismo terreno. Rafael Lledó tuvo a su cargo la parte fotográfica, mientras que Manuel Soler colaboró en varios aspectos de la topografía y planimetría de los cortes y catas efectuados.

Durante las excavaciones visitaron los trabajos el entonces alcalde de Orihuela D. Pedro Cartagena Bueno, además de varios directores de museos arqueológicos provinciales y comarcales de la zona.

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viernes, 10 de diciembre de 2021

Zona Arqueológica de Ramales


Las cavidades que componen la zona arqueológica de Ramales se ubican todas ellas en el término municipal de Ramales de la Victoria (Cantabria, España), y conforman una unidad de acuerdo con su cronología, tipología y situación y definen un aspecto destacado de la cultura cántabra.

Las cavidades son las siguientes: Covalanas, El Haza, Covanegra-Sotarriza, Cullalvera, La Luz, Arco A, Arco B, Arco C, La Pondrá, El Morro del Oridillo.

Además se unió a esta denominación la zona de yacimientos arqueológicos del valle del río Carranza y, entre ellos, al de la cueva del Mirón, de gran importancia por recoger de forma ininterrumpida restos entre la actualidad y el Musteriense.

El conjunto de cavidades aquí localizado constituye una de las principales concentraciones de yacimientos con arte rupestre paleolítico de la región cantábrica. El núcleo de Ramales se caracteriza, además, por su gran homogeneidad cronológica y estilística, resultando especialmente representativo de un horizonte arcaico del arte parietal caracterizado por figuras ejecutadas en tintas rojas mediante las técnicas del tamponado, el denominado «trazo baboso», el trazo lineal y las tintas planas, propias de cronologías antiguas dentro del Paleolítico Superior (Gravetiense avanzado o Solutrense) e incluidas dentro del estilo III antiguo de la sistematización de A. Leroi-Gourhan.

Las Cuevas Covalanas, fueron descubiertas en 1903, y cuentan con un grupo de representaciones formado por una veintena de figuras, especialmente ciervos, así como trazos negros y marcas indescifrables.

La Unesco, en el marco de la 32 Conferencia del Comité del Patrimonio Mundial que se celebró en Quebec, el 7 de julio de 2008, aceptó incluir, entre otras cuevas del norte de España, las cuevas Covalanas como Patrimonio de la Humanidad.

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jueves, 9 de diciembre de 2021

Yacimiento de Peñalosa - Escacena del Campo


En una zona donde se apreciaban superficialmente restos de cerámicas antiguas, en las inmediaciones del caserío de Peñalosa y de las Huertas de Tejada, llevó a cabo el servicio arqueológico de la Diputación de Huelva una prospección arqueológica a finales de la década de los 90 del siglo XX. El resultado fue el hallazgo de varios fondos de cabaña donde se constató la presencia de cerámica a mano y bruñida típica del mundo tartésico prefenicio del Bronce Final, así como restos abundantes relacionados con procesos metalúrgicos y de transformación de mineral.

Se dató el yacimiento en torno a los siglo IX y VIII a. C. La presencia de un solo fragmento a torno relacionado con el mundo fenicio parece mostrar que la existencia de este poblado coincidió en el tiempo con la aparición en la zona de elmentos fenicios e intercambios comerciales con el Mediterráneo oriental.

Se encuentra a escasa distancia y a mitad de camino entre el yacimiento arqueológico de Tejada la Vieja, también de época tartésica y la antigua ciudad de Tejada.

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miércoles, 8 de diciembre de 2021

Yacimiento Los Castillejos - Teba


El yacimiento arqueológico denominado Los Castillejos se sitúa próximo a la localidad de Teba (Málaga, España), localizándose los elementos arqueológicos más antiguos en un promontorio rocoso cercano al río Guadalteba.

La elección de este lugar respondería a varios factores, entre los que se encuentra el control de las rutas de comunicaciones, como la que parte de la costa malagueña hasta el sector sevillano de la campiña del Guadalquivir. Además este emplazamiento se sitúa en el Surco Intrabético, concretamente entre las depresiones de Antequera y Ronda, comunicación que se establece por el valle del Guadalteba, área caracterizada por sus fértiles tierras.

Las intervenciones arqueológicas han permitido la constatación de una ocupación del yacimiento desde el siglo IX-VIII a. C. hasta época romana. Este hecho ha permitido el estudio del paso de las sociedades del Bronce Final hasta los oppida ibéricos, pasando por el impacto colonial fenicio, para terminar con la romanización.

El elemento más antiguo es un tholos localizado en la ladera sur del Cerro de los Castillejos, aunque en este caso constituye un elemento aislado por no hallarse más restos de esta tipología. Éste se compone de un pequeño corredor de acceso y una cámara de planta ovalada con cubierta de falsa cúpula, conservando también parte del túmulo de tierra que cubría dicha estructura.

El asentamiento del Bronce Final es el período más antiguo de ocupación si exceptuamos el tholos. Los hallazgos arqueológicos han permitido detectar también un período orientalizante (siglos VII y VI a. C.). De dichos períodos se conservan fundamentalmente restos cerámicos en superficie, entre otros elementos. En la ladera sur de este cerro se ha podido documentar una zona de viviendas que se adscriben a un horizonte cultural diferente al recinto ibérico, y asociado a cerámicas realizadas tanto a mano como a torno.

Las estructuras arqueológicas de mayor envergadura pertenecen a un poblado ibérico, en el cual destaca su perímetro amurallado, con un tratamiento diferente al exterior y al interior. En el primero se utilizan piedras de gran tamaño y perfectamente careadas, mientras que en el interior las piedras son pequeñas e irregulares, similares a las del relleno sin el careado frontal. Esta muralla data del siglo VI a. C., tratándose de una construcción única en el interior de la provincia de Málaga, junto con la rondeña Silla del Moro, además, por primera vez se han podido documentar niveles de los siglos VIII-VI a. C. con estructuras en la ruta natural del río Guadalhorce.

En cuanto a la necrópolis de esta fase, se detecta fuera del recinto ibérico, y se registra la práctica de la incineración, donde han aparecido gran cantidad de restos arqueológicos pertenecientes a los ajuares.

Posteriormente la población se traslada y el asentamiento plenamente romano se localiza en el Cortijo del Tajo o del Canal, lo que supone una continuación cronológica de ocupación del área. En este sector los hallazgos se han caracterizado por su gran entidad, destacando fundamentalmente los restos arqueológicos asociados al ámbito funerario. También en el centro de este asentamiento se ha detectado restos relacionados con una construcción de carácter defensivo.

lunes, 6 de diciembre de 2021

Yacimiento de Zorita-Las Quintanas - Valoria la Buena


El yacimiento arqueológico de Zorita-Las Quintanas, se localiza en la margen izquierda del río Pisuerga, ocupando un extenso espacio en el interior de uno de los amplios meandros que forma el curso fluvial, en el término municipal de Valoria la Buena, provincia de Valladolid, España.

La zona arqueológica se delimitó y fue declarada bien de interés cultural el 14 de julio de 2011, incluyendo los yacimientos de Zorita, las Quintanas, y los despoblados de Galleta, con razón de «posibilitar la protección total del conjunto de yacimientos que comprende y que constituyen uno de los complejos arqueológicos más importantes de la Edad del Hierro, más allá de los estrictos límites de dichos yacimientos, incluyendo las zonas anejas como necrópolis y cenizales».

En la confluencia del arroyo de Zorita con el río Pisuerga se ubica sobre una elevación, el núcleo de hábitat de la Primera Edad del Hierro. La superposición sistemática de las estructuras arqueológicas, entre las que se encuentran viviendas, etc., ofrece como resultado una colina artificial con más de 5 m de altura.

La planta del poblado, de forma triangular, queda delimitada al oeste por un abrupto cortado debido a la acción erosiva del río, mientras que en sus otros dos lados lo está por un profundo desnivel que es más pronunciado hacia el NE y SO, en tanto que hacia el E y S se muestra como una suave pendiente. Su tercer flanco se protegió artificialmente mediante la construcción de una potente muralla, quizás precedida por sendos antemurales.

Hacia el interior de ellos se ha reconocido la presencia de viviendas circulares y rectangulares distribuidas en dos espacios individualizados mediante la construcción de estructuras artificiales de carácter defensivo. Extramuros se reconocen restos de ciertas ocupaciones a modo de barrios artesanales.

En plena Segunda Edad del Hierro, se produce un fenómeno de concentración poblacional que configura las primeras ciudades del territorio. Así la ciudad vaccea que se localizó en Las Quintanas se emplaza en una amplia superficie con una topografía eminentemente llana, apareciendo su perímetro delimitado de manera natural por varios cursos fluviales que ofrecerían una relativa protección y proporcionarían un fácil abastecimiento de agua. Al norte está delimitado por el río Pisuerga, cuya acción erosiva ha originado un importante escarpe, por el NE discurre el arroyo de los Madrazos, mientras que por el O, fluía otro curso de agua que en la actualidad está seco.

La ciudad se protegió con la construcción de una muralla y un foso de hasta 20 m de anchura, cerrando los tres flancos accesibles y configurando un espacio de planta tendente a triangular. En cuanto a la trama urbana del interior del recinto, la fotografía aérea ha puesto de manifiesto su articulación en calles formando manzanas de unos 30 metros de lado en cuyo interior no se ha podido constatar la existencia de estructuras menores, aunque cabe pensar que estas manzanas acogiesen construcciones domésticas similares a las documentadas en los cortados sobre el río, con pavimentos y hogares de tierra apisonada y guijarros y muros rectilíneos construidos con lajas calizas en los cimientos y zócalo y alzados de adobe.

Al exterior del área amurallada, se localizarían zonas de vertedero urbano y posiblemente su cementerio. El oppidum vacceo de Las Quintanas fue abandonado, no volviendo a ocuparse la zona próxima hasta la Edad Media.

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domingo, 5 de diciembre de 2021

Sima de la Pedrera - Benicull


La Sima de la Pedrera es un yacimiento de la Comunidad Valenciana localizado en plena comarca de la Ribera Baja, en el actual municipio español de Benicull (Provincia de Valencia),  antiguamente parte de Poliñá del Júcar.

El yacimiento fue estudiado por el Servicio de Investigación Prehistórica de la Diputación de Valencia. Los restos humanos encontrados, que se encontraron con sus respectivos ajuares, fueron lanzados por la boca cenital de la cueva.

El 17 de noviembre de 1973, en Sima de la Pedrera un grupo de escolares de Benicull, orientados por sus maestros D. Alberto Ripoll y Dña. Carmen Ezquer, encontraron en una gruta vestigios de época prehistórica. Gracias a los maestros, que dieron aviso a las pertinentes autoridades, la sima pudo ser estudiada por el historiador José Aparicio Pérez, del Servicio de Investigación Prehistórica de Valencia y de la Diputación Provincial de Valencia. También cabe señalar que debido a su escasa población en aquella época, la hoy capital municipal, Benicull, era considerada como un barrio adscrito a Poliñá del Júcar. En el interior de la sima se encontraron cuerpos humanos lanzados a la cueva desde su abertura cenital. Dichos restos humanos se hallaron con su correspondiente ajuar funerario. También aparecieron diversos fragmentos de Vaso Campaniforme y dos de ellos casi enteros, algunos cuencos, un puñal de lengüeta, una punta de Palmela, una punta de flecha tallada en sílex, un punzón de cobre, cuentas de collar, botones con perforación en V, así como una aguja o punzón de hueso.

El yacimiento de Sima de la Pedrera fue estudiado en primicia por José Aparicio Pérez (1978). Por el momento, su trabajo, publicado en Archivo de Prehistoria Levantina, ha supuesto la principal referencia bibliográfica sobre dicho enclave arqueológico. A pesar de que algunas de las conclusiones a las que llegó José Aparicio Pérez hoy día se encuentran superadas, sobre todo en lo que respecta a la cronología de la fase cultural -la del Vaso Campaniforme-, la metodología que proporcionó el entonces joven historiador fue realmente positiva. Lejos de los cambios epistemológicos de la ciencia y con las evidentes connotaciones teóricas, autores posteriores se limitaron prácticamente a repetir lo que ya se había escrito acerca de Sima de la Pedrera. La cronología que José Aparicio Pérez dio para Sima de la Pedrera fue entre los años 1700-1600 a.C., pero hoy día se estipula una cronología calibrada y muchísimo más alta situada entre 2500-2100 a.C. Una datación errónea también fue la que postuló Bernabeu Aubán (1984:), de entre 2000 y 1700/1600 a.C. No obstante, un recorrido historiográfico sobre el problemático Vaso Campaniforme y con especial énfasis al territorio de la actual Comunidad Valenciana, puede encontrarse sintetizado magistralmente por Juan Cabaniles (2005). Asimismo es importante destacar otros estudios que han centrado su atención en algunos de los restos óseos de Sima de la Pedrera, que a juzgar por las evidencias se realizaron en marfil (Pascual Benito 1995).

El yacimiento se ha datado en una fase transicional entre el Eneolítico y la Edad del Bronce valenciano, es decir, entre los años 2500-2100 a.C. Dicha cronología es absoluta y calibrada según las últimas investigaciones, pero en cualquier caso el yacimiento está inserto en plena cultura del Vaso Campaniforme. Los materiales arqueológicos son variopintos como ya hemos adelantado líneas más arriba. El ajuar está nutrido tanto por cerámica como por metal, sin estar ausentes elementos de tipo óseo. Todos ellos en detalle son los que siguen a continuación y cuya relación se ha extraído de Bernabeu Aubán (1984:).

Cerámica

1. Vaso campaniforme de perfil suave en S y base plana. Decoración incisa.

2. Vaso campaniforme de perfil marcado en S y base en ónfalo.

3. Cuenco hemiesférco de base en ónfalo. Decoración puntillada.

4. Cuenco hemiesférico con decoración incisa campaniforme.

5. Fragmento de galbo con decoración incisa campaniforme.

6. Cuenco hemiesférico plano y sin decoración.

7. Cuenco hemiesférco de base en ónfalo y sin decoración.

8. Cuenco hemiesférico plano y sin decoración.

9. Dos cuencos globulares sin decoración.

Metal

1. Puñal con lengüeta ancha y dentada en cobre.

2. Punta de Palmela de cobre.

3. Punzón corto de cobre de sección cuadrada.

4. Dos botones de marfil, cónicos con perforación en V.

Otros materiales

1. Fragmento de espátula de hueso de sección plana.

2. Una cuenta de collar cilíndrica en piedra rojiza (posiblemente rodonita).

3. Ciento treinta y nueve cuentas discoidales producidas con materiales diversos.

4. Una punta de flecha de aletas y pedúnculo de sílex.

5. Dos Conus y una Cypraea perforados.

Conclusiones

Sima de la Pedrera es un yacimiento arqueológico emblemático del Vaso Campaniforme en la Comunidad Valenciana. Se trata de un contexto funeraro en cueva y fundamentalmente campaniforme. Parece que los cuerpos tirados a la cueva, acompañados de su ajuar, tenían una edad comprendida entre los 7 y 12 años. Los cuerpos se localizaron dispersos dentro de la sima y se deduce una preferencia por cavidades vírgenes, es decir, aquellas que no se emplearon con anterioridad para la ejecución de estas prácticas funerarias, documentadas a lo largo de todo el Levante español.

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sábado, 4 de diciembre de 2021

Yacimiento Son Matge - Valldemosa



El yacimiento Son Matge es un yacimiento arqueológico ubicado en el municipio español de Valldemosa, está formado por un abrigo rocoso en donde puede encontrarse una secuencia estratigráfica de cinco horizontes culturales diferentes.

jueves, 2 de diciembre de 2021

Zona arqueológica de El Chuche - Benahadux


La Zona Arqueológica de El Chuche se localiza al oeste del núcleo del mismo nombre, en el término municipal de Benahadux, entre la CN 340 y la carretera de desvía dicho municipio.

Esta Zona Arqueológica comprende el cerro de El Paredón, el cerro de Las Agüicas y un sector intermedio entre ambos. En este último se desarrollaron excavaciones a finales de los años 70, en las que aparecieron numerosos muros de estructuras de habitación y un repertorio rico y variado de materiales, esencialmente cerámicos, destacando entre ellos los ibéricos y las importaciones mediterráneas. La secuencia cultural documentada va desde la Edad del Cobre al período tardorromano.

El asentamiento situado en el cerro del Paredón fue un importante centro romano, a juzgar por el tamaño del hábitat y su estratégica localización dominando la vega del río Andarax. Éste debe identificarse con la ciudad de Urci, citada en las fuentes clásicas.

Hasta la ciudad llegaba una conducción hidráulica de varios kilómetros, conservándose algunos de sus tramos, el más próximo al cerro ha sido incluido en la zona objeto de protección.

En el cerro de Las Agüicas se realizaron también algunos cortes durante las excavaciones de los años 70, descubriéndose varias tumbas y restos de otras estructuras constructivas.

A pesar de haber sufrido daños por desmonte y por las obras del ferrocarril, en su mayor parte se encuentra casi intacto, ofreciendo unas posibilidades inestimables para la investigación. Debe tenerse en cuenta que éste es uno de los pocos yacimientos de época ibérica plena que se conocen en las zonas próximas a la costa de Almería, identificándose el mismo con la ceca ibérica de Urkesken y con la ciudad ibero-romana de Urci, citada en las fuentes clásicas.

Almeríapedia 

miércoles, 1 de diciembre de 2021

Yacimiento de Santa Lucía - Baix Maestrat


La visita al conjunto de Santa Lucía, declarado Bien de Interés Cultural, nos permite disfrutar no solo de un yacimiento arqueológico con indicios de ocupación desde la Edad del Bronce, sino también de un entorno y unas vistas excepcionales y de la ermita, con sus edificios anexos, que antes de lugar de culto fue una fortaleza medieval.

Las excavaciones han desvelado varias fases de ocupación. Las dos primeras  muy distanciadas entre sí, entre el II milenio a.n.e. y el siglo VII a.n.e. El hecho de que en la fase de la Edad del Hierro el lugar fuera abandonado tras un incendio ha permitido encontrar con un excelente estado de conservación numerosas piezas que nos desvelan el día a día de sus habitantes. Además existen vestigios de otro asentamiento de Época Islámica.

Visitar Santa Lucía es formar parte de 4000 años de historia. Este singular enclave ha sido elegido y habitado por diversas culturas con diversas formas de vida durante estos cuatro milenios.

Hace 4000 años en la denominada Edad de Bronce un grupo humano ocupó este cerro y levantó sus construcciones en las vertientes sur y este del lugar, asegurándose la luz y el calor del sol. La elección de este punto no fue una cuestión de azar. Desde lo alto podían acceder visualmente a una vasta extensión de territorio y controlar cualquier movimiento. El lugar contaría además con un sencillo acceso a muchos recursos para su supervivencia. 

Estos primeros pobladores subsistían por medio de la agricultura y la ganadería. También la recolección y la caza formaban parte de sus actividades complementando sus necesidades alimentarias y obteniendo materias primas para la fabricación de utensilios. 

Dominaban la fundición de metales con los que fabricar sus armas y los útiles para el campo y producían con cerámica sus enseres.

A mediados del siglo VII a.n.e. las sociedades de la Edad del Bronce final entran en contacto con el comercio Mediterráneo, lo que lleva a una fuerte transformación de la tecnología, la sociedad y también de las creencias y rituales de la gente de la Edad del Bronce. El cambio que se opera en este momento es de gran importancia para conocer todo el desarrollo de la Cultura Ibérica. Se introducen nuevas tecnologías como es el caso de la metalurgia del hierro o el torno de alfarero, nuevas técnicas arquitectónicas, pero también nuevos rituales como la comensalidad en los banquetes o nuevos planteamientos religiosos y sociales, lo que lleva un cambio de mentalidad completo.

La Edad del Hierro inicia los planteamientos tecnológicos y sociales que han regido los pueblos castellonenses hasta prácticamente nuestros días.

En las rutas podremos ver los yacimientos de En Balaguer de Portell, El Puig de la Misericordia de Vinaròs, el Puig de la Nau de Benicarló, Santa Llúcia de Alcalà de Xivert, El Tossal del Mortorum de Cabanes, El Tossal de la Vila en la Serra d'Engarceran, Los Morrones de Cortes de Arenoso.

Castellón arqueológico