miércoles, 25 de febrero de 2015

El origen de los iberos

A pesar de que los pueblos iberos compartían ciertas características comunes, no eran un grupo étnico homogéneo ya que divergían en muchos aspectos. No se sabe detalladamente el origen de los iberos, aunque hay varias teorías que intentan establecerlos:

 Una hipótesis sugiere que llegaron a la península ibérica en el periodo Neolítico, y su llegada se data desde el quinto milenio antes de Cristo al tercer milenio antes de Cristo. La mayoría de los estudiosos que adoptan esta teoría se apoyan en evidencias arqueológicas, antropológicas y genéticas estimando que los iberos procedían de las regiones mediterráneas situadas más al este.
 Otros estudiosos han sugerido que pueden tener su origen en el norte de África, aunque se trata de una hipótesis discutida. Los iberos inicialmente se habrían asentado a lo largo de la costa oriental de España y, posiblemente, más adelante se propagaron por parte de la península ibérica.

 Otra hipótesis alternativa afirma que formaban parte de los habitantes originales de Europa occidental y eran los creadores/herederos de la gran cultura megalítica que surge en toda esta zona, posiblemente, una teoría respaldada por estudios genéticos. Los iberos serían similares a las poblaciones celtas del primer milenio antes de Cristo de Irlanda, Gran Bretaña y Francia. Posteriormente (según la interpretación más tradicional), los celtas cruzarían los Pirineos en dos grandes migraciones: en el IX y el VII siglo a. C. Los celtas se establecieron en su mayor parte al norte del río Duero y el río Ebro, donde se mezclaron con los iberos para conformar el grupo llamado celtíbero.
Los supuestos límites máximos de la expansión íbera habrían llegado desde el mediodía francés hasta el Algarve portugués y el norte de la costa africana.
Sin embargo, con posterioridad, los pueblos celtíberos ejercieron influencia sobre otros pueblos del interior de la península. Esta influencia se aprecia en la llegada del torno de alfarero a muchas zonas de la meseta norte de la península, sobre todo a los pueblos limítrofes del valle del Ebro, e incluso a algunos más alejados como arévacos, pelendones o vacceos.

Los iberos fueron, en definitiva, los diferentes pueblos que evolucionan desde diferentes culturas precedentes hacia una serie de estructuras proto-estatales, viéndose ayudados en dicha evolución por la influencia de fenicios, primero, y luego de griegos y púnicos, que traerán consigo elementos de lujo que ayudarán, como bienes de prestigio, a la diferenciación interna de los diversos grupos sociales.
La lengua ibera es una lengua paleohispánica que está documentada por escrito. Los textos en lengua ibera se saben leer razonablemente bien, pero en su mayor parte son incomprensibles, puesto que la lengua íbera es una lengua sin parientes suficientemente cercanos que sean útiles para la traducción de textos.

 

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