domingo, 22 de enero de 2017

Los Astures

Antiguo pueblo que habitaba el noroeste de la península ibérica y cuyo territorio comprendía  aproximadamente la comunidad autónoma de Asturias, las provincias de León y Zamora, la zona oriental de Lugo y Orense y parte del distrito portugués de Braganza. Son una mezcla de una población autóctona con grupos de población llegados de la zona centroeuropea. De dudosa filiación lingüística, hay una clara presencia de términos relacionados con el grupo céltico indoeuropeo. Tenían por vecinos a los galaicos, cántabros y vacceos.
La diferenciación de los pueblos del Norte es: vascos (no váscones, euskaldines), sin gentilitates; cántabros, con gentilitates, pero sin castros; ástures con gentilitates y castros; galaicos, con castros, pero sin gentilitates. Los ástures vivían en castros.
El límite meridional de Asturias era el Duero, y su afinidad con los vétones y los Gallaeci Bracarenses parece que está probada por la onomástica personal. La arqueología y la etnografía permiten distinguir en los ástures dos componentes raciales: un elemento indígena de profundo arraigo en el país, y con la lengua o lenguas quizá con semejanzas con el vasco, y elementos culturales de origen europeo que evidentemente se producen, comenzando en la época del Bronce atlántico, por conquistas o migraciones de gente de lengua indoeuropea.
La onomástica y los nombres geográficos de la zona ástur son predominantemente indoeuropeos, quizá en mayor medida que en Cantabria y quizá al sur de las montañas que al norte.» [A. Tovar: Iberische Landeskunde, 1989] 

Pueblo de fuerte carácter guerrero, durante las Guerras Cántabras se enfrentaron a Roma en alianza con los cántabros, practicando una guerra de guerrillas luchando a caballo de sus famosos asturcones.
Una vez dominados por Roma, fueron reclutados como tropas auxiliares.
Son famosos los caballos de Asturias que cita Plinio: los thieldones, cuyo nombre parece ofrecer una explicación etimológica para el apelativo vasco salid ‘caballo’, y los asturcones, derivado sobre el
étnico en su forma romana. Los caballos no servían para la guerra sinó para el deporte, y se pusieron de moda en el imperio romano.
En el año 29 a.C., Augusto comenzó una guerra contra los cántabros, pero desde el primer momento también los romanos organizaron un frente más occidental contra los ástures.

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