martes, 26 de diciembre de 2023

Cova de les Dones = Millares - Valencia

Desde tiempos ancestrales, la Cova de les Dones ha sido visitada para todo tipo de actividades. En la época ibérica, para hacer rituales relacionados con cuevas donde había agua. En los últimos tiempos, desde excursionistas y espeleólogos de diversa procedencia hasta los propios vecinos de Millares (Valencia) y alrededores, que iban a celebrar allí la noche de bodas, a festejar los quintos o simplemente a disfrutar de sus bonitas formaciones.

La denominación de ‘Cueva santuario ibérica’ hizo que se le pusiera una verja y una puerta, algo que no impidió que se siguiese entrando de forma ilegal y siendo vandalizada. Todo cambió en junio de 2021, cuando un grupo de arqueólogos especializados en arte prehistórico descubrió que se trataba del mayor santuario de arte paleolítico del litoral mediterráneo oriental descubierto hasta la fecha en la Península Ibérica.

Aquella comitiva estaba integrada por Aitor Ruiz-Redondo, (Universidad de Zaragoza), Ximo Martorell y Virginia Barciela González, (Universidad de Alicante).

Virginia lo recuerda así: “Para un congreso en el 20 aniversario de la declaración de patrimonio mundial del arte rupestre de este territorio, la Conselleria nos encargó que hiciéramos una valoración del impacto de las actividades lúdicas y deportivas sobre yacimientos arqueológicos en general, y los que podían tener manifestaciones artísticas, y entonces decidimos visitar esta. La puerta directamente ni estaba, estaba en el barranco, entramos y vimos que había muchas afecciones, gente que había pintado, roto estalactitas, y ahí fue cuando descubrimos las pinturas. Llevamos muchos años prospectando, y hemos encontrado mucho arte, pero esto fue indirecto”.

No tardaron en darse cuenta de la importancia de esta cueva. “Al principio vimos unas barras curvilíneas, paralelas, que dijimos, ‘bueno, pues esto puede ser o no’; a saber, porque esta cueva ha sido tan transitada que puede ser de cualquier cronología”. Al divisar una pintura figurativa, confirmaron sus sospechas.

“De repente encontramos la representación de la cabeza de un uro, un toro que existió en la Prehistoria antigua, que luego se extinguió. Son un tipo de representaciones muy características de la época paleolítica. Su gran tamaño, el estilo de la figura, todo hacía indicar que era una pintura paleolítica, ahí nos dimos cuenta de que estábamos ante algo grande, porque los yacimientos de esta zona no suelen tener representaciones de este tipo. Son grabados pequeñitos, de otras características”.

Virginia nos explica que “ha sido una gran sorpresa encontrar una cavidad donde aparecen más de 110 figuras que llevamos documentadas, que son muchas, y ya no solo grabados, muchas también pintadas”. Otra peculiaridad es que, en lugar de haber utilizado elementos minerales para hacer estas pinturas, muchas las realizaron con otro material: “Como el sedimento que hay en la cueva es arcilla, lo que cogieron fue directamente la arcilla roja, la mezclarían con un poco de agua y la aplicaron”.

De esas más de 110 figuras, “casi una veintena son motivos figurativos. Tenemos uros, caballos, un ciervo y varias ciervas. Creemos que no va a salir nada más, porque ya hemos peinado bastante la cueva. Y luego hay muchas zonas que están destruidas por los grafitis modernos. Pero claro, sí que hay algunas zonas muy interesantes que nos hemos dado cuenta que cuando hicieron las pinturas, aplicaron esa arcilla. (...). Al ser arcilla, y no penetrar mucho en el soporte, en algún momento se cayó. Hoy en día tenemos algunas figuras que las podemos solo ver porque ha quedado la impronta, el negativo, la marca. Tenemos una zona de la cueva con un techo enorme lleno de esas marcas, que de broma los llamamos los ‘fantasmas’, porque en realidad son fantasmas de esas pinturas”.

Virginia aclara que, en el futuro cercano, les quedan “muchísimas más cosas que hacer. Ahora estamos redactando un proyecto para estudiar el contexto arqueológico interno, prospectar toda la cavidad para ver si hay evidencias de actividad humana. Por ejemplo, debajo de los paneles realizaremos alguna pequeña excavación, por si mientras estaban haciendo esos grabados dejaron ahí el utillaje con el que lo realizaron, por ejemplo, el útil de sílex con el que estuvieron grabando”.

En cualquier caso, estos años “son cruciales para la investigación. Se está trabajando para hacer un proyecto para mejorar el cierre, para que la gente no lo pueda romper y entrar. Hemos hecho un proyecto para documentar la cavidad en 3D, utilizando escáner. Esto lo que va a permitir hacer un registro tridimensional de la cueva. Y tiene una doble lectura, porque se puede utilizar para la investigación, pero es una herramienta importantísima de divulgación. De tal manera que, aunque al principio la cueva no pueda hacerse visitable, va a ser una herramienta para que la gente pueda disfrutar de la cavidad, aunque sea de otra manera”.

Los vecinos quieren volver a entrar a la cueva. “Nos llegan a veces correos y mensajes de 'no cerréis la cueva, que la gente del pueblo llevábamos toda la vida entrando, queremos seguir disfrutando de ella`”, señala Virginia. "Claro, no entienden que muchas veces se pueden alterar las cosas incluso sin querer, porque tú no sabes dónde están las cosas, y aunque tú no quieras hacer un grafiti, solo apoyándote igual ya alterando una zona con arte rupestre. Que la cueva esté cerrada y controlada es fundamental”.

Esto no quita que, en un futuro, la cueva se haga visitable. “Tenemos que entender que nuestro trabajo tiene que llegar a la gente, y que la gente lo tiene que entender, y para eso hay que hacer actuaciones sobre el medio social. Ahora estamos preparando una charla divulgativa para los pueblos. Y vamos a ver si de alguna manera, en un futuro, se podrían hacer algunas visitas guiadas muy controladas. Pero todo esto se tiene que estudiar con calma, para que no afecte realmente al conjunto arqueológico. Y luego tiene que ser autorizado por parte de la Conselleria (...), nosotros no podemos tomar decisiones de si se va a abrir al público o no. Hay que pedir un poco de paciencia a la gente. Tenemos que trabajar y estudiar bien la cavidad antes de tomar unas decisiones que puedan afectar negativamente a la cueva”, sentencia Barciela.

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