lunes, 17 de agosto de 2020

Cueva del Niño - Ayna


El nombre de la cueva se debe a que los aldeanos la llamaban Cueva de los Niñotes, por los garabatos que alberga en su interior. Fue en 1970 que unos excursionistas se dieron cuenta de que lo que los vecinos llamaban dibujos de niños eran en realidad pinturas rupestres.
La cueva tiene una profundidad de sesenta metros. Está compuesta por dos salas divididas por columnas en las que podrás ver las pinturas rupestres del Paleolítico. La pintura principal se compone de ciervos de hasta setenta centímetros de altura, un caballo y dos cabras montesas. El segundo panel muestra de manera muy estilizada y elegante una cabra y un caballo. También encontraréis un enorme signo de doble trazado horizontal.
Según expertos, estas pinturas son de entre cien y ciento cincuenta siglos antes de nuestra era, del periodo de Paleolítico Superior. Diversas excavaciones han demostrado que también existieron allí pobladores durante el Neolítico. Los restos de cerámicas encontrados que se relacionan con este periodo están expuestos en el Museo de Albacete.

La excursión
Para visitar la Cueva del Niño es necesario reservar con varios días de antelación, ya que es imprescindible realizar la excursión con un guía especializado.
La ruta comienza en coche por la carretera, desde Ayna hasta una zona cercana a la cueva. El trayecto consta de dieciséis kilómetros por carretera más otros dos por pista forestal. Deberás dejar el vehículo en una zona indicada para ello y continuar el camino a pie. La ruta caminando tiene una duración aproximada de 45 minutos, aunque todo dependerá del ritmo que vaya marcando el grupo. El camino es un sendero de montaña.
La excursión completa dura alrededor de 4 horas. Como es una excursión organizada, no te tendrás que preocupar por perderte durante la ruta. Sin embargo, tendrás que ajustarte a los horarios y recomendaciones que vaya marcando el guía.
Es imprescindible que vayas con ropa cómoda y calzado deportivo especial para senderismo para evitar posibles lesiones en los pies. No olvides meter en la mochila una botella de agua, ya que no hay agua potable por el camino. Lleva también una linterna para poder ver las pinturas en el interior de la cueva. Si vas con niños, es aconsejable meter algo de comida por si les da hambre. De todos modos, no se recomienda ir con niños menores de 7 años, personas muy mayores o con problemas físicos.

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