sábado, 26 de enero de 2019

Tesoro de Arrabalde - Zamora

En el Castro de Las Labradas, en las cercanías de la localidad zamorana de Arrabalde. se encontraron casualmente dos importantes tesoros, uno en Agosto de 1980, y posteriormente volvió a encontrarse otro tesoro en 1987, con un gran valor, no solo material sino también por el aporte de la antigua cultura de esta provincia.
El primer tesoro de Arrabalde fue encontrado en el extremo este del castro de Las Labradas, situado en terrenos pertenecientes a los municipios zamoranos de Arrabalde y de Villaferrueña. Se trató de un hallazgo fortuito por parte de Victorino Llordén Vega, abogado de Benavente, ocurrido a finales de agosto de 1980 que, ante su importancia, fue adquirido por el Estado tras una rápida gestión de la Subdirección General de Arqueología.
En dicha operación participó Moisés Llordén Miñambres, director de la cátedra Jovellanos de extensión universitaria de Gijón y Narciso Santos Yanguas, que fue el primero en dar la noticia. En este artículo realiza un pormenorizado detalle de las piezas encontradas indicando su peso y tamaño, e informa de que, seguidamente, a primeros de septiembre, llevó a cabo "una prospección a flor de tierra en el terreno removido al extraer la vasija que contenía el tesoro anteriormente descrito, hallándose los siguientes objetos, todos ellos de plata, que fueron entregados al mismo tiempo que las restantes piezas del tesoro", y pasa del mismo modo a describirlas. El conjunto finalmente estaría formado por medio centenar de joyas de oro y plata con un peso total de 5010 g, de los que 677 g correspondían al oro.
Este conjunto de joyas está actualmente expuesto en el Museo de Zamora. Circunstancias lamentables hicieron imposible conocer con exactitud las condiciones en que se depositó el tesoro en el momento de su ocultación. Aunque podría proceder del subsuelo de una vivienda, pues se situaba en una zona de habitat dentro del castro, ciertamente no se encontró ninguna prueba como muros, pavimento ni restos de hogar que lo demostrasen.
El conjunto de joyas se encontraba en el interior de una vasija de cerámica a mano oscura, sin decoración, que fue descubierta como consecuencia de la apertura de una zanja para realizar un cortafuegos que atravesó por completo el yacimiento. Tras el hallazgo, ese sector del yacimiento fue saqueado vandálicamente por detectoristas furtivos, lo que impidió realizar una prospección y excavación de urgencia que pudiera aportar datos sobre la cronología y circunstancias del ocultamiento.
Pero en abril de 1987 tuvo lugar la aparición del segundo tesoro de Arrabalde en circunstancias tan lamentables como el precedente: a un km al oeste del anterior apareció un conjunto de objetos de poco más de 2 kg, entremezclándose fragmentos de piezas y tortitas de plata con joyas en buen estado y un cinturón articulado chapado en oro (novedoso en el repertorio de orfebrería prerromana meseteña). 

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