domingo, 7 de enero de 2024

Verracos de Villatoro - Avila

En la plaza que se abre a los pies de la iglesia se disponen hasta tres esculturas zoomorfas, 2 toros y 1 cerdo, encuadradas en la cultura vettona (SS.V-II a.C).

Característicos de las gentes vettonas, y exclusivas de su territorio, son las esculturas zoomorfas en bloques de granito, también conocidas como “verracos”; se conocen más de 400, casi la mitad de ellos en la provincia de Ávila. Están facturadas en granito, representando fundamentalmente toros, pero también cerdos y algunos jabalíes; en este sentido hay que apuntar que los grandes rebaños de vacuno era la base principal de la riqueza de las élites vettonas.

Cabré, en la memoria de las excavaciones del castro de Las Cogotas, quiso demostrar la correspondencia de una parte de la estatuaria en piedra con los recintos fortificados y la base ganadera de los vettones, y ello en base a que estas esculturas fueron halladas junto a la entrada principal del segundo recinto fortificado, interpretado en algún momento como, exclusivamente, encerradero de ganados, lo que sugería una finalidad relacionada con la protección, favorecedora de “una magia de pastos y, tal vez, de reproducción”. A estas esculturas –bien representadas en el Valle de Amblés-, se les quiso dar un valor mágico de protección de los animales. En la actualidad el significado más aceptado para estas esculturas, y sin rechazar la hipótesis anterior, (una parte considerable de las cuales carentes de contexto arqueológico, más del 70% ubicadas a una distancia de 2-4 Km. de los castros y el 90% emplazadas en suelos factibles de aprovechamiento ganadero) es el que sirviesen de hitos en el paisaje para señalar la propiedad sobre recursos específicos: los pastos de invierno. Así estarían delimitando áreas de propiedad o de usufructo, lo cual se corresponde muy bien con una sociedad fuertemente jerarquizada, en la que la “aristocracia” posiblemente basase su riqueza en la posesión de cabezas de ganado.

Su cronología habría que darla a partir del 400 a.C. hasta la desaparición de estos poblados, sin bien, una vez romanizada la zona, se continuarán facturando, pero de menor tamaño y con una intencionalidad funeraria.

Están talladas en bloques de granito, donde se representa al animal de cuerpo entero, así como el pedestal que lo sustenta. Acusan un relativo esquematismo en las formas, limitándose el autor, salvo contadas excepciones, a expresar unas líneas básicas que permitan identificar la especie. La postura es siempre similar, de pie y con las extremidades paralelas, aunque pueden marcar o no un cierto movimiento. Sus dimensiones son variables, desde ejemplares de menos de 1 m hasta esculturas de más de 2,50 m de longitud. Suelen representarse los órganos sexuales muy marcados, tratándose siempre de machos.

Se desconoce el lugar exacto de su hallazgo. El ejemplar aparece entero, aunque presenta la cabeza erosionada, conservando la testuz y las mandíbulas; se han marcado los carrillos. La papada no aparece diferenciada del cuello, siendo una prolongación del mismo y del perfil convexo. En la grupa se aprecia el inicio del rabo que se pierde antes de llegar al anca. Las extremidades resaltan separadas del bloque en el que se esculpió cada par. El pedestal es semiligero de dos soportes.

Dimensiones: 140 cm. de longitud X 87 cm. De altura X 50 cm. de ancho. Dentro de la clasificación de Álvarez-Sanchís, se incluye en el Tipo Toro del tipo 2 (SS.IV-II a.C). Los Toros Tipo 2 se caracterizan por una talla cuidada, de dimensiones medias, tratándose de piezas cuya longitud oscila entre 1’50 y 2m. En general, la cabeza aparece bien individualizada del resto del cuerpo, marcándose con esmero la testuz, mandíbula y orejas. Otro rasgo característico son los pedestales con soporte lateral en extremidades delanteras y/o traseras.

Toro tipo 2 de la clasificación de Álvarez-Sanchís. Dimensiones: 140 cm. de longitud X 92 cm. de altura X 44 cm. de ancho. SS.IV-II a.C.

Se desconoce el lugar exacto de su hallazgo. Se advierte roto el hocico. Consta de peana de la misma pieza, existiendo vano de separación entre ella y el cuerpo del animal (pedestal semiligero de dos soportes). La papada no está diferenciad del cuello, siendo una prolongación del mismo. En el dorso se aprecia el espinazo y en las extremidades posteriores, separadas del bloque, se advierten marcadas las rodillas. El sexo también está bien marcado.

Cerdo tipo 2 de la clasificación de Álvarez-Sanchís (SS.IV-II a.C), grupo caracterizado por sus dimensiones medias o pequeñas y talla cuidada. Ofrecen las extremidades anteriores adelantadas, en posición de acometida o movimiento.

Dimensiones: 130 cm. de longitud X 67 cm. de altura X 40 cm. de ancho. Se halló empotrada, a ras de suelo, en uno de los paramentos que delimitan el atrio de la iglesia, como elemento constructivo reutilizado.

Presenta la cabeza deteriorada y las extremidades anteriores y posteriores partidas por encima de las rodillas. Conserva el cuello y la parte superior de la cabeza en donde parece destacar la oreja. En la cara posterior se advierten los testículos, y en la cara superior se aprecia una protuberancia que representa el rabo enroscado característico del cerdo. En las extremidades aparecen representados los antebrazos y los jamones. Sexo bien representado.

Valle Amblés



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