El yacimiento arqueológico de Cova Foradada se localiza en el término municipal de Calafell, comarca del Bajo Penedés (Cataluña, España), en lo alto del cerro de la Escarnosa, a una altura de 110 m sobre el nivel del mar y a 1860 m de la línea de costa actual. Se trata de una pequeña cueva en un afloramiento calcáreo, erosionado y redondeado por el efecto del agua. Está formada por dos salas a diferentes niveles unidas por una rampa. Al pie de esta se forma un relieve circular, se trata de una poza, la cual ha producido una nueva salida que conforma una boca inferior. Su nombre, Foradada, se debe a la forma circular y redondeada de su entrada superior.
El potencial arqueológico del yacimiento fue descubierto en el año 1997, fruto de un hallazgo fortuito, por parte de unos excursionistas, de diversos huesos humanos que, posteriormente, fueron atribuidos al Neolítico tardío. Desde el año 1998, se han sucedido una serie de campañas arqueológicas. Dirigidas en un inicio por Artur Cebrià (junto con M.R. Senabre en la excavación preventiva de 1997). En el año 1998, el arqueólogo municipal Josep Pou, realizó una inspección del yacimiento y en el año 1999 se realizó una nueva excavación preventiva. Posteriormente, se inició un proyecto científico de excavación e investigación destinado a conocer la dinámica de ocupación prehistórica de la cueva con el objeto de integrar dicho conocimiento dentro de las dinámicas poblacionales antiguas en las comarcas del Penedés. A partir del año 2015, la excavación ha sido codirigida por A. Cebrià i Juan Ignacio Morales. Actualmente, el yacimiento se encuentra prácticamente excavado en su totalidad. Se ha trabajado tanto en la sala superior como en la inferior. La primera de ellas cuenta con una sucesión de niveles carbonatados, donde únicamente se ha documentado la presencia de fauna pleistocena.
La segunda sala, la inferior, es la que contiene todo el yacimiento arqueológico, el cual abarca una amplia horquilla cronológica que comprende desde el Paleolítico superior antiguo hasta una capa muy alterada de enterramientos colectivos del final del Neolítico y los inicios de la Edad de Bronce. Además, la presencia de algunos restos descontextualizados muestran que la cueva también fue utilizada durante la primera Edad del Hierro.
La investigación arqueológica de Cova Foradada ha documentado una secuencia estratigráfica que contiene una sucesión de ocupaciones esporádicas del Chatelperroniense, el Auriñaciense temprano y el Gravetiense.
Wikipedia
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