El turriforme escalonado Son Ferrer, situado en la calle Oronella y flanqueado por chalets al lado del Passeig Calvia, es uno de los yacimientos mejor conocidos del municipio. Excavado entre los años 2000 y 2005, está compuesto por un hipogeo de enterramiento, estructura asociada al Bronce Antiguo y Medio y un turriforme escalonado de época talayótica de gran valor simbólico-estratégico, con continuidad de uso durante la época postalayótica.
El hipogeo o cueva artificial excavada en la roca, data del Bronce Antiguo y se corresponde con la primera fase de ocupación del yacimiento. Por desgracia, la ausencia de material arqueológico, consecuencia de posteriores usos de la estructura, ha impedido conocer los rituales de enterramiento asociados.
El acceso se realiza a partir de un corredor que avanza con leve pendiente hasta la entrada. El umbral da paso a la cámara funeraria, compuesta por tres ámbitos. El primero es de planta rectangular irregular, el segundo es el ámbito principal, de planta alargada con bancos corridos a cada lado y cubierta de bóveda apuntada, la cueva finaliza con un cubículo absidial que conforma el último y tercer ámbito.
En época talayótica, el control de esta área geográfica correspondía al poblado del Puig de sa Morisca. Fue en este momento cuando, justo encima del hipogeo, se inició la construcción del turriforme de Son Ferrer, datado entre el 900-800 AC. Su arquitectura es ciclópea y compacta y está formada por bloques de arenisca que se apoyan sobre la roca natural, conformando el esqueleto estructural sobre el que se sustenta todo el conjunto arquitectónico. La estructura se organiza a partir de muros dispuestos a diferentes alturas e insertos unos en otros con rellenos estructurales entre ellos, que le otorgan un aspecto sólido de tendencia escalonada.
La configuración del yacimiento permite, desde la zona superior de la construcción, divisar los amplios terrenos llanos que se extienden entre la zona de Cala Figuera, Magaluf y Son Ferrer hasta casi el Coll de sa Batalla.
Las actividades constatadas en esta época se concentran en un pequeño ámbito ubicado en la parte alta del turriforme, muy cerca de la plataforma superior. Se iniciaron en un periodo comprendido entre el c. 1100-850 AC y se mantuvieron durante todo el periodo talayótico, probablemente hasta el siglo VI AC. Podrían relacionarse con rituales realizados en la zona superior del turriforme, en los que participarían individuos de toda la comunidad.
Hacia el siglo V AC, el yacimiento perdió su función original y en época postalayótica pasó a convertirse en uno de los principales núcleos funerarios de la zona de Santa Ponca. En la primera fase postalayótica [500-200 AC] el hipogeo, de época Naviforme, se reutilizó como lugar de inhumación, tanto de individuos adultos como infantiles. En una segunda fase, en la zona de acceso a la cueva, se habilitó un primer espacio asociado a algún tipo de ritual similar a un ágape funerario y un segundo ámbito destinado a enterramientos de fetos, depositados en contenedores funerarios de arenisca y cerámica talayótica.
Finalmente, asociada a esta fase tardía del turriforme, se han podido constatar algunos recortes en los muros, con la finalidad de realizar nuevos enterramientos de niños neonatos, tanto en urnas de arenisca como en ánforas y cerámicas reutilizadas.
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