martes, 22 de enero de 2019

Dólmenes de Artajona - Navarra

A casi 4 kilómetros de Artajona, sobre una pequeña cumbre donde existió un poblado durante la Edad de Bronce, se encuentran los dólmenes “Portillo de Enériz” y “Mina de Farangotea”, una de las muestras más importantes de la cultura megalítica en Navarra, que nos brinda la oportunidad de viajar a la Prehistoria.
Ambos son sepulcros construidos con grandes piedras que certifican que Artajona ha sido lugar de asentamiento desde hace miles de años.
Bien señalizados, podrás acceder a ellos a través de un camino que parte de la trasera del cementerio de Artajona, aunque también se puede llegar en coche hasta el del “Portillo de Enériz” que dista unos 800 metros del dolmen “Mina de Farangotea”.
Los dólmenes de Artajona constituyen un singular ejemplo de la cultura megalítica en Navarra ya que, si bien son numerosos en la zona montañosa donde se caracterizan por su pequeño tamaño, estos dólmenes son los más meridionales de Navarra.
Se encuentran sobre una pequeña cumbre en la que en la Edad de Bronce existió un poblado. Sus grandes proporciones, presentan bastantes similitudes con los encontrados en La Rioja, Araba/Álava y Norte de la Meseta.
Se trata de dos dólmenes del tipo “corredor” integrados por piedras de grandes dimensiones (megalitos) que fueron encontrados y excavados en los años 50. Tienen una losa de separación y doble cámara, y están situados sobre túmulos de 20 metros de diámetro por 2,5 metros de altura.
En concreto, “El Portillo de Enériz” es un megalito en el que se pueden distinguir dos partes: la cámara mortuoria, lugar donde enterraban a los muertos, que consta de 9 grandes losas colocadas en posición vertical; y el corredor, que se compone de 6 losas más pequeñas.
El dolmen de la “Mina de Farangortea” tiene la misma estructura pero es de menores dimensiones, y en la parte posterior la losa del centro está perforada para permitir el acceso.
Ninguno de los dos tenía cubierta y solían taparlos con ramas y tierra. En torno a estos dólmenes se encontraron cuentas de collar, puntas de flecha, punzones de cobre, botones, cerámica y hachas, piezas que están expuestas en el Museo de Navarra.
Para acceder a ellos deberás tomar el camino que está en la trasera del camposanto de Artajona, al norte del pueblo, aunque también puedes ir por la carretera comarcal a Tafalla.
Una señal indica que los dólmenes de Artajona están a una distancia de 3,6 km que se puede recorrer en coche. Tras aparcar en un paraje con paneles informativos y bancos de madera y andar 40 metros llegarás al domen del “Portillo de Enériz”, mientras que el de la “Mina de Farangortea” queda a 850 metros que transcurren por un camino bien señalizado.
Tanto si vamos en coche como si vamos caminando es recomendable llevar calzado y ropa cómoda y deportiva, ya que si vamos hasta el Dolmen de Mina Farangoreta debemos caminar unos 800 metros de ida y otros de vuelta.
Es recomendable llevar agua en una mochila ya que no encontraremos ninguna fuente por el camino; también podemos llevar algo de picoteo si lo que queremos ir comer por la zona o merendar en este lugar tan especial.
El acceso es libre.
Un poco más al norte, en un alto de difícil acceso conocido como Gazteluzar se encuentran los restos de un yacimiento de la Edad del Hierro llamado El Dorre que, al parecer fue construido por una avanzada población indoeuropea que vivía en casas de aparejo.

(Turismo Navarra)

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