La cueva de Ekain (en euskera Ekaingo leizea o Ekaingo koba) en es una cueva con destacables pinturas rupestres situada en el municipio guipuzcoano de Deva, en el País Vasco, España. Entre los diferentes conjuntos de pinturas rupestres que se hallan en Ekain destaca el panel de los caballos. Estas pinturas están fechadas en el período Magdaleniense del Paleolítico Superior y hacen que el de Ekain esté considerado como uno de los principales santuarios prehistóricos europeos junto a Lascaux, Niaux y Altamira.
En el libro Lehen Euskal Herria Jesús Altuna define así el conjunto de los caballos: "es uno de los conjuntos de caballos más bellos de todo el arte franco-cantábrico".
La cueva de Ekain está incluida en la lista del Patrimonio de la Humanidad de la Unesco desde julio de 2008, dentro del sitio «Cueva de Altamira y arte rupestre paleolítico del Norte de España» (en inglés, Cave of Altamira and Paleolithic Cave Art of Northern Spain).
La cueva de Ekain se ubica en la colina que le da nombre, en la villa de Deva y en el valle de Goltzibar, arroyo que pertenece a la cuenca del Urola, muy cerca de la población de Cestona, a escasos 1.500m de la misma. Delante de la boca de la cueva se unen los arroyos de Goltzibar y Beliosoerreka formando la regata de Sastarrain, que desemboca en el cercano Urola.
Dada la fragilidad de las pinturas y para preservar su conservación, se ha realizado una réplica de las pinturas cerca de la ubicación de la cueva original, al lado de Cestona; es Ekainberri.
Historia
La cueva fue descubierta en 1969 por Rafael Rezabal y Andoni Albizuri, miembros de la sociedad cultural azpeitiarra Antxieta, aficionados a la búsqueda de restos arqueológicos. En una de sus exploraciones por el monte Izarraitz, siguiendo el curso de la regata Goltzibar, descubrieron un lugar singular, idóneo para un asentamiento prehistórico. El 1 de junio de 1969 encontraron la entrada de la cueva, que exploraron el día 8 del mismo mes, descubriendo la galería de las pinturas después de abrirse paso por un pequeño pasillo retirando unas rocas que lo cegaban.
Los primeros estudios fueron realizados por José Miguel de Barandiarán y Jesús Altuna, pertenecientes a la Sociedad de Ciencias Aranzadi, que publicaron sus conclusiones a finales de ese mismo año en la revista Munibe (órgano de la Sociedad de Ciencias Naturales Aranzadi), un segundo estudio de las figuras se volvió a publicar en esta misma revista en 1978. Las catas realizadas en la entrada de la cueva dieron como resultado la verificación de la existencia de un yacimiento prehistórico. El yacimiento fue excavado y estudiado entre 1969 y 1975, a lo largo de 6 campañas de excavaciones realizadas por la Sociedad de Ciencias Aranzadi, con financiación de la Diputación de Guipúzcoa. Las tres primeras campañas fueron realizadas bajo la dirección de José Miguel Barandiarán. En los hallazgos posteriores se encontraron restos que atestiguan la ocupación de la cueva en varios períodos así como la ocupación de la misma por osos de las cavernas. Se realizó una ampliación de los estudios en 1978.
En 1984 se publicaron todos lo estudios realizados hasta la fecha sobre el yacimiento y las pinturas.
Las pinturas fueron calificadas como pertenecientes al período Magdaleniense del Paleolítico Superior y de una calidad excepcional, similar a las de Altamira o Lascaux. En julio de 2008, fue declarado el conjunto por la Unesco Patrimonio de la Humanidad.
(Wikipedia)
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