El yacimiento de Las Atalayuelas es un oppidum ibérico situado en un relieve geográfico denominado, por su relevancia topográfica, Atalayuelas, dentro el término municipal de Fuerte del Rey, provincia de Jaén, España. Acogió un espacio de culto ibero, asimilado después por la religión romana. Durante época altoimperial se configuró como vicus. Presenta una ocupación desde el Neolítico hasta época emiral.
La zona ya era conocida por tradición en esta comarca de la campiña, a través de leyendas de hallazgos fabulosos del «tiempo de los moros». En 1920 Alfredo Cazabán recoge informaciones sobre el yacimiento.
En 1986 se autoriza y subvenciona una prospección con sondeos estratigráficos en la zona, bajo la dirección del arqueólogo Marcelo Castro. Sin embargo, los restos hallados vuelven a ser cubiertos, al no estar previsto un plan adecuado de conservación de los mismos. Por aquellas fechas ya mostraba indicios de haber sufrido expolios.
No es hasta el mes de julio de 2003 cuando la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía se decide a llevar a cabo una actuación de prospección y excavación arqueológica en la zona, a causa de un expolio sufrido, bajo la dirección del Centro Andaluz de Arqueología Ibérica (CAI), con sede en la Universidad de Jaén, siendo su director Arturo Ruiz. El yacimiento se situaba bajo una plantación de olivar, siendo el mismo propietario el que dio el aviso del expolio a la Guardia Civil.
Durante la época del Cobre se ocupa la cumbre del Cerro del Morrón. En ella se construye un poblado aterrazado.
En el periodo del Bronce final la zona de ocupación se traslada a la zona central de Atalayuelas. El estado de conservación es muy pobre debido a la construcción sobre esta zona del oppidum ibérico.
El oppidum se inicia en el Ibérico Antiguo. En esta época constituye uno de los varios núcleos que se forman en la Campiña de Jaén, junto a otros como el oppidum del Cerro Villargordo o el del Puente Tablas. Durante este periodo el oppidum ocupaba una vasta zona, asentándose en el cerro las Atalayas y en el Cerro Morrón (al este del anterior). Se ha conservado una muralla ibérica de anchura entre cinco y siete metros que rodea ambas entidades geográficas. Al Oeste, en el cerro colindante conocido como de las Norias, se ha conservado también otro recinto fortificado de la misma época.
Wikipedia
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