Se sitúa en la ladera sur de la loma del Coscojar, dominando la depresión ocupada por el barrio de masadas de Los Salabrosos. Se realizaron dos campañas de excavación, en 1981 y 1982, centradas en cuatro catas distribuidas por el interior de la cavidad. Tan sólo la tercera, en el fondo de la cueva, proporcionó una secuencia estratigráfica clara, que junto con los materiales arqueológicos localizados nos indican la existencia de una continua ocupación.
Así existe material lítico que pertenece culturalmente al Neolítico, restos muy alterados de enterramientos humanos del Eneolítico; también el Bronce Medio se halla presente a razón de formas cerámicas características; más escasos son los materiales del Bronce Tardío y Final, entre ellos destacan una vasija de carena alta y un fragmento con acanalados; finalmente debe destacarse la presencia de cerámica ibérica, cuencos y vasijas de gris ampuritana, materiales muy similares a los hallados en las cuevas levantinas y que fueron interpretadas como santuarios ibéricos.
Las características de esta cueva han hecho que fuera utilizada como refugio en la última guerra civil.
Así existe material lítico que pertenece culturalmente al Neolítico, restos muy alterados de enterramientos humanos del Eneolítico; también el Bronce Medio se halla presente a razón de formas cerámicas características; más escasos son los materiales del Bronce Tardío y Final, entre ellos destacan una vasija de carena alta y un fragmento con acanalados; finalmente debe destacarse la presencia de cerámica ibérica, cuencos y vasijas de gris ampuritana, materiales muy similares a los hallados en las cuevas levantinas y que fueron interpretadas como santuarios ibéricos.
Las características de esta cueva han hecho que fuera utilizada como refugio en la última guerra civil.
(Enciclopedia Aragonesa)
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